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En Macao se paró la rueda de la fortuna

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Marzo 2016 / 34

La recesión que golpea la antigua colonia portuguesa y su industria de los casinos ilustra la amplitud de los cambios que sufre actualmente China

ILUSTRACIÓN: PERICO PASTOR

Aplausos atronadores. Los nadadores, trapecistas y acróbatas de la House of Dancing Water saludan al público, fundamentalmente chino. La sala, llena a reventar, ha vibrado con las proezas de los 80 atletas de este espectáculo de Macao montado por un antiguo miembro del Cirque du Soleil. Un gran show, creado hace cinco años con 250 millones de dólares de inversión, en el que el escenario se va transformando en piscina, pista de baile y trampolines para motos. 

La sala se ubica en el corazón de la ciudad de los sueños, uno de los templos de juego de Cotai. Este barrio ganado al mar acoge las últimas construcciones excéntricas de los casinos, como la réplica de Venecia con canales y góndolas, que dan fama a la antigua colonia portuguesa devuelta a China en 1999.

Al salir, los espectadores no tienen más opción que circular por un centro comercial ultrachic y pasar por delante de su casino. Sin embargo, este sábado por la noche, hay poca gente en las salas de juego. 
Es normal. Desde hace un año, los casinos están atravesando su peor crisis, hundiendo con ellos toda la economía de Macao, que sufre hoy una recesión a la griega.

80 % de los ingresos de Macao proceden de la industria del juego 

En los nueve primeros meses de 2015, el PIB sufrió una contracción del 25%. El Gobierno, cuyos ingresos proceden en un 80% de la industria del juego, anunció el pasado mes de septiembre un plan de austeridad para mantener su presupuesto en equilibrio, como exige la ley. 

A pesar de todo, el paro sigue siendo bajo: cerca del 2%. Las autoridades regulan el mercado de trabajo estableciendo cupos para los trabajadores no macaenses, aunque sean chinos.


EL SUEÑO CHINO DE XI

La recesión de Macao es una muestra de la transformación, más global, de la economía china, cuya desaceleración se confirma cada trimestre. El pasado 18 de enero, las autoridades anunciaban que el crecimiento del Celeste Imperio sólo había sido en 2015  del 6,9% (frente al 7,3% de 2014). O lo que es lo mismo, el menor desde hace 25 años.  

“Es evidente que ver lo que pasa en Macao tiene que ver con la desaceleración China”, afirma Grant Govertsen, “pero nada en comparación con la campaña de anticorrupción, que es la que explica fundamentalmente la caída de ingresos”. Responsable de la oficina en Macao del banco de negocios Union Caming, este analista cuenta el modo en que Pekín ha torpedeado la estrategia de esta región administrativa especial. “Está relacionado con la naturaleza del juego”, explica Govertsen, “el presidente Xi considera que la gente  acaudalada no debería practicar este tipo de actividad, más si están al frente de empresas del Estado”.

El presidente Xi Jinping tiene un “sueño chino” que combina reformas económicas y nacionalismo, siempre al servicio de los valores “socialistas fundamentales”. Unos valores que, evidentemente, no consideran el juego como una virtud. “A comienzos de 2014”, prosigue Grant Govertsen, “cuando ya estaba en marcha la campaña anticorrupción, los VIP, que eran los que aportaban la mayor parte de los ingresos, se dieron cuenta de que no era una buena idea venir a Macao. Y la economía empezó a decaer de un día para otro”.

Los valores socialistas no consideran el juego una virtud, y menos aún si lo practican los VIP

El juego se hundió un 35% en 2015 y para llenar los casinos se aborda a los turistas

Los ingresos de Macao procedentes del póker y otros sacaperras se multiplicaron por 12 entre 2003 (año de la liberalización de la industria del juego) y 2013, año récord en el que los ingresos alcanzaron los 45.000 millones de dólares, siete veces más que los de Las Vegas. Para responder a la demanda, la población aumentó un 40%, y pasó a ser de casi 650.000 habitantes.

