El mercado social toma Madrid
La Feria de la Economía Solidaria se consolida como escaparate de los modelos alternativos que hacen compatible la solvencia con la justicia social y la sostenibilidad.
Una de las actividades del Mercado social en El Matadero de Madrid. FOTO: Mercado Social
Otra vez las finanzas éticas y solidarias. La segunda edición de la Feria de la Economía Solidaria de Madrid, que se celebró el 31 de mayo y el 1 de junio, fue un éxito, al convertirse en una referencia capaz de concitar cerca de 150 propuestas de economía social, atrayendo, además, a más de 12.000 ciudadanos ávidos de un modelo económico en el que se compatibilice la solvencia de las propuestas con la justicia social y la sostenibilidad ambiental.
La feria está promovida por el Mercado de Economía Social de Madrid y la Red de Economía Alternativa y Solidaria, cuyas motivaciones y causas se glosan en la Carta de Principios de la Economía Solidaria. En este documento se subrayan seis cuestiones que articulan y dan sentido a esta feria: la equidad, el valor del trabajo, la sostenibilidad ambiental, la apuesta por un modelo económico basado en la cooperación, la renuncia a los fines lucrativos, y el principio de compromiso con lo local.
En coherencia con lo anterior, en este mercado social, se podía comerciar utilizando únicamente el boniato. Como explica Toño Hernández, uno de los promotores de esta iniciativa, “el boniato es una moneda social que no tiene intereses, con la que no se puede especular, basándose en valores éticos, solidarios, ecológicos y de justicia social”. En esta segunda edición se han utilizado más de 40.000 boniatos. El valor de cambio de un boniato es similar al de un euro, sin contar con las externalidades negativas de la moneda europea.
En opinión de César Gómez, coordinador de la feria, estos principios se pueden sintetizar en que “nuestra alternativa económica es la que pone a las personas en el centro del modelo productivo. Teníamos que hacer algo que visibilizara las alternativas económicas y sociales que existen o se están poniendo en marcha y que nacen de empresas, cooperativas, organizaciones… Ante esa necesidad de mostrarle a la ciudadanía que hay otras formas de hacer economía, surge esta feria, que es un espacio abierto a todas las personas e iniciativas que compartan estos valores”.
Mario Sánchez-Herrero, profesor de Economía de la Universidad Complutense de Madrid, afirma: “La feria es una demostración innegable de que la sociedad activa es capaz de generar proyectos económicos que den viabilidad a la ineludible causa de transformar nuestra forma de habitar el planeta y de habitarnos a nosotros mismos. Aquí emergen de manera armónica propuestas de calidad mostradas con calidez”.
El nombre de las entidades colaboradoras de esta feria enfatiza su carácter transformador y su posición, por una parte crítico y por otra propositivo. Se trata de un amplio catálogo de organizaciones que se dedican a sectores tan cruciales como diferentes, como son los casos de Fuhem, toda una referencia en lo que a educación se refiere; la empresa de no lucro Ecooo, que desde hace más de once años se dedica a generar procesos de democratización de la energía a través de renovables; Coop57, todo un hito en el desarrollo de modelos de financiación sociales y cooperativos, y la veterana librería y editorial Traficantes de Sueños.
La Feria de Economía Social y Solidaria de Madrid, pone el acento en la urgente necesidad de vincular principios éticos y de sostenibilidad con el consumo. Mario Sánchez-Herrero afirma: “No se debe admitir un modelo económico que disocie nuestra necesidad de consumir bienes y servicios de los conceptos más básicos de la decencia humana. Esta feria de lo que trata es de eso, de la decencia que no puede ni debe ser corrompida por leviatán económico alguno”.