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Breve presentación del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, 2021-2030

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Octubre 2019 / 7

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 es el documento de planificación estratégica que indica de manera precisa la transición energética que España quiere llevar a cabo entre 2021 y 2030. En ese sentido, el plan identifica los retos y oportunidades a lo largo de las cinco dimensiones de la Unión de la Energía: la descarbonización, incluidas las energías renovables; la eficiencia energética; la seguridad energética; el mercado interior de la energía, y la investigación, la innovación y la competitividad. El plan emite, asimismo, las señales necesarias para proporcionar certidumbre y sentido de dirección a todos los actores.

El PNIEC se divide en dos grandes bloques: el primero detalla el proceso, los objetivos nacionales, las políticas y medidas existentes y las necesarias para alcanzar los objetivos del plan, así como el análisis del impacto económico, de empleo, distributivo y de beneficios sobre la salud. El segundo bloque integra la parte analítica, en la que se detallan las proyecciones, tanto del escenario tendencial como del escenario objetivo, así como las descripciones de los diferentes modelos matemáticos que posibilitan el análisis prospectivo y que proporcionan robustez a los resultados.

El objetivo a largo plazo que guía la preparación del plan es convertir a España en un país climáticamente neutro en 2050, para lo que se pretende conseguir un grado de mitigación de las emisiones brutas totales de gases de efecto invernadero (GEI) en esa fecha del 90% respecto a 1990. En esa dirección, el objetivo del plan es lograr una disminución de emisiones de, al menos, el 20% respecto a 1990 en el año 2030. Según la previsión realizada, las medidas incluidas en el plan permitirán alcanzar un nivel de reducción de emisiones del 21%. Los sectores difusos —residencial, transporte, agricultura, residuos, gases fluorados e industria no sujeta al comercio de emisiones— contribuyen con una mitigación en 2030 del 38% con respecto a los niveles del año 2005, mientras que los sectores sujetos al comercio de derechos de emisión lo hacen con una disminución del 60% respecto a 2005.
 

‘DESCARBONIZACIÓN’ AMBICIOSA

El nivel de descarbonización de la economía planteado por el plan es muy ambicioso: se trata de retirar una de cada tres toneladas de CO2 equivalente del sistema energético. Ninguna de las grandes economías europeas tiene un objetivo de mitigación de emisiones equivalente en ambición climática para ese periodo. Sobre esa piedra maestra se ha erigido el PNIEC.

El PNIEC quiere convertir España en un país climáticamente neutro en 2050

El transporte y la movilidad son la fuerza motriz de la ‘descarbonización’

En el sector de la movilidad y transporte, la descarbonización es, asimismo, intensa en el periodo del plan. En ese sentido, es importante enfatizar que es imposible alcanzar los objetivos de mitigación de emisiones que persigue el plan, sin una descarbonización profunda en las dos próximas décadas de este sector. Y es que España solo estará en condiciones de lograr su neutralidad en carbono en 2050 si consigue reducir a casi cero el consumo de petróleo para usos energéticos en esa fecha. La principal fuerza motriz impulsora de la descarbonización del sector de la movilidad-transporte en el periodo incluido por el plan es la generalización en todas las ciudades de más de 50.000 habitantes de la delimitación de zonas centrales con acceso limitado a los vehículos más emisores y contaminantes, lo que favorecerá un cambio modal que afectará, según el plan, al 35% de los pasajeros-kilómetro que hoy día se realizan en vehículos convencionales de combustión, medidas en las que serán clave las administraciones autonómicas y locales. 

Otra fuerza motriz impulsora de la descarbonización del sector será la presencia de renovables en la movilidad-transporte, que alcanza el 22% por medio de la electrificación —5 millones de vehículos eléctricos en 2030— y el uso de biocarburantes avanzados.

Asimismo, y a más largo plazo, se adoptarán las medidas necesarias, de acuerdo con la normativa europea, para que los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, excluidos los matriculados como vehículos históricos, no destinados a usos no comerciales, reduzcan paulatinamente sus emisiones, de modo que no más tarde de 2040 los vehículos que se comercialicen y matriculen en España sean vehículos con emisiones de 0 g CO2/km. A tal efecto, se trabajará con el sector y se pondrán en marcha medidas que faciliten la penetración de estos vehículos, que incluirán medidas de apoyo a la I+D+i. Con ello se espera que en las dos décadas comprendidas entre 2021 y 2040 el sector nacional de automoción se pueda posicionar de manera flexible e inteligente ante la ineludible transición europea e internacional hacia los vehículos no emisores.

 

REDUCIR LA DEPENDENCIA ENERGÉTICA

La ejecución de este Plan Nacional Integrado de Energía y Clima transformará de manera notable el sistema energético de España hacia una mayor autosuficiencia energética sobre la base de aprovechar de manera sistemática y eficiente el potencial renovable, particularmente, el solar y el eólico. Esta transformación incidirá de manera positiva en la seguridad energética nacional al hacer a nuestro país menos dependiente de unas importaciones cuya factura económica anual no solo es muy abultada, sino que está sometida a los vaivenes geopolíticos y volatilidades en los precios propios de estos mercados.

Además, como resultado de la ejecución del plan se espera lograr en 2030 una presencia de las energías renovables sobre el uso final de energía del 42%, debido a la gran inversión prevista en energías renovables eléctricas y térmicas, y a la notable reducción en el consumo final de energía como resultado de los programas y medidas de ahorro y eficiencia en todos los sectores de la economía. La generación eléctrica renovable en 2030 será el 74% del total, coherente con una trayectoria hacia un sector eléctrico 100% renovable en 2050. En lo que respecta a almacenamiento, destaca el alza de las tecnologías de bombeo y baterías con una potencia adicional de 6 GW, aportando una mayor capacidad de gestión a la generación.

El impulso al despliegue de las energías renovables, la generación distribuida y la eficiencia energética que promueve este plan se caracteriza por estar anclado al territorio. En consecuencia, su ejecución generará importantes oportunidades de inversión y empleo para las regiones y comarcas de nuestro país que presentan en la actualidad mayores índices de desempleo y menores niveles de desarrollo económico. En este sentido, serán especialmente relevantes las oportunidades industriales, económicas y de empleo que en el despliegue del presente PNIEC se identifiquen y promuevan en aquellas comarcas y regiones más afectadas por la transición energética y la descarbonización de la economía.