Construidos en cadena y con una arquitectura cada vez más llamativa, como el Grand Lisboa, en forma de loto dorado, los casinos son un símbolo del crecimiento desenfrenado de la economía china en las últimas décadas. En un país del que era difícil salir —los impedimentos para viajar al extranjero no han disminuido hasta hace pocos años—, Macao era el destino elegido por los nuevos ricos. Aaron Fischer, especialista en la industria  del juego del broker chino CLSA, ha calculado que durante esa época loca se rentabilizaron 1.000 millones de yuanes de inversiones en... dos años.


IMPURA Y CORRUPTA

Todo cambió con la llegada al poder de Xi Jinping a comienzos de 2013. El nuevo presidente advirtió enseguida a Macao de que debía prepararse para afrontar “la adversidad”. En su visita  a finales de 2014, aunque sin mencionar jamás directamente los casinos, animó a los dirigentes a hacer que su economía fuera más “sostenible” y a diversificarla. También se lo pedía a otras provincias, pero insistía especialmente en Macao, a la que Pekín considera sinónimo de corrupción, una corrupción generalizada en China y contra la que Xi Jinping lleva una encarnizada campaña tanto para afianzar su poder apartando a sus adversarios como para devolver la imagen de “pureza”, según sus términos, del Partido Comunista y acabar con los excesos que ponen en peligro su credibilidad.

Macao y sus casinos ocultaban todo un sistema de blanqueo de dinero. “Se juega con dinero líquido y durante mucho tiempo nadie preguntaba de dónde procedía”, explica Matthew Li. Profesor asociado de Marketing en la Universidad de Macao, es uno de los firmantes de un artículo académico sobre la crisis actual publicado en la pasada primavera. “Macao se utilizaba como una plataforma para distribuir sobornos a los que hacían negocios en la China continental”, añade. Las medidas antiblanqueo del Gobierno central han acabado con ello. 

Pekín quiere que la economía china en general pase de un modelo liderado por las exportaciones a un crecimiento alimentado por los servicios y el consumo. Para Macao eso podría significar “convertirse en un lugar de diversión para todo el mundo, como lo es Las Vegas en Estados Unidos, y no de la élite”, observa Grant Govertsen. No será fácil, pues “no se puede cambiar así como así de modelo de negocio”, advierte el analista. El hundimiento del juego, cerca de un 35% el año pasado, lleva a unas prácticas inconcebibles hace sólo dieciocho meses. Para llenar los hoteles y los casinos, unas azafatas abordan a los turistas que acaban de desembarcar del ferry de Hong Kong y les ofrecen una suite gratuita si se comprometen a jugar unos miles de euros.

Al diversificarse, Macao responde no sólo a lo que le pide Pekín, sino que también tiene en vistas un mercado llamado a aumentar. En una década, la clase media alta china y las categorías con elevados ingresos han pasado de ser 4 millones a 67 millones de personas, según el instituto Pew Research Center. Y va a más.

Sin embargo, será necesario algo más que  las rebajas en los precios de las habitaciones y los espectáculos como el de la House of Dancing Water para que acudan los chinos de poder adquisitivo creciente, hace notar el profesor Liu, quien subraya que los parques temáticos forman parte de las “ideas prometedoras”. Como el que se acaba de abrir dedicado al cine norteamericano. O el Parisian, un París a escala reducida cuya apertura está prevista para el segundo semestre de este año. Liu recuerda otra baza nada desdeñable: Macao conserva el monopolio del juego en China.

 

PARA SABER MÁS

China’s Macao Transformed, por Eilo W. Y. Yu y Ming K. Chan, City University of Hongkong
Press, 2014.

“Rapport conjoint au Parlement européen et au Conseil sur la région administrative spéciale de Macao”, informe anual 2014, en http://data.consilium.europa.eu/doc/document/ST-8350-2015-INIT/fr/pdf

Las estadísticas de Macao, que a diferencia de las de la China continental se consideran fiables: www.dsec.gov.mo/default.aspx?lang=en-US&noredirect=true