Pasar de la adolescencia a la edad adulta
La gestión de macrodatos ya no suena a chino a las grandes empresas. La evolución de su actitud es reveladora.
Un informe de The Economist sobre la cuestión* publicado el año pasado venía a decir que se ha pasado de una excitación inicial sobre el Big Data a estar a la expectativa sobre el impacto que los datos puedan suponer a largo plazo para su negocio. Se encontrarían, así, en una especie de edad adolescente en la que confrontan el riesgo de convertir las promesas y el potencial de la herramienta en resultados tangibles. ¿En qué consistiría en este caso pasar a la edad adulta? Se trataría de no fijarse tanto en un enorme volumen de datos que captar como en la utilidad concreta para la organización.
No se trata de captar datos, sino de hacer que sean útiles y rentables
Las empresas que usan mejor los datos superan a sus rivales
La publicación se basa en 550 encuestas, más seis entrevistas a fondo con altos ejecutivos de grandes empresas de distintos sectores, y compara los resultados con las investigaciones que había realizado en el pasado. La proporción de corporaciones que han constatado que la gestión de datos ha cambiado radicalmente su manera de hacer negocios ha pasado en cuatro años del 9% al 14%. La de los que consideran importantes fuentes de información a la hora de tomar decisiones ha avanzado del 39% al 44%. Las encuestas dejan claro que quienes gestionan mejor los datos obtienen mayores beneficios que sus rivales. En la jerarquía de la organización, cada vez están en lugar más elevado los directivos que se ocupan del tema, e incluso se ha tendido a crear puestos específicos como el de responsable de datos. Sin embargo, revelan que retos como la gobernanza y la seguridad de los datos no están resueltos. (*) Big data evolution: Forging new Corporate capabilities for the long term. 2015
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