Encuentro mundial por otra economía
La reunión preparatoria del Foro Social Mundial de las Economías Transformadoras congregó a más de 300 personas de 46 países.
Un momento del debate en Barcelona. FOTO: FSMET
Más de 300 personas de 46 países se reunieron entre el 5 y el 7 de abril en la Universitat de Barcelona para hablar de economías transformadoras, ese otro mundo, alternativo al capitalismo, que ya existe. Fueron tres días de debates, dinámicas de grupo, asambleas y consensos, pero sobre todo fueron tres días de confluencia entre distintos movimientos que caminan hacia un horizonte común: el primer foro social mundial dedicado a las economías transformadoras (FSMET), que se celebrará en Barcelona en mayo de 2020.
La primera jornada estuvo dedicada al trabajo en cada uno de los movimientos y acciones transformadoras que participan del proceso hacia el FSMET de 2020: las economías feministas, el movimiento por la agroecología y la soberanía alimentaria, los procomunes y la economía social y solidaria, junto con la educación y la coconstrucción de políticas públicas. Este primer día sirvió para poner en contacto a personas, redes y organizaciones que comparten un área común de acción, pero que trabajan en diferentes territorios e iniciativas.
El movimiento de los procomunes congregó a personas vinculadas a la gestión comunitaria de diferentes recursos, como procomunes rurales, del conocimiento, urbanos, naturales, digitales, etc. La construcción de un relato para dar mayor visibilidad a los procomunes, la gestión de las tensiones con las instituciones, la gobernanza de los movimientos y la puesta en práctica de las iniciativas fueron algunos de los desafíos planteados.
Las economías feministas, por su parte, insistieron en la necesidad de que la mirada feminista sobre las economías no quede solo como un grupo de debate, sino que se extienda a todos los ámbitos de las llamadas economías transformadoras. También hablaron de la necesidad de visibilizar las experiencias concretas, más allá de los discursos, y de erradicar las violencias machistas, tanto en lo micro, como en lo macro, ya sea dentro como fuera de los movimientos transformadores.
El movimiento agroecológico y por la soberanía alimentaria también retomó la lógica de los feminismos, proponiendo una recampesinización feminista, es decir, una vuelta al mundo rural y al trabajo campesino que ponga en el centro el papel de las mujeres. También se hizo hincapié en la necesidad de repensar el sistema alimentario, planificando la producción y el consumo, desde la dieta de las personas consumidoras, hasta la distribución de los productos, pasando por el transporte, de cara a garantizar relaciones justas en toda la cadena.
RETOS DE LA ESS
El movimiento de la economía social y solidaria, por su parte, dedicó parte de la sesión a compartir experiencias valiosas puestas en práctica en diferentes territorios, como Colombia, Portugal, Corea del Sur, Malasia, Inglaterra, India, Sudáfrica y Brasil. Las personas participantes en la sesión identificaron algunos retos, como el conflicto entre las ESS y el movimiento cooperativista en algunos casos, el tamaño demasiado pequeño de las redes y la necesidad de comunicar el cooperativismo de una manera que trascienda las ideologías políticas al uso.
Con respecto a las acciones transformadoras de la economía, se planteó el desafío de establecer un sistema de educación e investigación no patriarcal, decolonial, no basado en la explotación, anticapitalista y contra la desigualdad. Para ello, se propuso que la educación sea transformadora y liberadora, basada en el cuidado del planeta y la dignidad de la vida, y con un modelo transversal, solidario y holístico, que perdure a lo largo de toda la vida.
Por su parte, con respecto a la coconstrucción de políticas públicas, las personas participantes en la sesión coincidieron en la necesidad de poner en el centro la calidad de vida de las personas y crear espacios para favorecer la participación, así como de establecer políticas coherentes y transversales en ámbitos como la educación, la vivienda y el comercio.
Además de estas sesiones, se desarrolló un taller de presentación de la plataforma virtual forum.transformadora.org, que servirá para facilitar el contacto entre organizaciones y personas de diferentes territorios, y favorecer los debates y el seguimiento de las propuestas hacia 2020. También tuvo lugar una reunión de diferentes iniciativas de mapeo de proyectos de economía social y solidaria a nivel internacional y una reunión con medios de comunicación y personas interesadas en contribuir a fortalecer la comunicación del proceso del FSMET 2020.
La primera jornada se cerró con un foro abierto en el que participaron diferentes voces ligadas a los movimientos transformadores internacionales, como Florencia Partenio (Argentina), Pierrette Memong (Camerún), Bernardo Caamal Itzá (México) y Nancy Neamtan (Canadá). Sus intervenciones, de cinco minutos de duración máxima, estuvieron intercaladas con actuaciones musicales de una banda conformada para la ocasión con músicos de la escena local como Txell Neddermann, Simonal Bie y Julián Saladarriaga, entre otros.
Una de las propuestas es hacer un mapeo de iniciativas mundiales
El objetivo es continuar el trabajo conjunto más allá de 2020
En la segunda jornada, las personas participantes en el encuentro se reunieron a trabajar según 10 retos identificados en la jornada anterior: el proceso del foro, la educación transformadora y liberadora, la visibilidad y el relato, el trabajo global-local e intermovimiento, la relación con el Estado y las corporaciones, la gobernanza y autoorganización, la construcción de conocimiento y prácticas, las nuevas tecnologías, la vida en el centro y la estrategia propia.
PROPUESTAS
Estos retos suponen el primer guion en torno al cual se articularán los diferentes debates y avances en el proceso hacia el FSMET 2020. Aprovechar el proceso del foro para intercambiar conocimientos, saberes y prácticas, hacer un mapeo de iniciativas transformadoras en los diferentes territorios e incluir el planeta y la naturaleza en el concepto de “cuidados” fueron algunas de las propuestas que surgieron de las diferentes sesiones.
El tercer y último día, las participantes se distribuyeron por grupos en función de sus territorios de trabajo: Europa, Asia, África, Norteamérica, América Latina y el Caribe y la península Ibérica. Personas procedentes de Asia y África reclamaron una mayor representatividad de estos territorios y propusieron organizar reuniones entre los diferentes movimientos por cada una de las diferentes regiones.
El primer encuentro se cerró con una asamblea plenaria en la que cada uno de los grupos de trabajo dio a conocer las principales conclusiones alcanzadas, y se emplazó a seguir trabajando para ampliar la presencia de más colectivos y organizaciones implicadas de cara a construir una agenda global común que no solo cristalice en el foro de mayo de 2020, sino que continúe a largo plazo para visibilizar que ese otro mundo posible no es una utopía, sino una realidad que ya existe.