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Propuesta 4 // Más baterías para el autoconsumo

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Octubre 2019 / 7

Las baterías son dispositivos que permiten almacenar energía. Así, su uso maximiza la capacidad del autoconsumo. 

No es que no exista el autoconsumo sin baterías. Es perfectamente posible. Pero en este caso, el usuario que tiene instaladas sus placas solares en el tejado y que carece de baterías consume electricidad de la red convencional cuando el día amanece nublado o cuando es de noche. Y si produce menos de lo que consume, consume del panel solar y de la red. 

Sin embargo, lo óptimo es recurrir a baterías, porque de este modo se pueden realizar consumos durante el día captando energía solar y se puede almacenar la energía que se produzca y que no se consuma. “Cuando no se puede generar energía (por la noche, por ejemplo) se consume esa energía almacenada, antes de recurrir a la de la red. Las baterías son la solución ideal para quien decide generar su energía y, en caso de no consumirla en el momento o de no verterla a la red, o cedérsela al vecino, la almacena para utilizarla más tarde”, explica Ignacio Osorio, desde Ampere Energy. Aumentan la potencia de generación y permiten una gestión activa de la demanda y  minimizar el consumo respecto de la red.

Además, este sistema permite cargar las baterías durante las horas en que la electricidad es menos costosa y consumirla cuando es más cara (en caso de no existir capacidad de generación fotovoltaica). Los equipos de almacenamiento deben ser capaces de estimar y tratar las curvas de demanda eléctrica del usuario, mediante herramientas de análisis de Big Data (macrodatos) y sistemas de predicción de consumo basados en modelos machine learning (aprendizaje de las máquinas).

El fomento de las baterías potencia, a su vez, el desarrollo de las mencionadas comunidades ciudadanas de energías limpias (propuesta 2). 

El precio de las baterías continúa siendo elevado, aunque, como toda la tecnología que envuelve las renovables, está bajando de precio con gran rapidez. Hay expertos que apuntan a que en menos de un lustro pueden costar la mitad, de modo que se expandirá el consumo de energía solar de noche (además de impulsar los vehículos eléctricos).

El uso de baterías maximiza los beneficios del autoconsumo y tienen sentido si es compartido

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Empresas referentes en el sector como Ampere Energy y Grupo JAB han lanzado campañas para promover y concienciar en varias comunidades (Cataluña, Valencia y Aragón) sobre autoconsumo y baterías, que incluyen formación de ciudadanos y creación de redes de instaladores. Aseguran que se puede ahorrar hasta un 70% en la factura eléctrica gracias al autoconsumo con baterías inteligentes de almacenamiento energético. 

Algunas administraciones han empezado a subvencionar parte del coste de las baterías. El Instituto Catalán de la Energía (ICAEN), por ejemplo, ha abierto líneas de ayudas para familias y comunidades de propietarios que pueden llegar hasta el 60% del coste de la batería y los equipos asociados, con un máximo de 5.000 euros por instalación. No todo el mundo comparte esta estrategia, salvo para los hogares más vulnerables, porque lo considera un desperdicio de recursos públicos en un bien privado que permitirá ahorros en la factura y, además, revalorizará los inmuebles de particulares. 

Por otra parte, miembros de la Plataforma para un Nuevo Modelo Energético defienden sistemas de baterías colectivos, para polígonos industriales o para una comunidad, con el fin de optimizar el uso de energía, y rechazan que cada vivienda tenga su batería. La gracia es que la electricidad que producen los paneles fotovoltaicos cuando  la vecina A no esté en casa lo consuma el vecino B, o la vecina A consuma por la noche electricidad de la red a un precio más barato porque la vecina A ha entregado electricidad durante el día. Cada batería implica costes energéticos y de materiales. 

Las baterías no valen solo para la energía solar. Existen ya baterías integradas en parques eólicos que almacenan la electricidad generada por el viento, que cuando más sopla es de noche. 

La investigación sobre baterías va a todo gas. En mayo, el proyecto europeo Alise, financiado por el programa Horizon 2020,  presentó un prototipo de baterías de litio-azufre que supone un 10% más de autonomía para vehículos híbridos que se enchufan a la red, y el 2% más en los eléctricos puros, en comparación con las baterías convencionales de iones de litio. Además, su peso es el 15% inferior. Universidades, centros de investigación y empresas llevan cuatro años en el proyecto, que ha supuesto una inversión de 6,9 millones de euros.