Punto de destino: un modelo energético 100% renovable
Consultora en energías renovables e ingeniera industrial
A la deriva. Así ha dejado el gobierno al sector a instancias del ‘lobby’ energético, pero cabe un golpe de timón social
El 24 de diciembre del año pasado, la generación de energía eléctrica a través de energía eólica en España superó el 64% de la cobertura de la demanda, y, en su conjunto, las energías renovables cubrieron el 32% de la demanda anual. Datos sorprendentes, aunque no fuera de lugar teniendo en cuenta el rapidísimo crecimiento que han registrado en los últimos años las instalaciones de energías renovables, principalmente las eólicas y las solares fotovoltaicas.
No parece un puerto de partida equivocado para empezar el camino hacia un modelo energético basado en el 100% en energías renovables. De hecho, ya habíamos dejado el puerto atrás hace años y podríamos decir que habíamos partido con un arranque tremendo, quizá incluso demasiado, en cierto modo, alimentada la vela por las tarifas incentivadas.
Encima, teníamos buenos marineros, empresas españolas punteras, fabricantes de molinos (Gamesa, Ecotecnia, etc.) y módulos (Isofotón, Siliken...), y un conjunto de pequeñas y medianas empresas (pymes) que articularon la distribución de equipos y la instalación de plantas de menor tamaño. También se colaron polizones, meros intermediarios que, sin aportar ningún valor añadido, inflaron los costes de desarrollo, aunque finalmente el propio mercado los acabó arrinconando.
Como decíamos, el barco navegaba a rumbo, a una buena velocidad de crucero; donde incluso ya no empezaban a hacer falta las tarifas incentivadas, estábamos llegando, con algunas tecnologías, a la “paridad de red”. Pero citando una viñeta de El Roto, el establishment energético gritó: “¡Detenedle (los)!, ¡parece que sabe(n) donde va(n)!”.
Evidentemente, el sujeto que recibió tal imperativa era el Gobierno, y el barco se ha detenido no solo porque se dejó de alimentar, desincentivando, sino porque le han quitado las velas y los remos, a través de peajes e impuestos. Pero el puerto de destino no ha desaparecido de la carta náutica.
El puerto de destino es un modelo energético basado en la generación distribuida al 100% través de energías renovables. La previsión de llegada es hacia el año 2050, siguiendo las pautas del Roadmap de la Unión Europea y alentados por el Energiewende alemán, después del anuncio del parón nuclear.
Los porqués: luchar contra el cambio climático, disminuir la dependencia energética y protegernos de la previsible subida de costes de los combustibles fósiles.
EL RETO DE ALMACENAR ENERGÍA
La ruta se enmarca en una estrategia global que incluye tres vectores, en lo que se refiere al sistema eléctrico: la reconversión del mix de generación a un mix 100% renovable, la reconversión de la red a una red inteligente (smart grid) y descentralizada, que permita una planificación y gestión tanto de la demanda como de la generación, y la implantación de medidas de ahorro y eficiencia energética.
Uno de los principales retos de esta estrategia es la sustitución de la generación de base actual, nuclear y térmica; es decir, la que nos garantiza un suministro independientemente del viento y el sol. Dicho reto, como apuntan varios estudios, se basaría en la energía hidráulica, a través de la repotenciación de las centrales actuales y el incremento de los sistemas de almacenamiento, principalmente la hidráulica tipo bombeo. A su vez la demanda se complementaría con el incremento de la solar, eólica terrestre y marina y otras renovables controlables (biomasa y termosolar).
REINDUSTRIALIZACIÓN
Los mismos estudios apuntan a unos costes futuros de generación competitivos, teniendo ya realizada la elevada inversión inicial durante los pasados años. Por otro lado, los beneficios globales, teniendo en cuenta el proceso de reindustrialización que implicaría, en términos laborales, sociales, técnicos y medioambientales, suponen una oportunidad incalculable.
Viendo el actual golpe de timón que ha dado el Gobierno, y que ha dejado al sector a la deriva y con riesgo de naufragio, no es de extrañar que sea la sociedad, organizada a escala local o en red, que coja el timón. Entonces ya no estaremos hablando de una gran embarcación, sino de diversos barcos descentralizados y dimensionados respecto a la demanda requerida.
Vemos ejemplos de este proceso en Alemania, donde el 65% de la potencia renovable proviene de pequeños productores privados. Varias ciudades han votado en referéndum la remunicipalización de sus proveedores de servicios energéticos, Hamburgo entre ellas. En España, un ejemplo de este modelo de empowerment energético es la exitosa cooperativa Som Energia, comercializadora y productora de energía verde, que en tres años ha conseguido 10.000 socios. Sin capitán, guiarán los marineros.
Agencia Europea de Medio Ambiente. No.10/2013
*Redrawing the Energy-Climate Map. World Energy Outlook Special Report.
Agencia Internacional de la Energía. Junio 2013.