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Fallece Gabriel Abascal, que soñó con unir el movimiento obrero y la economía social

Histórico sindicalista de CCOO, era uno de socios-colaboradores más entusiastas e implicados en el proyecto de Alternativas económicas

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Gabriel Abascal Vicente, histórico sindicalista de Comisiones Obreras y una de las personas que más empujó para estrechar los lazos entre el movimiento obrero y la economía social, falleció el pasado sábado en Canet de Berenguer (València). Tenía 72 años y entre sus múltiples actividades de compromiso y solidaridad destacó en sus últimos años su entrega al proyecto de Alternativas económicas, editada por una cooperativa de la que era entusiasta socio-colaborador y una de las personas más implicadas en la lucha por su consolidación. Abascal falleció de súbito mientras se bañaba en el mar junto a su compañera, Yani. 

Aunque terulense de origen, su carrera profesional y de activista discurrió sobre todo en Catalunya, donde trabajó como funcionario en el Ayuntamiento de Badalona y en la militancia en el PSUC (y después ICV) y en Comisiones Obreras, donde ejerció responsabilidades destacadas sobre todo en la secciones de Administración Pública, Formación y Economía Social.

Tras su jubilación, en 2020, trasladó su base de actuación a la Comunidad Valenciana, pero sin renunciar a ninguno de sus compromisos y enarbolando la misma perspectiva de siempre, federalista e internacionalista, con una vinculación muy particular con Brasil y el mundo lusófono, que reforzó en los años de auge del Foro Social Mundial en Porto Alegre, en el cambio de siglo, y en sucesivas visitas posteriores, siempre con el objetivo de reforzar los puentes entre las luchas populares en ambos continentes..

Abogado de formación, Abascal fue un clásico militante del movimiento obrero de la tradición eurocomunista, pragmático, realista y de fuertes convicciones, centrado en lograr avances tangibles para mejorar las condiciones de vida, materiales e intelectuales, de las clases trabajadoras. A ello dedicó su vida, con una visión especialmente abierta, lo que le permitió fraguar consensos donde parecía imposible alcanzarlos, así como tejer nuevas alianzas que pusieran a remar en la misma dirección a movimientos que, de entrada, no siempre parecían coincidentes y que en ocasiones hasta podían mirarse con recelo, pero que Abascal identificaba como plenamente complementarios.

Especialmente significativo fue su empeño por intentar impulsar sinergias y hasta unir el movimiento obrero y la economía social, dos mundos que en ocasiones se han mirado de reojo —puesto que en la economía social desaparece la relación entre trabajo y plusvalía— y que él estaba convencido de que formaban parte de la misma tradición histórica de lucha por la emancipación. Así que se dedicó en cuerpo y alma a forjar alianzas entre ambos, empujando a la vez desde el sindicato y desde muchas iniciativas sociales a las que se vinculó con pasión, como el banco ético cooperativo Fiare, el Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI), y, más recientemente, Fonredess —fondo ético dirigido a mitigar la exclusión financiera—, la Escuela de Economía Social, con sede en Osuna (Sevilla), y Alternativas económicas, entre otras.

Todas estas entidades, y muchísimas personas que lo trataron, han expresado su desolación por el inesperado fallecimiento de un compañero tan comprometido y tienen la intención de organizar un homenaje el próximo otoño.