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¿Un suplicio para Alcatel-Lucent?

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Junio 2015 / 26

Telecomunicaciones: Nokia absorberá a la empresa francesa Alcatel-Lucent. Una operación lógica desde el punto de vista industrial, aunque con incógnitas para los trabajadores franceses.

Manifestación en Rennes. FOTO: CFDT-ALCATEL

“El número de puestos de trabajo será el mismo o incluso mayor. Nokia se ha comprometido a ello”. Con estas palabras, el ministro francés de Economía, Emmanuel Macron, celebró el proyecto de absorción del grupo francés Alcatel-Lucent por su competidor finlandés, al que iba unida la promesa del mantenimiento de todos los puestos de trabajo en Francia durante los dos próximos años y de un aumento del 25% de los efectivos en investigación y desarrollo; es decir, 500 empleos. ¿Es el final del largo descenso a los infiernos de Alcatel? Estamos tentados a decir que sí.

 

FRACASOS EN SERIE

Tras la división de la Compañía General de Electricidad en dos ramas, Alcatel y Alstom —otro desgraciado buque insignia—, la empresa de telecomunicaciones ha ido de fracaso en fracaso en estos últimos años. Desde 2000, sus efectivos en Francia se han dividido por más de tres, a pesar de la absorción, en 2006, del grupo estadounidense Lucent con el fin de formar el número uno mundial del sector. De hecho, el gigante dejó escapar el paso a la 3G y culminó su inmolación llegando tarde a la 4G.

Hoy, el grupo ocupa el cuarto puesto mundial de los fabricantes de equipamientos para redes de telecomunicaciones, con un 10% de cuota de mercado, tras el sueco Ericsonn, el chino Huawei y el finlandés Nokia. 

Nokia se ha comprometido a no despedir

Las empresas han reducido sus pérdidas

En este contexto, la absorción por Nokia inquieta lógicamente a los asalariados de Alcatel, aún bajo el golpe del plan Shift, el enésimo plan de restructuración. Y sobre todo porque, últimamente, el grupo finlandés también ha sufrido una serie de fracasos, hasta el punto de que en 2013 tuvo que ceder a Microsoft lo que le había dado fama: su actividad en telefonía móvil de gran público. 

 

NÚMERO DOS MUNDIAL

Pero este matrimonio también suscita esperanzas. 

En primer lugar, porque los males de ambos grupos están remitiendo. Nokia, que se ha vuelto a centrar en el equipamiento de telecomunicaciones, tuvo el año pasado un beneficio de 1.170 millones de euros. Por su parte, Alcatel-Lucent ha reducido sus pérdidas a 34 millones de euros frente a los 1.270 de 2013. 

En segundo lugar, porque es una alianza lógica desde el punto de vista industrial. Nokia se asienta sobre una tesorería de 5.000 millones de euros, pero no logra conquistar el mercado asiático. Mientras tanto, Alcatel, que posee un gran número de patentes interesantes para el finlandés y está bien implantado en Asia, carece de tesorería y va con retraso en la 5G.

La unión de ambos grupos debería constituir el número dos mundial del sector. Falta por saber qué valor tienen las garantías que Nokia ha ofrecido al Gobierno francés teniendo en cuenta que, a pesar de todo, hay muchas duplicaciones, que la sede social estará en Finlandia y que la dirección del grupo, formada en un 33,5% por Alcatel y un 66,5% por Nokia, será finlandesa.