Pido una renta básica al Ministerio de Economía
Durante la cuarentena, en León se ha cobrado un euro a las personas indigentes por la comida en el comedor social, a través de la Asociación Leonesa de la Caridad (privada y subvencionada), más otro euro por la cartilla que deben presentar. Y, para colmo, hace el Ayuntamiento de la ciudad el catering de las últimas semanas. La comida se pudo haber repartido con voluntarios o mediante Protección Civil. Es gente sin luz en sus casas, gente en la calle que mendiga… y que reciben la pensión no contributiva o la renta mínima de la autonomía. Es un ejemplo de lo que está ocurriendo en un estado de alarma en el que el Estado se hace responsable. La asociación ARENCI, a la que pertenezco, dirigió el pasado 9 de mayo una carta al Ministerio de Economía para exigir una renta básica, para que cada ciudadano reciba una cantidad de dinero mensual sobre el umbral de la pobreza de manera incondicional, y que mientras, se aplique la Carta Social Europea, que prevé un aporte del Estado de manera individual, incondicional y nunca por debajo del umbral de la pobreza. El nuevo ingreso mínimo se presenta como una estafa para las personas necesitadas.
No se trata de dar dinero por dar, sino de un derecho
No cubre las necesidades, se vincula a la búsqueda de empleo y genera una burocracia carísima que no resuelve nada, dentro del síndrome “Yo soy Daniel Blake”. Por no mencionar que la tecnología permite suprimir muchos empleos, más aún a partir de ahora, por cuestiones sanitarias. No se trata de dar dinero por dar, sino de un nuevo derecho que hará que otros muchos se puedan cumplir en la práctica.
Ramiro Pinto Cañón (León)