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Una nueva conciencia para una nueva economía

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Septiembre 2017 / 50

El Foro NESI busca aunar corrientes para ‘cocrear’ un cambio de sistema bajo la Carta de Málaga para la Nueva Economía y la Innovación Social.

FOTO: @nesiforum

Un nuevo paradigma está emergiendo. Las personas, en todo el mundo, estamos siendo testigos de una nueva conciencia que comienza a construir una nueva economía. Una economía que no se enfoca sólo en “el mercado”, sino que se basa en un sistema social y ecológico. La nueva economía que necesita el mundo no trata sólo de tecnología: trata también de valores. Es aquella que antepone cubrir necesidades a sólo satisfacer deseos; cuidar y vivir antes que consumir; solidaridad y colaboración en lugar de individualismo y competición; democracia y distribución de la riqueza frente a la concentración de poder. Es aquella que ofrece soluciones y no problemas frente a retos como las migraciones forzosas y el cambio climático; y aquella que preserva la armonía entre el ser humano y el planeta ofreciendo un modelo regenerativo y no extractivo. 

Hoy, conscientes de que tenemos metas comunes y de que uniéndonos somos más fuertes, proponemos mayor cooperación e innovación social para la transición hacia un sistema económico nuevo que trabaje dentro de los límites de un planeta ecológico basado en capacidades compartidas, justicia económica y social y derechos humanos. 

Hoy, convocados por el Foro de la Nueva Economía e Innovación Social (NESI), afirmamos que el objetivo, los valores y las estrategias que siguen serán la guía para la cocreación de una nueva economía.  Su meta será servir a las personas y al planeta.

 

LOS VALORES 

Para lograr este objetivo, necesitamos un sistema de derechos y valores en el que la justicia, la solidaridad, la sostenibilidad, la igualdad, la autonomía y la colaboración estén en su centro. 

 

LA AMBICIÓN  

Soñamos y nos comprometemos a cocrear:

- Una nueva economía basada en derechos humanos., que preserve la armonía entre las personas y el planeta, que garantice una redistribución justa de los recursos existentes, que proporcione trabajo decente y acceso justo al ocio y que permita que las personas florezcan. 

 

ESTRATEGIAS

Nos comprometemos a la cocreación de esta nueva economía, basada en valores y derechos; un ecosistema económico mejor que integre los mejores modelos, basados en: 

- Propósito social, como las empresas sociales, la economía para el bien común, la economía social y solidaria, el B-Corps o la banca con valores. 

- Sostenibilidad ecológica, como la agroecología, la economía verde, circular o azul. 

- La colaboración abierta y la justicia, como la economía colaborativa o de comunes. 

- Relocalización, donde sea apropiado, como las ciudades de transición y otros que buscan encontrar un justo equilibrio entre lo local y lo global. 

Todos estos modelos coinciden en interiorizar las metas y los valores de la nueva economía en cada organización, ya que incorporar éstas es una condición previa para lograr  las elevadas metas aquí defendidas. Todos estos modelos y muchos otros están repensando y reformando conceptos como la alimentación, el dinero, las organizaciones, el trabajo, la producción y el comercio. 

 

NOS COMPROMETEMOS A

- Una nueva economía en la que el dinero sea un medio y la banca y las finanzas estén al servicio de las personas.

El propósito de la nueva economía será servir a las personas y al planeta

La creación de dinero debe estar bajo escrutinio democrático, y las personas tener el conocimiento y la capacidad para participar en la solución de problemas como, por ejemplo, la deuda fuera de control. Una nueva economía, en la que consumidores, organizaciones privadas e instituciones públicas promueven un sistema bancario y financiero basado en valores y el bien común. Los mecanismos de distribución y solidaridad, como la filantropía y el trabajo de organizaciones caritativas y no gubernamentales, no sólo financian proyectos para resolver problemas creados por el sistema, sino que abordan las causas de estos problemas y mejoren el sistema. 

- Una nueva economía donde las organizaciones contribuyan al bien común.

Las organizaciones —con o sin fines de lucro— contribuyen al bien común. Ya se trate de empresas, ONG, redes o movimientos sociales, todas habrán de perseguir un propósito social y anteponer el beneficio a las personas y al planeta a un único beneficio económico. Organizaciones que desarrollen productos y servicios que satisfagan las necesidades humanas en armonía con el planeta; más colaborativos, democráticos y transparentes y que evolucionen hacia nuevas formas de copropiedad en las que todos los interesados puedan ser incluidos, contribuir y ser recompensados. Organizaciones formadas por personas que actúen repensando el concepto de propiedad llevándoles a considerar que no poseen el planeta, sino que lo administran por una corta duración, lo cual ayudará a garantizar los derechos de las generaciones futuras. 

