A la cola en la inversión relacionada con la atención y educación de la infancia

La UE y la OCDE hace casi dos décadas que llaman a los gobiernos a invertir en la primera infancia, de cero a seis años, porque hacerlo favorece  la igualdad de género y ayuda a combatir la pobreza y la desigualdad escolar. Sobre todo, consideran necesario ampliar el número de plazas en equipamientos como guarderías, jardines de infancia y centros de preescolarización que para impulsar el desarrollo  cognitivo de los niños. España hace oídos sordos, a tenor de su apuesta inversora en la materia.