Una amena lección de historia
La obra teatral Masacre. Una historia del capitalismo español, escrita, dirigida e interpretada por Alberto San Juan y producida por la cooperativa Teatro del Barrio, repasa de un modo entretenido la historia de España desde 1939 y los vínculos entre el poder político y el económico.
Alberto San Juan y Marta Calvó
La obra plantea varias cuestiones: ¿quién gobierna el país?, ¿en qué medida el poder político está sometido al poder económico?, ¿quiénes poseen este último?, ¿por qué, desde cuándo y cómo lo consiguieron?, ¿cuál ha sido la influencia que han ejercido en la historia reciente de España?
En la respuesta a estas preguntas tiene un papel predominante la familia Botín, desde Emilio Botín –nombrado presidente del Banco de Santander en 1950– y su hijo Emilio hasta llegar a la hija de éste y actual presidenta de esta entidad bancaria, Ana Botín.
Aunque la obra va narrando la historia desde el final de la guerra civil, se hace una breve incursión en la Segunda República, en la que se escenifican discursos de Indalecio Prieto y Francisco Largo Caballero.
Se habla de la llegada del turismo a España, del desarrollismo, del interés del régimen franquista por fomentar la propiedad de la vivienda entre los trabajadores y presentar este hecho como ejemplo de la prosperidad del país y del bienestar general, y se pronuncian aquí, en este sentido, unas palabras del primer ministro de la Vivienda, José Luis Arrese, e incluso del general Franco, ya en su decadencia física, interpretado por Marta Calvó.
Van sucediéndose apellidos conocidos de la historia española de las últimas décadas junto a otros que no lo son tanto. Además de la ya citada familia Botín, aparecen los banqueros mallorquines Juan y Carlos March, Esther Koplowitz, y Adolfo Suárez con su famoso discurso: “Puedo prometer y prometo…”. Incluso el Ibex 35 surge como personaje en un breve instante.
Se cita igualmente la empresa constructora Fomento de Construcciones y Contratas, de la que se explica su procedencia de la fusión de las firmas Construcciones y Contratas y Fomento de Obras y Construcciones. Tampoco se olvida mencionar a las familias vascas que fundaron el Banco de Bilbao y el Banco de Vizcaya, así como su fusión para formar el BBV.
LA CLASE MEDIA
La obra comienza con la aparición en escena de una pareja de clase media a los acordes del estándar de jazz In a Sentimental Mood, de Duke Ellington. A partir de aquí, la pareja va relatando su feliz situación como consecuencia del bienestar que les produce una vida aparentemente sin problemas: poseen una vivienda confortable en una urbanización, pueden permitirse ciertos lujos, pero... Más tarde, conocemos el pero. Se pone en evidencia que esa felicidad, basada sobre todo en el consumismo, tenía una base inconsistente, ya que la crisis económica de 2008 se la llevó por delante. La pareja tiene problemas para continuar con el tren de vida al que estaba acostumbrada; además, la mujer pierde el trabajo y eso la avergüenza ante sus amistades porque necesita mantener las apariencias.
La parte más didáctica y política de la obra se intercala entre los diálogos de la pareja.
Con una puesta en escena de una escenografía prácticamente inexistente y basada de modo casi exclusivo en la iluminación, la obra recae de modo fundamental en sus dos excelentes intérpretes: el actor madrileño Alberto San Juan –quien además de haber desempeñado una larga carrera teatral ha interpretado también cerca de cuarenta largometrajes y una veintena de series de televisión– y la actriz barcelonesa Marta Calvó –que se ha dedicado en especial al teatro, la televisión y el doblaje, aunque ha intervenido también en dos largometrajes: Habana blues y Enrique de Navarra–. Ellos, en escena durante toda la obra, son los narradores del texto y dan vida a los distintos personajes que van apareciendo.