Un espacio de conexión
Más de 5.000 proyectos sociales se apoyan entre sí en la red mundial de centros HUB, que ya hierve en Madrid.
Oficinas del HUB Madrid. FOTO: HUB MADRID
Un lugar “donde las taras son ingredientes naturales, y donde la diversidad y la creatividad emergen por cada rincón”. Así describe el joven extremeño Pedro Tomás Delgado, de 27 años, la razón por la que decidió convertirse en miembro del HUB Madrid. Gracias a su pertenencia a esta red de emprendedores sociales, Delgado presentó su candidatura al proyecto del Instituto Unreasonable, en EE UU, donde financian ideas poco razonables como la suya de utilizar una planta para potabilizar aguas residuales. “Presenté mi candidatura y conté con la ayuda de HUB Madrid, quienes me organizaron reuniones con varios inversores sociales”. Ahora, Delgado es el único europeo que ha conseguido que su idea sea financiada por este instituto. “Es un espacio donde se potencia y se apoya de una manera sostenible a los emprendedores. Es, además, una perfecta plataforma internacional”, resume Delgado sobre la iniciativa HUB.
Este proyecto nació en Londres, en 2005, con una idea muy simple: convertirse en una red mundial de comunidades conectadas que facilitan la colaboración entre sus miembros para “un mundo mejor”. A día de hoy ya hay más de 30 HUB abiertos en el mundo, con más de 5.000 miembros activos, que tienen acceso, básicamente, a dos tipos de servicios: una red virtual de asesoramiento y colaboración con el resto de emprendedores, y una red física de centros de co-working o trabajo colectivo, al que pueden asistir un número determinado de horas al mes según el tipo de tarifa que hayan suscrito. En el HUB de Madrid, abierto en 2010 en pleno centro de la capital, hay tarifas desde 15 hasta 200 euros al mes, dependiendo del uso del espacio que se realice. La más completa permite usar las instalaciones de este edificio sin límite de tiempo, dotado con red WiFi, escáner, impresora, cocina, biblioteca y salas de reuniones.
En el HUB de Madrid hay actualmente 230 miembros y seis host o anfitriones que trabajan en la organización del espacio común, ayudando a los miembros y coordinando eventos y tareas. Hay, además, cinco miembros que son, a la vez, host: trabajan cinco horas a la semana en un sistema que denominan give and get (‘dar y tomar’), por el que pagan su tarifa de miembro no con trabajo, sino con tiempo.
“La crisis supone que hay una gran rotación entre los miembros”, confirma Andrea Sánchez, uno de los host de Madrid. Muchos se apuntan dada la flexibilidad y la conectividad que aporta la red, pero se dan de baja si su negocio no arranca, mientras que otros que capitalizan su paro para arrancar sus negocios y emprender toman su lugar. Entre los emprendedores que comenzaron sus negocios en HUB Madrid están Actuable (hoy Change.org), de Francisco Polo; The App Date, de Óscar Hormigos;TEDx Madrid, de Antonella Broglia, y Aquaphytex, el proyecto de Delgado. Los HUB solo admiten, en principio, proyectos de carácter social, y algunos de ellos han llegado a rechazar ideas, aunque no es el caso de HUB Madrid, donde se sufren los rigores de la crisis igual que en cualquier otro proyecto.
El 60% del negocio viene del alquiler del edificio para eventos
El HUB Madrid, que no desvela sus cifras de facturación ni resultados, realiza el 60% de sus ventas alquilando su edificio para que empresas u organismos realicen eventos. Es, realmente, un edificio imponente; su diseño ha recibido varios premios, como el de interiorismo de la III Bienal Iberoamericana de Diseño. El 40% restante de la facturación se realiza con las tarifas de los miembros, pero en la empresa no ocultan que les gustaría que el porcentaje fuera a la inversa, ya que la realización de eventos, a menudo, interrumpe el trabajo de los miembros.
HUB Madrid está asesorando a un grupo de emprendedores que están intentando montar HUBs en otros lugares de España, como Barcelona, Bilbao y Tenerife. Para HUB Madrid sería especialmente interesante que se abrieran iniciativas hermanas como estas, ya les permitiría compartir recursos y miembros. La crisis, sin embargo, ha lentificado las tres iniciativas, y no hay fecha clara de apertura de ninguna de ellas.