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6. Disminuir las cotizaciones crea empleo

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Octubre 2020 / 84

Si se baja el coste de trabajo, las empresas se verán incitadas a contratar a más personas. Parece lógico. Y como no se va a pedir a la gente que siga haciendo el mismo trabajo por menos dinero, el modo de disminuir el coste de trabajo consiste en reducir, cuando no anular, las cotizaciones sociales a él asociadas. 

PERICO PASTOR

NADA LO PRUEBA

Los economistas en general aplican esta lógica, pero, a imagen de una nota publicada en 2019 por los expertos del Consejo de Análisis Económico (CAE) (5) , teniendo en cuenta que, sobre todo, tiene efecto sobre las personas poco cualificadas. En concreto, suprimir las cotizaciones sociales permitiría facilitar la contratación de personas pagadas hasta el 1,6 del salario mínimo, o hasta 2,5 del salario mínimo. Por encima de esa cifra, los salarios se consideran aceptables, pues corresponden a cualificaciones elevadas. ¿Esta eficacia desde el punto de vista del empleo poco cualificado se ha demostrado realmente en los hechos? 

Desde 1993, se han sucedido en Francia toda una serie de reducciones de las cotizaciones sociales hasta llegar al célebre Crédito de impuesto para la competitividad y el empleo (Cice), recientemente transformado por el Gobierno bajando seis puntos la cobertura sanitaria hasta el 2,5 del salario mínimo. Aunque el efecto sobre los ingresos de la Seguridad Social es inmediato, sobre el empleo y la competitividad lo es mucho menos. Los estudios citados por el CAE carecen de peso. Un estudio del Instituto de Políticas Públicas (IPP) (6) llega a la conclusión de que es “difícil detectar un efecto medio de la medida sobre el empleo, las ventas o incluso el valor añadido”.

UN OBJETIVO OCULTO

Cuando, en una entrevista en Le Parisien, publicada el 21 de enero de 2014, se preguntaba al especialista en estos temas, Yannick D’Horty, cuántos empleos podrían crearse gracias a una disminución de las cargas sociales de 30.000 millones de euros, respondía: “Debe rondar entre los 750.000 y 1,5 millones de empleos creados o mantenidos”.

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Pero el Cice, que ronda un tamaño financiero del mismo orden, no cumple su función. La misma nota del CAE, uno de cuyos autores es, por otra parte, Yannick D’Horty, recuerda que las evaluaciones llevadas a cabo “coinciden en indicar una escasa eficacia en lo que respecta a la creación de empleo”, como muestra el estudio más arriba citado. 

Entonces, ¿por qué la cantinela de la disminución de las cotizaciones sociales sigue siendo tan dominante? La clave se halla en la evolución de los salarios en el sector servicios, que crecen tan deprisa como en la industria a pesar de que su productividad es menor.

Disminuir los costes salariales en los servicios domésticos, por definición al abrigo de la competitividad internacional, es en el fondo el objetivo de los que reclaman una revisión de las reducciones de los salarios bajos. Nada confirma que vaya a ser eficaz para el empleo. Y aún menos para la cohesión social, como demostraron no hace mucho las reivindicaciones de los chalecos amarillos.

(5) Baisses de charges: stop ou encore?, por Yannick L’Horty y otros, Note du Conseil d’analyse économique nº 49, enero 2019

(6) Coût du travail et exportations: analyse sur données d’entreprises, por ClémentMalouyres, Rapport IPP nº 20, enero 2020.