El reto de preparar a las pequeñas empresas éticas para el cambio
¿Es posible acelerar el cambio hacia una economía más sostenible a través de las pequeñas y medianas empresas?
Esa pregunta es el germen del Congreso de marcas responsables, un evento online completamente gratuito dirigido a las empresas que quieren hacer negocios cuidando el planeta y respetando a quienes lo habitan.
El congreso, que se celebrará los días 10, 11, 12 y 13 de mayo y que ya tiene las inscripciones abiertas en este enlace, contará con las ponencias, entrevistas y mesas redondas de más de 40 especialistas en emprendimiento social, comunicación responsable, marketing ético e impacto positivo.
El evento tiene como objetivo aportar las herramientas necesarias para construir negocios éticos rentables, coherentes y que pisen el acelerador hacia una economía sostenible.
Por qué ahora: la urgencia de dar herramientas a las pequeñas empresas éticas
Vivimos en un sistema económico que utiliza el consumismo para fomentar un crecimiento ilimitado y que aprovecha las nuevas tecnologías para diluir el límite entre vida privada, vida pública y espacio comercial. Un sistema que sigue al pie de la letra la doctrina friedmaniana de que la única responsabilidad de las empresas es incrementar sus ganancias.
Y, sin embargo, la realidad es que nos enfrentamos a una década decisiva en la que debemos frenar la emergencia climática sin ahondar en las desigualdades e injusticias sociales ya existentes.
El reto es considerable y sería un error pensar que podemos lograrlo solo cambiando la manera de operar de las pequeñas empresas.
Pero igual de erróneo sería pensar que podemos lograr el cambio sin ellas.
El 93,64% de las empresas españolas son pequeñas compañías de menos de nueve personas. Y solo hace falta echar un vistazo al mercado ético para entender que ese porcentaje se repite cuando hablamos de empresas responsables.
Teniendo en cuenta que son la base empresarial del país, queda claro que necesitamos acelerar el cambio hacia esa nueva economía formando a los pequeños negocios éticos para que ocupen su lugar y resten cuota de mercado a aquellos que priorizan los beneficios económicos a toda costa.
Además, son multitud los ejemplos de pequeños negocios responsables que llevan años luchando para demostrar que otra economía es posible y necesaria.
Y lo han hecho solos.
Negocios formados por personas que tienen que invertir parte de sus beneficios en demostrar que están respetando el planeta (un ejemplo son las carísimas certificaciones ecológicas para los productos y servicios respetuosos con el medio ambiente).
Personas que quieren crear una economía más justa y humana, pero que operan en el sistema económico actual y luchan por encontrar unas reglas del juego fieles a sus valores que les permitan ser económicamente sostenibles.
Personas que deben llevar todos los sombreros en sus pequeñas empresas y que no tienen recursos suficientes para formarse y amplificar el impacto social, reducir la huella medioambiental o favorecer las competencias digitales de sus negocios.
Si no apoyamos y formamos a esas pequeñas empresas, estaremos perdiendo la oportunidad de acelerar el cambio que necesitamos.
Por eso el Congreso de marcas responsables nace para ayudar a esos pequeños negocios éticos en tres pilares básicos:
1. Emprendimiento social
Si queremos empresas diferentes, tenemos que aprender a emprender diferente.
Ese es el objetivo de la primera jornada del Congreso de marcas responsables en la que, a través de ponencias y mesas redondas se compartirán experiencias y herramientas para emprender de manera social. Es decir, teniendo en cuenta las necesidades y problemas reales de las personas.
Financiación colectiva gracias al crowdfunding, creación de equipos colaborativos y multiculturales o emprendimiento social en el medio rural, son solo algunos de los temas que se tratarán el primer día del evento.
2. Comunicación responsable y marketing ético
Ya lo advirtió John Kenneth Galbraith en “La sociedad opulenta”: llegaría un día en el que “la publicidad resonará impotentemente en unos oídos que han sido inmunizados completamente por los ataques anteriores”.
Si no hemos llegado a ese momento, estamos cerca.
Según el informe Marcas con valores, el 65% de las personas consumidoras no se cree la publicidad de las marcas y el 57% no confía en la información que dan de sí mismas.
Pero mientras las grandes empresas pueden permitirse comprar las portadas de los principales medios para presumir de un falso compromiso ecológico o copar de publicidad las redes sociales, las pequeñas empresas éticas se enfrentan a esta guerra por la atención y la credibilidad sin recursos y sin ánimo de contribuir a un marketing cada vez más intrusivo.
Esa es la razón de que la segunda y tercera jornada del Congreso de marcas responsables se dediquen a aportar herramientas para ayudar a las empresas a comunicar y generar confianza utilizando la comunicación responsable y el marketing ético.
En esos días las personas asistentes aprenderán, entre otros temas, a entender las necesidades del llamado consumidor responsable, conectar con su audiencia en diferentes redes sociales, utilizar las automatizaciones para escalar su negocio, potenciar su historia para atraer a sus clientes o aumentar su visibilidad con poco presupuesto gracias a la comunicación de guerrilla.
3. Impacto positivo
El objetivo último de las personas que crean un negocio responsable es generar un legado, un cambio social real.
Pero ese cambio tiene que gestarse en todos los procesos y acciones de la empresa.
Por eso la última jornada del Congreso de marcas responsables contará con mesas redondas y ponencias sobre medición del impacto social en personas y comunidades, implementación de procesos de economía circular, debates sobre la responsabilidad de marcas en materia de inclusión y diversidad y experiencias de activismo de marca, entre otras.
Si tú también tienes una pequeña empresa responsable o conoces a alguien que la tenga, te estamos esperando en www.congresomarcasresponsables.com.
