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Bruselas, en favor de más fiscalidad indirecta

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Marzo 2014 / 12

El contexto no puede ser más complicado para afrontar una reforma fiscal a fondo. La economía no acompaña (el Gobierno espera un crecimiento del 1% en 2014), y la crisis ha arrollado todos los indicadores de igualdad en España, así que, ahora que toca revisar los impuestos, el factor redistributivo y la progresividad serán leídos con lupa.

El margen se encoge, y no solo porque estamos en un año preelectoral. El contexto es el saneamiento de las cuentas públicas (aunque la deuda va a más). España debe reducir el déficit al 5,8% este año, al 4,2% en 2015 y al 2,6% en 2016. Cumplir con estos objetivos, que ya han supuesto aflojar el calendario inicial de la Comisión Europea, supone lograr 30.000 millones de euros, en más ingresos o con más recortes de gasto. Así que Bruselas enarcó las cejas en cuanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, habló de bajar impuestos. Haga el malabarismo que haga y lo presente como lo presente, necesita recaudar más.

España va a la cola de la UE en ingresos por IVA

Subirá la fiscalidad ambiental

La tesis de la Comisión Europea, que comparten otros organismos internacionales y también el grupo de expertos liderados por Manuel Lagares que asesora al Gobierno para su reforma fiscal, es poner menos presión sobre el trabajo y desplazarla hacia la fiscalidad indirecta, que grava desde el consumo hasta el tabaco o el alcohol. El tipo normal de IVA (21%) está en la media europea (en los países rescatados es del 23%), y ha puesto al sector cultural en pie de guerra. Pero la recaudación de este tributo nos sitúa a la cola de Europa en relación con el PIB, lo cual da idea del fraude. Será difícil escapar a una reclasificación de productos sujetos a tipos inferiores aunque se ceda en el IVA cultural. El IVA es el impuesto menos progresivo, pero subirlo genera cierta ilusión de neutralidad porque pagar más por un café es menos visible que la retención de una parte del sueldo. Vienen también impuestos ambientales, que hoy suponen solo el 1,6% del PIB.