AlterEco: un proyecto de todos
Al ir de vacaciones olvidé el extra de verano de la revista. Lo tuve que leer a la vuelta. Hice cuatro o cinco intentos y no lo pude encontrar. Viví la experiencia de cómo es la distribución de las revistas mensuales en España, y decidí escribir esta carta para llamar la atención de quienes apoyan la revista y pedirles algo.
Es una realidad que una revista como la nuestra, mensual, aún poco conocida y de tirada corta, no merece más atención que la de sus lectores. No existimos ni para los distribuidores ni para los quiosqueros y, tristemente, tampoco para muchos potenciales lectores que están lejos de saber de nosotros, y esto entraña dificultades para el proyecto. Creo que entre todos debemos hacer algo para que la revista se vaya conociendo, crezcan sus ventas a un ritmo más rápido y, sobre todo, gane en estabilidad. Para ello, visto lo visto, la única solución es aumentar sustancialmente el número de suscriptores.
Por pequeña que sea, cualquier iniciativa para difundir la revista y para acercar un nuevo suscriptor será una caja de resonancia de las actividades que la cooperativa lleva a cabo permanentemente. El problema al que nos enfrentamos es que, por mucho que se haga, siempre es una gota de agua en un vaso.
Realmente, es difícil abrirse paso en un mundo donde el poder político tiene un control tan férreo de los medios de comunicación y la única fuerza que tenemos es la de los lectores, especialmente de los que apoyan de manera permanente: los suscriptores.
A todos me dirijo, cuando os pido que ayudemos a consolidar Alternativas Económicas como un referente de información libre en un ámbito —el de la economía— de los más manipulados por el poder. Os quiero pedir algo que creo que es factible: que cada uno de nosotros —y ya somos más de 1.500 suscriptores— acerque un nuevo suscriptor a la revista. Anticipo que en ocasiones, al menos así ha sido en mi caso, lo más difícil es concretar la suscripción en la web, pero se resuelve fácilmente: llamando a la revista y dejando un nombre y un teléfono, ellos lo suscriben.Gracias por hacer innecesario que insista.
José Grau
