Privatizaciones con sobresueldos

Mientras las joyas de la corona que lideraron la internacionalización de la España del ‘pelotazo’ caen en manos internacionales, la segunda ola de ventas de empresas públicas se incentiva con jugosos salarios variables a sus directivos.

CAMBIO DE MANOS Aviones de Iberia, que ha quedado en manos británicas, en la Terminal 4 de Barajas. FOTO: Mathieu Marquer

El sector empresarial vinculado al Estado está en venta casi desde el momento que se instauró la democracia en España hace tres décadas. Los gobiernos del PSOE han engrasado la máquina y los del Partido Popular han hecho de las privatizaciones un instrumento para convertir a sus fieles y amigos en los grandes empresarios del país. Las que un día fueron joyas de la corona y después buque insignia de la internacionalización de la España del pelotazo (Endesa, Iberia, Repsol, Telefónica), comienzan a caer, una tras otra, en manos de grupos multinacionales.

El Gobierno de Mariano Rajoy ha puesto en marcha la segunda ola de privatizaciones al calor del objetivo de “reducir la estructura y los costes del Estado”. El outsorcing de los servicios fundamentales, sanidad, educación, justicia, en el terreno de la empresa pública se ha traducido en la puesta en venta a precios de rebajas la red de aeropuertos, de paradores, de servicios ferroviarios o de los beneficios de las loterías. Los ejecutivos a los que se ha encargado la venta de Adif, Paradores o Loterías perciben sobresueldos por conseguir su objetivo. 

Sin embargo, la venta sin tregua de los bienes públicos tiene su contrapunto. Los mismos partidos que han reducido el número de sociedades estatales de 256 en el año 2009 a 184 en 2012 a lo largo de tres décadas han creado 2.306 empresas dependientes de los ayuntamientos y comunidades que gobiernan.

Informe  Cora

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, presentó tras el Consejo de Ministros del 21 de junio último el informe CORA; una hoja de ruta  para “ahorrar en 37.000 millones hasta 2015 con una reforma de la Administración que eliminará las duplicidades que se producen y adelgazará sus estructuras”. 

El informe CORA, según la versión oficial, consta de 2.000 páginas. Pese a las peticiones de la organización Tu Derecho a Saber, Hacienda solo ha hecho público un resumen ejecutivo de 253 páginas con el argumento de que el Ministerio de Presidencia ha declarado “secreto” el resto del informe. El ocultismo oficial es absoluto sobre los planes para reducir las 2.306 sociedades de las comunidades y ayuntamientos, de los que nada se dice. 

CORA, sin embargo, deja clara  la consideración que el Gobierno de Rajoy tiene de la actividad de sus empresas públicas: “Las peculiaridades del servicio que prestan y su financiación las colocan en una situación de superioridad jurídica respecto a los particulares”, lo que “suscita dudas sobre su idoneidad, pues pueden ser un instrumento para actuar en un mercado ineficaz para la obtención de ingresos o para canalizar la inversión privada. Pero también pueden ser un mero ente instrumental al servicio de objetivos ministeriales y ajeno a la actividad comercial”.  

Segunda oleada de privatizaciones

En febrero de 2012 Mariano Rajoy anunció que su plan de reformas incluiría una segunda oleada de privatizaciones de compañías públicas con el fin de recaudar entre 20.000 y 30.000 millones de euros. Transcurridos 18 meses, se han concretado operaciones a precios de saldo: la venta del 25% en manos públicas de la sociedad de satélites Hispasat (235 millones) y la desinversión de un 1,15%, sobre el 5,35% que conservaba el Estado español en el constructor aerospacial EADS (380 millones). Junto a ellas, se ha ejecutado la oscura desinversión por la Bankia nacionalizada del 12% que poseía en IAG, que ha dejado a Iberia maltrecha y en manos de decisiones británicas por 675 millones. En el escaparate de las gangas públicas se mantienen AENA, Renfe, Cesce, Loterías e Ineco.

Los 1.280 millones logrados con estos saldos quedan eclipsados por el tsunami nacionalizador de la antigua estructura en ruinas de las cajas de ahorro, cuyo rescate cuesta a todos los contribuyentes 39.000 millones.