- Una nueva economía justa que proteja los derechos humanos y que proporcione a todas las personas acceso a la educación, habilidades y capacitación, así como un trabajo significativo, motivador y valioso.

Nos comprometemos a cocrear una nueva economía en la que los derechos humanos estén protegidos y todas las personas tengan las mismas oportunidades de tener un trabajo significativo, motivador y valioso. Que garantice la predistribución y redistribución de los recursos existentes, considerando las necesidades de las generaciones futuras. Una economía que realce las capacidades y el potencial humano, que nos permita lograr una vida más compartida, equilibrada y feliz explorando y desarrollando nuestro potencial y cumpliendo nuestros sueños. Por esa razón, debemos repensar el concepto y el futuro del trabajo y considerar la remuneración de actividades como el trabajo doméstico, el cuidado infantil y de nuestros mayores, el trabajo voluntario y las actividades culturales y artísticas. 

- Una nueva economía que promueva comunidades resilientes, la soberanía alimentaria y pueda crear mercados éticos.

La economía debe promover comunidades resilientes en un mundo global e interconectado. En ella, las personas tienen derecho a decidir qué tipo de economía quieren para sus comunidades. Donde las personas tengan el derecho a vivir en pueblos, ciudades y regiones sostenibles, sociales, justas y colaborativas. Las personas y las comunidades pueden cultivar alimentos agroecológicos, producir energía sostenible, tener acceso a la tierra, construir casas asequibles con recursos locales y satisfacer sus otras necesidades como ropa u ocio. El comercio es un medio y no un fin. Allí surgen mercados éticos en el ámbito local territorial y supralocal. El comercio sirve a la gente y al planeta, y se tienen en cuenta la huella social y ecológica de los productos.

Imágenes de algunos momentos del Foro NESI, celebrado en Málaga el pasado abril. FOTOS: @nesiforum

Una nueva economía basada en alimentos producidos de manera sostenible en los sistemas alimentarios locales y territoriales, donde los campesinos y los pescadores tengan derecho de acceso a la tierra y el control de las técnicas tradicionales y las semillas autóctonas; donde los productores de alimentos a pequeña escala y los trabajadores tengan medios de vida dignos; donde se garantice a las personas el derecho a acceder a alimentos sanos, nutritivos, locales y agroecológicos, y donde la soberanía alimentaria exista. Donde los recursos hídricos permanezcan protegidos, accesibles y libres de contaminación. 

- Una nueva economía donde se eduque a las personas para un mundo mejor.

Nos comprometemos a cocrear una nueva economía en la que no se nos considere como recursos humanos al servicio de maximizar los beneficios económicos, sino que se nos valore como personas. Nos comprometemos a una nueva sociedad donde las personas sean educadas para ser la mejor versión de sí mismas capaces de contribuir al bien común. Las personas y las organizaciones vivirán en ella valores como la justicia, la sostenibilidad, la equidad y la colaboración y el sistema educativo, los medios de comunicación y las redes sociales apoyan esta visión. 

Esta nueva economía basada en valores y derechos que acabamos de describir no es ni un cuento de hadas ni una declaración de propósitos ingenua. Por el contrario, se basa en la evidencia y la experiencia práctica entregada diariamente por millones de personas y organizaciones en todo el mundo. Además, esta nueva economía contribuirá a erradicar la raíz de problemas como las guerras, las migraciones forzadas y la competencia por los recursos. Esta nueva economía está aquí y ahora y va más allá del poscapitalismo. Nos muestra cómo podemos vivir más con menos y que la felicidad se ve reforzada por la sostenibilidad y el cuidado de los demás. Por todo lo anterior: 

Hoy en día, soñamos y nos comprometemos a cocrear una nueva economía más sostenible, justa, colaborativa y centrada en las personas. 
Hoy soñamos y nos comprometemos a cocrear  un mundo mejor. 

Málaga, 19  de  abril de 2017 

 

600 ENTREVISTAS

* Carta de Málaga: el contenido se basa en la encuesta online en la que han participado más de 600 personas de 35 países, a cargo de D-lab (UB) y el Foro NESI, que la presentó en abril pasado.