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Barcelona, capital de la alimentación sostenible

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Diciembre 2019 / 75

La ciudad acogerá en 2021 la cumbre internacional del Pacto de Milán.

Un puesto en el Agromercado del Fort Pienc, en Barcelona. FOTO: Ayuntamiento de Barcelona

La ciudad de Barcelona asumirá en el año 2021 la capitalidad de la alimentación sostenible, impulsada por el Pacto de Milán, que agrupa a más de 200 municipios comprometidos con modelos agroalimentarios sanos. El objetivo de la candidatura de Barcelona, impulsada por el Ayuntamiento pero con voluntad de extenderla al conjunto del área metropolitana, es colocar la alimentación en el centro mismo de la agenda política durante todo el año 2021 con un enfoque transversal, que interrelacione áreas clave como la economía, la salud y la respuesta ante la emergencia climática del planeta.

El lema elegido para la reunión anual de las ciudades agrupadas en el Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán, que se celebrará en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), sintetiza esta voluntad de interrelación de las áreas citadas, que no siempre parece obvia de entrada: Cultivando resiliencia: sociedades alimentarias sostenibles para afrontar la emergencia climática, es decir, la producción local y ecológica para alimentar a la población de las ciudades con productos saludables como propulsor de una especie de círculo virtuoso con implicaciones positivas tanto para la economía como para la vitalidad de los barrios y la salud pública de los ciudadanos (en particular de niños y niñas) y, por supuesto, de manera directa también para afrontar la situación de emergencia climática, en la medida que la producción agroindustrial y el transporte de los alimentos tienen una especial incidencia en el calentamiento del planeta.

Todo ello, además, anclado en la Agenda 2030 para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, muchos de los cuales implican, directa o indirectamente, también la transformación del modelo agroalimentario en la misma línea que propugnan las ciudades agrupadas en el Pacto de Milán.

 

OPORTUNIDAD

Los promotores de la candidatura de Barcelona se proponen aprovechar la oportunidad que supone asumir la capitalidad para acelerar las políticas ya en marcha para contar con “sociedades alimentarias sostenibles”, pero también para dotar a la ciudad, y al conjunto del área metropolitana, de nuevas herramientas permanentes que consoliden la apuesta una vez pase 2021: la creación de un Consejo Alimentario Sostenible, en línea con las propuestas del Pacto de Milán, y la ratificación de una carta alimentaria, en ambos casos tras un proceso participativo con la comunidad científica, los ciudadanos, los movimientos sociales y todos los actores implicados en la producción, distribución y venta de los alimentos.

Se proyecta crear un Consejo Alimentario Sostenible

El Ayuntamiento de Barcelona pondrá en marcha una Comisión Interdepartamental de Política Alimentaria, que coordinará las políticas transversales y activará una mesa de coordinación con la participación de todas las áreas involucradas en la estrategia de sociedades alimentarias sostenibles: comercio y mercados, Mercabarna, educación, salud, ecología, etc.

El momento culminante de la capitalidad será la cumbre internacional de los municipios firmantes del Pacto de Milán, que en 2021 se celebrará en el CCCB, pero se programarán actividades durante todo el año.

En los últimos años, Barcelona ha impulsado varias iniciativas que empujan en la dirección del Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán, al que se incorporó en 2015, a menudo para contribuir a reforzar la producción, distribución y venta de alimentos de proximidad y ecológicos. Entre ellas, destaca el proyecto Paradistas Verdes en los 40 mercados municipales; el impulso a mercados periódicos en las calles, la Feria de Consumo Responsable, que se instala por  Navidades en la plaza de Catalunya y será el germen del Mercado Social que se ubicará en la antigua cárcel Modelo, el mapeo y apoyo a los huertos urbanos (hay 464 censados) y a iniciativas de distribución como FoodCoop, que se propone replicar el modelo de cooperativa de consumo de alimentos ecológicos de producción local que se ha ensayado con éxito en EE UU, así como el proyecto de Centro de Intercambio Agroalimentario de Proximidad conectado a Mercabarna, el gran mercado mayorista de Barcelona, que albergará, además, un biomarket de 900 metros cuadrados, o los protocolos de menús saludables y con alimentos de proximidad para las guarderías municipales.