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Un cambio de rumbo social necesario

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Junio 2014 / 15

Diez propuestas del grupo Economistas Frente a la Crisis para darle la vuelta a la política económica de la Unión Europea.

1. Reducir el desempleo debe ser la prioridad de la política económica

Las fuerzas progresistas deben abanderar las propuestas que combatan el desempleo y mitiguen sus consecuencias sociales sin renunciar a los derechos de los trabajadores. Consideramos fundamental completar el mercado interior europeo reduciendo el poder oligopolístico, que limita muy intensamente la creación de empleo, y legislar a favor de la estabilidad de la ocupación, de modo que se limiten las contrataciones temporales a las de carácter causal.

Proponemos la creación de un seguro de desempleo para la zona euro que actúe como estabilizador del ciclo. Unido a un presupuesto europeo con mayor capacidad de actuación, proponemos la implantación de una tasa de cobertura mínima para cada país que se sitúe en el 80%. Las políticas activas de empleo deben ser fortalecidas potenciando el Fondo Social Europeo.

 
Cola en una oficina de empleo en Madrid, en marzo de 2012. FOTO: UNIÓN EUROPEA 2012 EP
 
 

2. Para conseguir un crecimiento equilibrado, el esfuerzo debe ser simétrico

El reequilibrio exterior ha sido hasta ahora un proceso asimétrico. En el ajuste de la crisis, los países deficitarios han reducido el tamaño de sectores previamente sobredimensionados, lo cual ha moderado sus expectativas de crecimiento y ha comportado un aumento estructural de su desempleo. Los avances hacia la sostenibilidad exterior deben realizarse sin que ello suponga un hundimiento de la renta laboral. La devaluación salarial debilita aún más el consumo, deprime la demanda interna, aumenta las desigualdades, retrasa la generación de empleo y dificulta la recuperación.

Se propone la creación de un seguro de paro para la eurozona

La devaluación salarial deprime el consumo y agrava la desigualdad

El proceso de ajuste de los desequilibrios exteriores debe estructurarse en torno a dos ejes: políticas de impulso de la demanda interna en los países que tienen superávit para contribuir a la necesaria simetría en los ajustes que exige la superación de la crisis, y reasignación de recursos hacia los sectores de vocación exportadora.

 

3. Suavización del proceso de desapalancamiento privado

La necesidad de reducir la deuda privada está actuando como un freno a la inversión y, por tanto, al empleo. La minimización del coste del desapalancamiento sobre la economía real requiere, primero, el restablecimiento del crédito al sector privado; segundo, mejoras en la normativa de insolvencia, fomentando los procedimientos no judiciales y facilitando la reestructuración de deuda de proyectos viables en situación de preinsolvencia, y en tercer lugar, medidas de apoyo al sector exterior como fuente alternativa de crecimiento, junto con la aceptación de tasas moderadamente elevadas de inflación, que reduzcan los elevados niveles de deuda privada.

4. Estabilidad financiera para la economía productiva: acabar con la fragmentación financiera para que fluya el crédito a las pymes

Las condiciones crediticias se han deteriorado de manera brusca en Europa. Proponemos que la fragmentación financiera y la caída del flujo crediticio se aborden desde una perspectiva triple: la eliminación de las dudas sobre la situación de los bancos a través de la culminación sin matices de la Unión Bancaria; la puesta en marcha de un programa del Banco Central Europeo (BCE) para otorgar financiación a las entidades financieras, condicionado a la concesión de créditos al sector productivo y la diversificación de las fuentes de financiación de las pymes ampliando los recursos del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

5. Políticas medioambientales para impulsar el necesario cambio de modelo productivo.

Ante la falsa premisa de que sostenibilidad económica y sostenibilidad medioambiental no son compatibles, la UE está abandonando lo que antes era una apuesta decidida contra el cambio climático.

Proponemos que Europa refuerce sus compromisos de reducción de emisiones, desarrollo de renovables y mejora de la eficiencia a través de objetivos vinculantes. Las políticas medioambientales pueden ser una de las palancas más efectivas para el cambio de modelo productivo.

