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Propuesta 32 // Menos coches, y que sean eléctricos

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Octubre 2019 / 7

Grandes urbes de todo el mundo están aplicando distintas medidas para restringir el tráfico rodado en el centro. Porque la contaminación y la congestión son problemas que no se resuelven con la sustitución de los vehículos de combustión por los eléctricos, sino disminuyendo el número de coches. Hay que tener en cuenta los principales focos de generación de gases de efecto invernadero son las ciudades, que suponen el 70% del total, sin contar con la contaminación acústica (el ruido). El transporte, junto con la vivienda, tiene mucho que ver en ello.

Uno de los aspectos clave que debe perseguirse es reducir el número de viajes por kilómetro, es decir, realizar menos desplazamientos. Se ha visto ya que el hecho de que los coches consuman menos no va acompañado de una inferior ocupación de los vehículos. Así, la transición energética no va tanto de aumentar el peso de las energías limpias, que  también, sino del decrecimiento en algunos aspectos, y de acabar con ineficiencias como camiones que regresan vacíos de un viaje tras haber descargado su mercancía en destino. Ahí radica un cambio de paradigma que pasa por pocos vehículos y que sean autónomos y eléctricos. No hay capacidad ni para que el 50% del parque actual (en España, 25 millones) sea eléctrico. La gestión de las baterías es enorme, pero, además, una cuarta parte de las partículas que emiten los coches proceden de la fricción de la rueda con el asfalto. Y un millón de vehículos eléctricos en Barcelona se ha calculado que consumiría la misma energía que toda la red de metro. Hay que vigilar, además, que la energía que mueva los coches eléctricos sea renovable.

Como derivada, se debe restringir la circulación y restarle espacio a los coches en las urbes —también al espacio para aparcamiento en la superficie—. Cada ciudad adopta modelos distintos. Uno de los casos más llamativos es el de Madrid, que ha cerrado su almendra central a los coches que no sean eléctricos o híbridos, y que por ahora el nuevo equipo municipal no puede abolir.  

Los principales focos de generación de gases de efecto invernadero son las ciudades

La transición energética no va de sustituir un parque de 25 millones de coches por coches eléctricos

Las urbes irán quitando cada vez más espacio a los coches, y potenciarán los compartidos

De todos modos, las medidas deben ser dinámicas porque, a futuro, habrá gente que pueda acceder a un coche eléctrico y el problema se puede reproducir. Barcelona, por ejemplo, tiene un problema estructural de contaminación, de modo que registra pocos momentos críticos, porque la congestión es cuasi permanente. La densidad de vehículos es de 6.000 por kilómetro cuadrado. La de Madrid es de 3.000 coches por km2 y hay más picos o puntas de contaminación. 

Los expertos en movilidad reclaman, además, una directiva europea de movilidad en el trabajo que obligara a las empresas, en tanto que generadoras de movilidad de personas y de mercancías, a dotarse de planes de desplazamiento, y a las autoridades locales a realizar planes de movilidad urbana sostenible. Y uno de los aspectos de dichas políticas debería ser la adopción de límites de velocidad de 30 km/hora como medida para disminuir muertes y heridos, además, por accidente.En las ciudades se regista el 63% de los accidentes con víctimas y el 27% de los fallecidos, según la DGT.  En la UE, pensar en transporte es pensar en  infraestructuras, corredores y vehículos, pero no se suele bajar a la gestión ni a las ayudas a las ciudades. En este sentido, faltarían instrumentos de gobernanza para poder alcanzar la reducción del 60% de las emisiones en la UE en 2050. 

El cambio no es fácil, porque hoy, en nuestras calles, el coche es el rey. En Europa, tres de cada cuatro desplazamientos se realizan en vehículos privados. De momento, el peso del coche eléctrico en España es muy bajo, pero los ritmos de crecimiento interanuales son muy importantes. En el primer cuatrimestre de 2019, las matriculaciones de los coches con etiqueta 0 aumentaron el 78%, según la patronal ANFAC.