Dignidad // Cooperativismo frente a la desigualdad
La economía social aporta herramientas esenciales para afrontar los grandes desafíos globales y en particular la creciente brecha de rentas.
Uno de los rasgos más destacados de la economía mundial es la gran desigualdad de las rentas. Esto debe situarse, en paralelo, a los desafíos —de todo tipo— que está comportando el cambio climático. Según Oxfam, 85 personas tienen el mismo volumen de riqueza que la mitad menos rica de la población mundial. El cálculo se ha realizado a partir de estimaciones de Crédit Suisse. Esto obliga a adoptar sistemas de transferencia y tributarios cada vez más progresivos, en forma de subvenciones a la creación de empleo. La alternativa es relegar a una proporción creciente de la población a una vida de trabajo escaso. Y esto no es aceptable, por un motivo trascendental: la dignidad es la esencia de la sostenibilidad social. En Estados Unidos, la desigualdad en la distribución de la riqueza nunca, desde los años 1920, ha sido tan grande como ahora, según Branko Milanovic. Este autor trata la desigualdad entre los países considerando sus rentas medias per cápita. El mundo es muy desigual: mientras que hacia 1870 la desigualdad entre los habitantes del planeta se debía a la clase social de pertenencia, actualmente obedece sobre todo al país de nacimiento.
Sin embargo, en 1955 Simon Kuznets hizo el primer intento de estudiar empíricamente la relación entre el nivel de ingresos y la desigualdad. Utilizando datos de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, evidenció el deterioro de la distribución del ingreso en las primeras etapas de desarrollo y después una mejora espoleada por el crecimiento económico. Sugirió que el aumento de la desigualdad en los países en desarrollo era parte de un proceso inevitable, que conduce al desarrollo y, como posible explicación de este patrón, propuso la concentración del ahorro y la urbanización. A partir de este punto, empezaron una serie de estudios teóricos y empíricos, para evidenciar lo que Kuznets había mostrado. Pero una pregunta siempre ha estado presente, de forma subliminal, en todas estas aportaciones: ¿por qué debería importarnos la desigualdad si ésta es una fuente intrínseca del proceso social? Por dos razones: la primera se debe a la preocupación de que los altos niveles de desigualdad socavan el proceso de desarrollo de un país determinado; y la segunda pertenece al campo filosófico, puesto que este fenómeno sería el resultado de un sistema económico injusto, ya sea por la adhesión a una de las interpretaciones de los principios subyacentes a una distribución justa que han sido expuestos por John Rawls, o por la percepción de los miembros de una sociedad que, independientemente de los principios que apoyan su posición, exige un cambio de sistema que permita mejorar su estado de bienestar.
¿Un nuevo ‘mainstream’?
Ahora bien, los trabajos que se van divulgando comienzan a surtir efecto entre la ciencia económica y, al mismo tiempo, impregnan pensamientos y discursos en el ámbito político, con aportaciones consideradas antes como infrecuentes. En este sentido, un libro reciente coordinado por Olivier Blanchard y Dani Rodrik compila un haz compacto de trabajos con firmas insignes (Philippe Aghion, Daron Acemoglu, Larry Summers, Gregory Mankiw, entre otras) cuyas reflexiones giran en torno a un aspecto esencial: el avance de la desigualdad. La temática se abordó, igualmente, en el reciente Foro de Davos, el sancta santorum de la narrativa económica convencional, cuyas argumentaciones son trasladables después a todas las esferas del mundo de la economía. Aquí, en este ambiente ortodoxo, se presentó un texto, firmado por grandes empresarios multimillonarios, que se hacían eco de los problemas que se vislumbran tras el avance imparable de la desigualdad, con recomendaciones sorprendentes: estos empresarios reclaman, entre otras cosas, la urgencia en subirles impuestos. A ellos: tanto en la renta como en el patrimonio. Una declaración insólita, que choca con la obstinación en reducir la tributación por parte de partidos e instituciones conservadoras, en un escenario severo de crisis.
La pobreza energética aumenta. Foto: Getty Images
Los firmantes del texto empresarial enfatizan la necesidad de la persecución del fraude fiscal y desvelar la evasión tributaria hacia paraísos fiscales. Un aspecto central sobre el que Gabriel Zucman ha aportado datos demoledores: en los paraísos fiscales se esconden 6 billones de euros, que supone la depredación a los Estados de unos 130.000 millones de euros en impuestos. Este número se asemeja a la suma de las partidas Next Generation que recibirá España en los próximos años. La desigualdad está repartida, con la concentración del capital en pocas manos y la superioridad de sus rendimientos en relación con los del trabajo. Un escenario que se debe abordar. Por eso la economía social y el cooperativismo resultan vitales. Representan la transformación de la economía desde la propia economía, rompiendo la lucha entre el capital y el trabajo mediante formas empresariales inclusivas, democráticas, superando esa visión egoísta de Friedman y sustituyéndola por la búsqueda del impacto y el fortalecimiento del sentido de comunidad.
Ante los grandes retos a los que nos enfrentamos (desigualdades, cambio climático, cuarta revolución industrial y degeneración democrática), el cooperativismo surge con fuerza como una propuesta humana y, en cierto modo, moderna, que resuelve problemas de manera preventiva, ex ante. Gran parte de la respuesta a los desafíos del siglo XXI debe sustentarse en base en nuevos paradigmas, organizaciones y conceptos. El federalismo en el ámbito político, y la economía social en el ámbito económico, que comparten gran parte de su fuente doctrinal, deben y van a tener mucho que decir.
Para saber más:
Blanchard, O.-Rodrik, D. (directores) (2022): Combatiendo la desiguadad. Deusto, Barcelona.
Carter, Z. (2021): El precio de la paz. Paidós, Barcelona.
Keen. S. (2021): ¿Podemos evitar otra crisis financiera?. Capitán Swing, Madrid.
Kuznets, S. (1955): “Economic Growth and Income Inequality”, American Economic Review, 45 (1), 1-28.
Milanovic, B. (2021): Capitalismo, nada más. Taurus, Barcelona.
Piketty, T. (2022): Una breve historia de la igualdad. Deusto, Madrid.
Tooze, A. (2022): El apagón. Cómo el coronavirus sacudió la economía mundial. Crítica, Barcelona.
Urry, J. (2017): Offshore. La deslocalización de la riqueza. Capitán Swing, Madrid.
Zucman, G. (2014): La riqueza oculta de las naciones. Pasado&Presente, Barcelona.