El periodista Jesús Mota, autor del libro El gran expolio, marca diferencias entre la primera y la segunda ola de privatizaciones del Partido Popular. “José María Aznar se atrevió a vender la totalidad de las acciones de las principales empresas públicas, algo que nadie antes osó hacer. Al margen del carácter ideológico y de los fraudes que se cometieron, supuso un impacto en la economía española; más de un millón de pequeños ahorradores entraron entonces en la Bolsa. Lo de Rajoy es un intento frustrado, una mera necesidad recaudatoria”.

Al rescate de Indra

En este mundo al revés que privatiza lo que tiene valor y nacionaliza entidades financieras con graves problemas, el mismo Gobierno que retira becas y medicamentos utiliza fondos públicos en “operaciones de nacionalización coyunturales y estratégicas”. En agosto desembolsó 839 millones en la compra de dos empresas privadas. El instituto público SEPI adquirió el 20% de Indra por 337 millones a fin de que la tecnológica fuera castigada en Bolsa por especuladores bajistas. El dueño de los aeropuertos españoles, AENA, que acumula una deuda de 13.000 millones y que acaba de culminar un ERE de 1.600 trabajadores, desembolsó 502 millones por el aeródromo londinense de Luton. La justificación; que la compra hará más atractiva la privatización del 51% de AENA.

Premio a los gestores del derribo

En abril de 2012, el Ministerio de Hacienda recurrió al sigiloso sistema de las “órdenes ministeriales comunicadas” que tienen la peculiaridad de que solo se remiten a los organismos afectados y nunca a la opinión pública, para premiar a los directivos a los que se ha encargado la ejecución de la segunda ola de privatizaciones. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, autorizó sobresueldos variables por importe de 52 millones para los 698 altos directivos de las empresas públicas dependientes de los ministerios de Fomento, Industria, Educación, Defensa, Agricultura, de la SEPI y de Patrimonio. 

En 2009 había 256 sociedades estatales. En 2012, 184

Se han creado 2.306 empresas ligadas a CCAA y ayuntamientos

Los ingresos totales previstos para este colectivo se situaban en 105 millones, una media de 150.000 euros anuales por ejecutivo. La mitad de la cantidad total, hasta 53 millones, se les entregaban en concepto de salarios fijos. La otra mitad se autorizaba en función del puesto de responsabilidad que se ocupa (su cuantía máxima es del 60% del salario base) y el otro, denominado “variable”, otorgado de acuerdo con el cumplimiento de objetivos (con un tope del 40%). Con este artificio la promesa del Gobierno de rebajar un 30% los salarios de los directivos públicos se ha convertido en un incremento real de los ingresos en un 50%.

La transparencia de Navarra

De la intrincada trama de las 2.306 empresas públicas de los ayuntamientos y las comunidades nada sabemos por la superficie emergente del iceberg CORA. Por obra de la ley de Transparencia de Navarra (única comunidad que se ha dotado de este saludable instrumento legal) conocemos que en los consejos de las 13 empresas del Ejecutivo de Pamplona se sientan 156 personas. De ellas 143 (el 91,6%) están relacionadas directamente con el partido que gobierna, Unión del Pueblo Navarro (UPN). Entre los directivos y consejeros  se encuentran dos asesores de la presidenta Yolanda Barcina, la totalidad de los directores generales de su Gobierno y tres de los ocho jefes de gabinete. Otro colectivo bien representado en los consejos es el de los alcaldes de UPN; 14 de ellos son a su vez consejeros y a su lado se sientan dos ex titulares de carteras en el Gobierno foral, dos ex parlamentarios, tres concejales del municipio de Pamplona, un miembro de la ejecutiva de UPN, un ex director de la agencia tributaria, un ex presidente de una empresa pública y el hijo de un ex presidente de la comunidad autónoma.

PARA SABER MÁS

Petición de información sobre el Informe CORA de Tu Derecho a Saber.

http://tuderechoasaber.es/es/request/informe_cora

El gran expolio, Jesús Mota