6. La arquitectura europea debe completarse con un pilar social

La reducción de las desigualdades sociales es un factor que contribuye positivamente al crecimiento sostenible y equilibrado. Reclamamos un pilar social que garantice el mantenimiento del Estado de bienestar europeo incluyendo un salario mínimo para toda la UE; el reforzamiento de la negociación colectiva; una renta mínima de inserción por familia y un umbral mínimo del 20% en los presupuestos públicos dedicado al gasto social.

7. Una política fiscal para el crecimiento y el empleo. El presupuesto de la UE como elemento estabilizador del ciclo.

Las reglas fiscales comunitarias han exacerbado el ciclo económico, y el Pacto de Estabilidad y Crecimiento es la base para imponer una austeridad fuertemente procíclica y contractiva.

Proponemos un profundo cambio conceptual que permita que la política fiscal actúe como instrumento contracíclico. Las reglas fiscales deben flexibilizarse para posibilitar que la inversión pública actúe como elemento de estabilización cíclica. Abogamos por modificar en profundidad el pacto fiscal para primar la estabilidad presupuestaria a lo largo del ciclo y así corregir su carácter procíclico. La recomendación de incorporar el equilibrio fiscal en las constituciones debe ser eliminada. El presupuesto comunitario, claramente insuficiente, tiene que aumentarse para que pueda complementar los esfuerzos nacionales en etapas de crisis, potenciando su papel como instrumento contracíclico y cohesionador.

Se debe avanzar rápida y decididamente hacia una mayor armonización de las políticas tributarias y de los niveles de presión fiscal.

Trabajadores de una empresa de energía solar. FOTO: UNIÓN EUROPEA EP

8. Reformas en la gobernanza financiera para la estabilidad y el crecimiento.

Proponemos que la regulación financiera se reforme para profundizar en los elementos de solidaridad interestatal y de mutualización de riesgos, incluyendo una Unión Bancaria que se asiente sobre los tres pilares de supervisión, resolución y garantía de depósitos común y la introducción de eurobonos como medio para reducir los costes de financiación.

Entendemos la Unión Bancaria como un proyecto de estabilidad financiera para el crecimiento que incorpore condiciones estrictas de gobernanza a las entidades que se beneficien de los fondos para su recapitalización.

En el medio ambiente hay base para un nuevo modelo productivo

El presupuesto europeo debe reforzarse, y más en etapas de crisis

9. El BCE al servicio de la cohesión económica y social.

El BCE está incumpliendo su mandato. Su política actual no garantiza la estabilidad de precios que implica despejar los riesgos de deflación o de inflación baja. Tampoco contribuye a la cohesión económica y social. Su política está originando un proceso de apreciación del euro que compromete los esfuerzos para ganar la competitividad que necesitan los sectores exteriores de los Estados miembros para que las exportaciones puedan aumentar su contribución al crecimiento.

El BCE debe aplicar una política monetaria moderna que combine instrumentos tradicionales y políticas no convencionales como la expansión de su balance. La política monetaria expansiva tiene efectos redistributivos, transfiriendo recursos desde los países ahorradores hacia los deudores. Una mayor tasa de inflación ayudaría al reequilibrio macroeconómico simétrico de la zona euro. Cumplir con los requerimientos que imponen los tratados, incluido el de la estabilidad de precios, exige un cambio urgente y decidido en la orientación de la política monetaria. Reformar el mandato del BCE para que la estabilidad de precios y la cohesión económica y social sean objetivos al mismo nivel de importancia, debe ser el paso siguiente.

10. Reformas en la gobernanza política: reequilibrio de poderes para atajar el déficit democrático.

El creciente recurso a los acuerdos intergubernamentales aprobados al margen de las instituciones europeas, evidencia la asimetría de poderes en el seno de la UE. Un desequilibrio cuyo reflejo no es otro que la asimetría observable en los ajustes de deudores y acreedores para combatir la crisis.

Frente a ese poder asimétrico de los Estados miembros, hay que reforzar las instituciones comunitarias normalizando las competencias del Parlamento Europeo como fuente de toda legitimidad democrática en el gobierno de la Unión Europea, y fomentar la cooperación entre aquellos ciudadanos europeos que comparten características sociales y dificultades económicas.?

El Manifiesto completo puede consultarse en el siguiente enlace: http://economistasfrentealacrisis.wordpress.com/manifiesto-para-europa/
Economistas Frente a la Crisis en Twitter: @ecoEFC