Cuando ‘entregar’ rima con ‘insertar’

Iniciativa. Identificar nuevas necesidades y responder a ellas: es el reto de la innovación social. Como ejemplo, La Petite Reine, una empresa de reparto ecológico que contrata a jóvenes sin empleo.

Uno de los empleados de La Petite Reine conduce un triciclo para transportar paquetes. FOTO: LA PETITE REINE

Entregar paquetes sin emitir CO2, sin perturbar la circulación pero con garantía de puntualidad y manejando volúmenes superiores a un sobre de 50 gramos. Ese fue el desafío que se propuso La Petite Reine. La empresa, que funciona en París, Burdeos, Lyon y Toulouse, ha creado una red de servicio de paquetería que opera con triciclos. Por si fuera poco, el reparto de los envíos y el mantenimiento de los vehículos sirven para la inserción de jóvenes inactivos y/o bien que carecen de diploma. Se trata de un servicio ecológico y solidario, ejemplo de innovación social.  

La Petite Reine fue la primera empresa en lanzarse al mercado del servicio de paquetería ecológica en París. Lo hizo en 2001, aunque el modelo económico y el plan de marketing tardaron en establecerse. La sociedad, en un principio una empresa de reparto de cartas y paquetes, se orientó después a la entrega de pedidos de las tiendas entre el vecindario. Ha sido la propia organización la que ha diseñado el modelo de triciclo eléctrico, el Cargocycle, que ha experimentado continuas mejoras hasta llegar al modelo actual, capaz de transportar 180 kilos de carga útil. 

Paquetería ecológica

En 2009 la estructura se unió a Ares, un grupo asociativo que hizo de La Petite Reine una empresa de inserción social. “El oficio de conductor-repartidor se adapta muy bien a la inserción, especialmente a la de los jóvenes. Hay pocos límites para la contratación, pero hay que estar motivado y ser valiente para adquirir un saber estar en el trabajo”, observa Thibaut Guilluy, director general del grupo Ares. La actividad se desarrolla, el triciclo funciona y, en 2011, Ares se asoció a la empresa Star’s Service, líder en el mercado del servicio de paquetería a domicilio. 

La Petite Reine tiene prohibido repartir beneficios y los destina a desarrollar la empresa

Un tercio de los asalariados está en proceso de reinserciónEn 2013, La Petite Reine

El transporte en triciclos evita las emisiones de CO2

En 2013, La Petite Reine se ha convertido en una Sociedad por Acciones Simplificada (SAS), con Star’s Service como primer accionista. La flexibilidad de las SAS permite a los socios definir unas normas acordes con los principios de la economía social y solidaria a la medida de sus deseos. Así, los estatutos de La Petite Reine prohíben el reparto de beneficios, para poder dedicarlos al desarrollo de la empresa.

Fidelizar a los conductores 

Esta asociación económica ha permitido consolidar la actividad del servicio de paquetería ecológico urbano y su misión de inserción, que afecta a un tercio de los asalariados de la empresa. “Éramos conscientes de que nuestros conocimientos y experiencias eran complementarias pero teníamos que alcanzar una voluntad común y compartida de trabajar juntos”, subraya Christophe Gomez, hoy director delegado de La Petite Reine y procedente de Star’s Service.  Esta empresa, que aporta su experiencia en el oficio, se halla muy interesada tanto en la vertiente ecológica como en la dimensión de la inserción. Star’s Service emplea a 2.500 personas, la mayoría de las cuales son conductores-repartidores. 

Star’s Service tiene una fuerte voluntad de desarrollar la formación y una potente política de evolución interna”, subraya Christophe Gomez. Sin embargo, a los directivos les cuesta fidelizar a los conductores en los primeros seis meses. 

La experiencia del grupo Ares en la inserción es una baza preciosa para el nuevo accionista: “Se trata de una labor diaria, pues el proceso de inserción influye en la gestión operativa debido al tiempo que se emplea en apoyar y acompañar o el tiempo que se dedica a reuniones con los encargados de la inserción de los jóvenes para observar la evolución de los asalariados”, precisa el director delegado del grupo. “Lo que en principio se puede considerar un inconveniente, debe pasar a formar parte de la práctica”, concluye.

Pero el compromiso capitalista de Star’s Service abre perspectivas al desarrollo de la actividad. A comienzos de 2013, unos setenta asalariados conducían 80 Cargocycles. El objetivo es superar el centenar de asalariados manteniendo la proporción de un tercio de asalariados en proceso de inserción. La Petite Reine cuenta, además, con una dotación de una decena de vehículos utilitarios eléctricos y en un futuro debería asumir toda la  paquetería verde del grupo Star’s Service.

Cambiar de escala

La Petite Reine ayuda a solucionar males de la ciudad como la congestión de la circulación y la contaminación atmosférica. 

La paquetería mediante triciclos eléctricos permite acceder a  tiendas y empresas situadas en los centros de las ciudades, crecientemente transformado en zonas peatonales. Pionera en 2001, La Petite Reine sigue siendo el líder en servicio ecológico de paquetería, pero los dirigentes de la SAS piden a los poderes públicos, especialmente a los locales, que levanten dos frenos al desarrollo de su actividad: que faciliten el acceso a locales que sirven de espacios logísticos urbanos  de carga y descarga  y que ayuden a generalizar las estaciones de recarga eléctrica para estimular el despliegue del parque de vehículos utilitarios sin emisión directa de CO2.

LA PETITE REINE

AMB, la experiencia española

En España, la experiencia de la bicimensajería se congrega en la Agrupación de Mensajerías en Bicicleta (AMB).

Desde principios de la década de los noventa, las cooperativas de trabajo dedicadas a la mensajería en bicicleta crearon esta agrupación, que hoy aúna a ocho empresas distribuídas en algunas de las principales ciudades españolas (Barcelona, Bilbao, Gijón, Madrid, Mallorca, Oviedo, Pamplona y Zaragoza). Cotidianamente, las cooperativas de la AMB cooperan entre ellas y también con otras empresas, dentro de la Red de Economía Social y Solidaria (Reas), de la que forman parte. 

Con ya cerca de 30 años de experiencia, algunas empresas de la AMB, como la catalana Trèvol, han ampliado los servicios no solo a la mensajería local en bici, sino también con coches eléctricos, envíos nacionales e internacionales, servicios de trámites, tienda y arreglo de bicicletas, limpieza, educación y otros. 

También apoyan la formación y el mantenimiento de otras cooperativas y colaboran con organizaciones sin ánimo de lucro de inserción laboral y de desarrollo en países pobres.

Con la crisis se han acercado más personas de pequeñas localidades que ven en la ecomensajería una salida laboral.