Las pérdidas superan los 51.000 millones
El volumen total de recursos comprometidos en ayudas a la banca asciende a 172.302 millones de euros.
La crisis financiera ha causado daños devastadores a múltiples colectivos de este país. El más severo, sin duda, es el constituido por los 3,6 millones de trabajadores que han perdido el empleo desde 2008. Junto a esta abrumadora destrucción de puestos de trabajo, los ciudadanos han tenido que hacer frente a una abultada factura para sanear a bancos y cajas que ha requerido la movilización de cuantiosos recursos públicos y privados. Lo más inquietante es que una parte importante de este dinero ya se da por perdido, según han reconocido las autoridades. Nada menos que 51.681 millones de euros se han despilfarrado hasta el momento.
Por una parte, los contribuyentes deberán pechar con las pérdidas de 36.932 millones de euros reconocidos por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) durante los ejercicios de 2010, 2011 y 2012. Por otra, el millón de familias titulares de participaciones preferentes y obligaciones subordinadas han sufrido directamente una evaporación de sus ahorros de 14.750 millones de euros, que constituyó el primer rescate de la banca en los primeros momentos de la crisis .
Pero la factura de pérdidas puede crecer todavía en la medida en que el volumen total de dinero comprometido en la salvación de la banca ascendía a finales de noviembre de 2013 a 172.302 millones de euros (véase el cuadro). Se trata de una cuantía ocho veces mayor que los recursos movilizados para hacer frente a las crisis bancarias de 1978-2004, en las que se precisaron 22.118 millones de euros de 2011, según el trabajo elaborado por Antoni Garrido, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona.
La crisis actual ha sido ocho veces más cara que las de 1978-2004
Los bancos se han ahorrado 17.137 millones en impuestos
La segunda partida más relevante corresponde a las inyecciones directas de capital por una cuantía de 55.691 millones de euros, de los que unos 40.000 millones han sido aportados por la Unión Europea a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
Las entidades más beneficiadas por estas inyecciones de capital público han sido Bankia (22.424 millones de euros); Catalunyabanc (12.050 millones); NCG Banco (9.226 millones) y Banco de Valencia (6.100 millones). Además de los avales mencionados, el Sareb también ha recibido una inyección de capital de 2.129 millones de euros.
Las entidades financieras españolas han contado además con la financiación privilegiada del BCE, que ha proporcionado 313.000 millones de euros en préstamos a tres años a un tipo de interés de entre el 1% y el 0,75%. Igualmente ha resultado muy beneficiosa la limitación de los tipos de interés de los depósistos de los ahorradores.