Brasil y Argentina limpian la casa
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Las empleadas del hogar ven reconocidos sus derechos tras siglos de trabajar en condiciones de semiesclavitud.
La empleada del hogar María José Cameiro trabajando en Río. FOTO: ARTURO LEZCANO
Una frase recorre periódicos, radios y televisiones en Brasil: “Es el fin definitivo de la esclavitud”. Lo que parece un anacronismo es una realidad referida a los empleados del hogar (o empleadas, dado que el 93% son mujeres), un sector profundamente arraigado en Brasil que carecía de derechos laborales y sociales hasta la reciente aprobación de una ley que los equipara al resto de trabajadores. La coincidencia, quizá algo más, ha hecho que en Argentina se haya promulgado también una ley de empleadas domésticas solo 15 días después de la brasileña. Así, y aunque partiendo de una desigualdad vergonzante, los dos gigantes sudamericanos avanzan al mismo compás en las conquistas laborales y sociales.
En el caso de Brasil la aprobación de la ley, el pasado 27 de marzo,...
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