Accede sin límites desde 55 €/año

Suscríbete  o  Inicia sesión

Enseñanza con insuficiencias

Comparte
Pertenece a la revista
Septiembre 2014 / 17

Catedrático de Economía Aplicada y ex rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)

La economía está en crisis, pero también lo está la formación en economía, pues el pluralismo es cuestión de democracia.

FORMACIÓN COJA Un alumno de Económicas en la UAB. FOTOGRAFÍA: ANDREA BOSCH

A raíz del estallido y posterior desenvolvimiento de la crisis se ha escrito bastante sobre la falta de formación de los economistas para predecir, advertir y ofrecer respuestas adecuadas. No cabe duda de que, salvo excepciones —que también las ha habido—, se puede hablar de fracaso de la ciencia económica actual como consecuencia no solamente de que la mayoría de los economistas no hayan sido capaces de predecir la crisis, sino ni siquiera de advertir de los peligros que se estaban dando. Este fracaso es lo que conduce a Roberto Petroni (2010) a publicar un libro con el impactante título Proceso a los economistas.

En este libro de Petroni se cuenta la anécdota que ocurrió con la visita de la reina Isabel II a la London School of Economic (LSE) en noviembre de 2008. Ante el estupor general, la reina preguntó: “¿Cómo es posible que nadie se hubiera dado cuenta de que se nos echaba encima esta espantosa crisis?”. Le correspondió a Luis Garicano, director del departamento de Management, tan solo farfullar una defensa del oficio.

Según narra Posner (2012) reaccionando a la pausada manera británica, el 27 de junio de 2009, siete meses después de la visista de la reina, la academia británica convocó un foro para contestar a su pregunta. La respuesta se entregó en forma de carta el 22 de julio, dirigida a la reina y escrita por dos profesores de la LSE, Tim Besley y Peter Hennessy. La responsabilidad del descuido se atribuye a “un fallo de la imaginación colectiva de muchas personas inteligentes, de este país y del extranjero, a la hora de entender los riesgos para el sistema en su conjunto”.

El 10 de agosto se envió otra carta a la reina en respuesta a su pregunta, esta vez firmada por diez economistas ingleses y australianos. Esta carta critica la de Besley y Hennessy. Afirma que "su análisis general es insuficiente pues no reconoce deficiencias en la formación o cultura de los propios economistas”. Continúa diciendo que “en los últimos años, la economía se ha convertido prácticamente en una rama de las matemáticas aplicadas, y se ha (…) separado de los acontecimientos e instituciones del mundo real”. Esta última carta acierta con el diagnóstico de la situación sobre las insuficiencias de la ciencia económica actual.

Por esto, resulta muy pertinente el llamamiento internacional de estudiantes de económicas a favor de una enseñanza plural. Este llamamiento, que tiene su origen en la Universidad de Manchester, ha sido apoyado por 42 asociaciones de estudiantes de economía de 19 países diferentes y cuenta con el apoyo de profesores. El comienzo del escrito resulta esclarecedor: “No es solo la economía mundial la que está en crisis. La enseñanza de la economía también lo está, y esta crisis tiene consecuencias que van más allá de la universidad”. El desarrollo de su planteamiento en favor de un pluralismo de teorías, métodos y disciplinas, es acertado y la conclusión es claramente un llamamiento a lo que debe ser la función de la universidad: “El pluralismo en economía es esencial para un debate público saludable. Es cuestión de democracia”.

La ciencia económica cada vez parece más alejada del mundo real

La enseñanza de la economía debería, por tanto, reformarse en la línea que mantiene el manifiesto de los estudiantes, una enseñanza con enfoques más plurales y no solamente impartir como modelo único el sustentado en la síntesis neoclásica- keynesiana. Así como en lo que se mantiene en la segunda carta dirigida a la reina. El uso de las matemáticas e instrumental cuantitativo resulta necesario, pero como un medio para tener una información más precisa de la realidad pero en ningún caso como un fin en sí mismo. Las diferentes teorías y el análisis cuantitativo deben ser complementados con el estudio de la historia, el pensamiento y la estructura y las instituciones económicas.

Referencias bibliográficas: Petroni, Roberto (2010): Proceso a los economistas, Alianza editorial. Posner, Richard A. (2012): La crisis de la democracia capitalista, Marcial Pons, Madrid.