El papel del ICO en la urgente reconstrucción
Ayuda: La entidad pública de crédito necesita sucursales y personal para ejecutar con eficiencia el dinero que viene de Europa y llegar a las zonas más necesitadas.
La macroeconomía ayudó a comprender que en tiempos de crisis el sector público no solo debe mejorar los servicios del estado de bienestar, sino que también debe impulsar la producción de bienes y servicios esenciales y el empleo de calidad. Financiar esas actividades esenciales es la razón de una banca pública. Y hacerlo bien requiere debate, planificación, coordinación y financiación para señalar las prioridades de la inversión y hallar el modelo de banca pública más eficiente y estable para ello. Sin embargo es urgente financiar el plan de reconstrucción, por lo que el Instituto de Crédito Oficial (ICO), la banca pública que nos queda, podría mejorar su apoyo al plan apoyándose en Correos y en las diputaciones provinciales.
Equilibrio territorial
EL ICO es un banco público de inversión (también llamado de desarrollo) pequeño (su activo en 2019 era de 31.823 millones de euros) y que apenas concede el 1% del crédito nacional. Al no gestionar depósitos, es un banco más estable que un banco universal, pues no pone en peligro los ahorros de los ciudadanos. El crédito que ha destinado a proyectos ha ido descendiendo en los últimos años por falta de iniciativas, por lo que para movilizar los recursos que nos lleguen de Europa necesita urgentemente dos cosas: sucursales, para extenderse y contribuir al equilibrio territorial y personal capacitado, con experiencia y creativo que dinamice y acompañe a los emprendedores y a las entidades públicas locales. Similar a él, el joven Bpifrance cuenta con 42 sucursales.
Correos es una sociedad pública estatal que pertenece a la SEPI. Tiene 2.393 oficinas y un total de 4.678 puntos de atención a los usuarios. Aunque el artículo 107 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea no permite la ayuda del Estado a las empresas, esta ayuda sí es posible en concepto de servicio público universal. Aun así, recurrentemente Correos ha presentado pérdidas (salvo en 2019).
En el informe de 2019 su presidente habla de "prestar un servicio público esencial y contribuir a la cohesión territorial y desarrollo económico de ciudadanos y empresas a través de una extensa red humana y de infraestructuras". En 2018, para impulsar a los productores locales y frenar la despoblación, creó la plataforma e-commerce, que recibió el premio eAwards. Con estas características, Correos podría ser el actor financiero que permitiría al ICO usar sus oficinas con servicios online como sucursales de urgencia, en principio una por provincia.
Correos y las diputaciones provinciales podrían desempeñar una función de apoyo
Así mismo, en opinión de la Diputación de Granada, las diputaciones provinciales también cederían espacio al ICO para localizar allí sus sucursales. Desde esas oficinas provinciales, el ICO puede desde ya ser la banca pública de urgencia para financiar, proponer y acompañar los proyectos locales de entidades públicas, colectivos y emprendedores, como hacen en Francia el Banque Postale Colectivités Locales y el Banque des Territories de la Caisse de Dépôts. El desarrollo territorial del ICO promoviendo proyectos también frenaría la compra de fincas rústicas por los fondos especulativos y la multiplicación del negocio intensivo con animales. Y eso no es lo que necesitamos. Como ha afirmado la FAO en sucesivas ocasiones la agricultura campesina es una solución de futuro, más productiva a largo plazo, y menos destructiva del ambiente natural.
Con tiempo habrá que estudiar los cambios definitivos para el ICO y la viabilidad de un banco postal de depósitos de unos 1.300.000 ciudadanos que se calcula necesitan un trato personalizado. Un debate urgente y abierto a la ciudadanía sobre estas propuestas nos ayudaría a decidir cómo hacerlo.