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Los evaluadores, devaluados

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Febrero 2014 / 11

Finanzas: La Autoridad Europea de los mercados financieros vuelve a poner en cuestión la calidad de las calificaciones efectuadas por las agencias de ‘rating’.

Cuartel general de la agencia Fitch en Londres. FOTO: GIDEON BENARI

El pasado 8 de noviembre, Standard & Poor’s rebajó la calificación de Francia, y lo hacía por segunda ocasión en un plazo de dos años. La decisión de la agencia no había sido preanunciada en modo alguno, pero pese a la falta de anticipación tuvo muy pocos efectos sobre los mercados.Es una clara señal de que el oráculo de las agencias de calificación de riesgos ha perdido mucha de su credibilidad. Y los resultados del sondeo en profundidad (1) llevado a cabo por la Autoridad Europea de los Mercados Financieros (la Esma, en inglés) en el seno de las tres principales agencias mundiales (Standard & Poor’s, Mooody’s y Fitch) no contribuye demasiado a que la recuperen.

 

CONFLICTO DE INTERESES

En las finanzas sin intermediación, donde quienes compran títulos financieros no conocen a los emisores de deuda del modo en que un banco puede conocer a un cliente a quien concede un crédito, las agencias de calificación se supone que indican a los inversores el grado de solvencia de aquellos a quienes les prestan su dinero, ya sean Estados, empresas, colectividades o instituciones diversas. Su opinión ejerce, pues, una influencia potencialmente determinante sobre el coste de la financiación de los que toman préstamos. Es, pues, esencial que el coste tenga una base correcta. Ya se pusieron en cuestión en 2007 por haber ocultado el peligro de los productos financieros complejos relacionados con las hipotecas tóxicas (subprime), y las agencias fueron acusadas igualmente de haber precipitado la crisis de la deuda soberana de la eurozona a partir de finales del año 2009.

En su informe publicado a principios de diciembre pasado, el regulador europeo de los mercados financieros subraya importantes carencias en los procesos de calificación de los Estados. Los investigadores enfatizan ante todo los riesgos de conflicto de intereses que ponen en cuestión la objetividad de la calificación o la nota. Han observado que los comités que califican —a través de los cuales los analistas de riesgos votan qué nota ponen a cada país— se reúnen a veces en presencia de los altos directivos y de los servicios de comunicación de la agencia, con el consiguiente riesgo de incluir “objetivos comerciales” en la calificación.

 

FALTA DE RIGOR

La Autoridad Europea de los Mercados se alarma igualmente por la falta de rigor del proceso de calificación. En ocasiones, el comité de calificación recibe el dossier del país que se va a evaluar solo pocas horas antes de la reunión de evaluación. Y una vez el voto se ha efectuado, las peticiones de “apelación” formuladas por los Estados, que aportan nuevas informaciones y que solicitan que se reexamine su situación, no son tenidas en consideración la mayor parte de las veces.

El informe enfatiza ante todo el riesgo de conflicto de intereses

Si el ‘gendarme’ no plantea también sanciones, su informe se lo llevará el viento

En especial, los investigadores han constatado que las funciones que normalmente se supondría que deberían desempeñar cuadros experimentados, los ocupan analistas júnior o reclutados poco tiempo antes.

Finalmente, apuntan también a problemas de confidencialidad cuando se publican las notas que se imponen a los Estados, lo cual plantea la posibilidad de que ciertos actores conozcan la evolución de las calificaciones antes que el resto.

En la mayoría de los casos, las auditorías internas de las agencias no han terminado con este tipo de prácticas, que violan el nuevo reglamento europeo sobre las agencias de calificación que entró en vigor el pasado 20 de junio de 2013. Esta nueva normativa hace responsables a las agencias de sus propias negligencias.

Pero si la Autoridad Europea, que viene a ser el gendarme de los mercados financieros, no plantea sanciones, su informe se lo llevará el viento como si fuera un sermón de domingo.


(1) Credit Rating Agencies. Sovereign Ratings Investigation, informe de la Esma del 2 de diciembre de 2013 (www.esma.europa.eu)