Economía solidaria: historias de éxito
El nuevo Extra de ‘AlterEco’ se centra en empresas punteras que operan con valores cooperativos
Alternativas Económicas ha dedicado su Extra de 2017 a la economía solidaria, el segmento más combativo de la economía social, que aspira no sólo a seguir los valores cooperativos, sino a que las empresas sirvan además como instrumentos de cambio hacia una sociedad más democrática y equitativa. El Extra, de 88 páginas, lo recibirán en su casa todos los suscriptores y también puede adquirirse en quioscos y librerías con un PVP de 6,90 euros.
La publicación elaborada por Alternativas Económicas ha contado con el apoyo económico del Comisionado de Cooperativas, Economía Social y Solidaria y Consumo del Ayuntamiento de Barcelona, lo cual ha permitido por vez primera disponer de una edición en lengua catalana, que recibirán los suscriptores de Catalunya, salvo que soliciten que se les envíe en lengua castellana. Ambas ediciones comparten la filosofía y una mayoría de experiencias reseñadas, aunque la selección de cooperativas no es idéntica: para la edición en castellano contiene casos de toda España, mientras que la escrita en catalán tiene un enfoque más conectado con la actividad de las empresas en Catalunya.
El Extra incluye artículos panorámicos sobre el sector, que se adentra ya en sectores estratégicos de la economía como la banca, la energía y las telecomunicaciones, pero se centra en 10 experiencias empresariales de éxito. Y el éxito se entiende no sólo a partir de las magnitudes clásicas —eficiencia, mejora de sus constantes financieras pese a la crisis, etc.—, sino también por las innovaciones de gestión y organización impulsadas desde una lógica cooperativa, que han funcionado muy bien, pese a que difícilmente tendrían el visto bueno de las escuelas de negocio convencionales. Desde los modelos que parten de grupos autogestionados dentro de una misma empresa sin la autoridad de un CEO común hasta el mecanismo de que cada trabajador se proponga su propio sueldo y lo debata con los compañeros, pasando, entre otros, por un “banco de horas” para sortear las crisis sin tener que despedir a nadie a cuenta de trabajar más cuando lleguen más pedidos, o los avales mancomunados personales, troceados entre toda la base social para poder acceder a una financiación que desde los criterios convencionales sería inaccesible, y hacerlo, además, sin casi riesgo para la entidad financiera que la aporta.
