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Todostuslibros.com: cooperar o claudicar ante Amazon

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Ilustración
Lola Fernández

El libro, última fortaleza de lo analógico, extensión de la memoria de la que hablaba Borges, se enfrenta a un nuevo reto. Llevan años queriéndolo enterrar, pero resiste. En 2008, durante la Feria del Libro de Frankfurt, uno de los eventos editoriales más importantes del mundo, se vaticinó que diez años después el libro electrónico habría doblegado al soporte físico. No ha sido así. El libro resiste pero los libreros y libreras tradicionales se enfrentan a un rival formidable: Amazon. Y se han unido para tratar de enfrentarse con éxito al gigante del comercio electrónico.

"La plataforma de comercio online de las librerías independientes". De este modo se presenta todostuslibros.com, una iniciativa promovida por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) en colaboración con editores y distribuidores para vender libros por Internet. La plataforma llevaba varios años funcionando, pero fue el 13 de noviembre cuando inauguró su función comercial. Además de libros ofrece servicios de consulta bibliográfica, de interacción con el público, de difusión cultural y de comercio del sector.

En Todostuslibros se puede buscar los ejemplares, reservarlos y recogerlos en la librería o comprarlos y recibirlos en casa en un plazo de entre 24 y 48 horas. Al permitir la reserva de libros para ir personalmente a recogerlos se fomenta el contacto entre la librería y el lector. La plataforma ofrece otras novedades, como la posibilidad de dejar reseñas sobre los libros adquiridos, la creación de listas y la recomendación de obras literarias. 

El 70% de los libros que se compraron en España durante el primer estado de alarma fue por Internet, la mitad de ellos a través de Amazon. La iniciativa Todostuslibros.com intenta revertir esta situación y recuperar algo del mercado perdido en los últimos años por los libreros

Jesús Trueba, de la librería madrileña La Buena Vida y miembro del área tecnológica de CEGAL, ofrece algunas cifras sobre el funcionamiento de Todostuslibros en sus dos primeras semanas de existencia: "Noventa y cinco mil usuarios y siete mil y pico pedidos. La media es de dos o tres pedidos por librería al día. Está superando todas las expectativas".

Según datos extraídos de los informes anuales de Comercio interior del libro en España, elaborados por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), la facturación del sector del libro en España en el año 2019 fue de 2.420 millones de euros frente a los 3.185 millones que se registraron en 2008, un 24% menos, lo que pone en evidencia que el sector sigue sin recuperarse de la crisis de 2007-2008. Los mismos informes recogen la caída del número de trabajadores: de 15.742 empleados en 2008 a 12.754 en 2019, un 18,9% menos.

Contrasta con estas cifras el crecimiento experimentado por Amazon en España. De facturar 75 millones de euros en 2011, la multinacional estadounidense pasó a ingresar 7.567 millones en 2019. Evidentemente, Amazon no vende solo libros; vende de todo. Según la publicación E-Show Magazine, la compañía se ha consolidado en el primer puesto del comercio electrónico en España, por encima de la plataforma china Aliexpress o El Corte Inglés. Amazon también figura en lo más alto de la clasificación de envío de pedidos en España, con 157 millones de entregas anuales.

Estas cifras muestran los cambios vertiginosos que vive el sector del comercio. El pedido más rápido de Amazon se entregó en 16 minutos en Madrid. Contenía un biberón, una tetina anticólicos y cuatro bricks de leche. Juan Casamayor, editor en Páginas de Espuma, una editorial independiente con sede en Madrid, hizo la siguiente observación sobre la velocidad de entrega en el XXIV congreso de las librerías de Málaga: "Esa inmediatez, ese fenómeno que se ha introducido en nuestra sociedad no es necesario [...] cuando alguien va a comprar corriendo un libro a Amazon porque lo necesita mañana, ¿cuándo lo empieza a leer?, ¿cuando llega el paquete, casi en la puerta, o tarda cinco o seis días?".

Jorge Carrión, escritor del ensayo Contra Amazon, reflexionaba así en una presentación de su libro sobre la velocidad de los cambios tecnológicos: "No sé si es bueno o malo, va a pasar, está pasando, pero ¿por qué tiene que pasar tan rápido?, ¿por qué Amazon tenía que conquistar el mercado del libro en tres años? Pues no, que lo haga en treinta".

Joaquín Rodríguez, autor del documento En defensa de las librerías y del artículo No es Amazon, somos nosotros, contrapone los planteamientos de Carrión: "Es mucho más cómodo, consolador a la vez que inútil, acusar de manera unilateral de la situación actual de los libreros y del ámbito editorial a un solo contrincante, buscar a un único antagonista sobre el que volcar todos los males que aquejan al sector, contra Amazon, como un Fuenteovejuna sedativo que condujera a la vía hace ya tanto tiempo muerta de las acusaciones baldías".

Retos y virtudes del sector

De cara a las administraciones públicas, Jesús Trueba, de La Buena Vida, apunta que se debería aprender del modelo francés. "Cuando dan una ayuda", cuenta, "ésta debe regar a toda la cadena. Por ejemplo, si la conceden a un editor para una traducción, le ponen condiciones: te damos la ayuda pero tienes que pagar al traductor, como mínimo, tanto dinero por palabra. Así establecen unas reglas y mejoran toda la cadena".

"Cuando se dan ayudas se tienen que pensar bien, porque es un sector muy raro. No lo entienden bien porque funciona con un precio fijo", apunta Trueba. El precio de los libros en España está fijado por un decreto de 2007. Esto supone que las editoriales fijan los precios de los libros y los comerciantes sólo pueden aplicar un 5% de descuento, salvo en ferias y días del libro, que se puede llegar al 10%. La medida se planteó para hacer frente a la competencia desleal de las grandes superficies, que pueden permitirse mayores descuentos. Este decreto, conocido como La ley del precio fijo, considera que el libro no es una mercancía más sino que se trata de un bien cultural, que prevalece sobre el bien económico. 

A pesar de La ley del precio fijo, las librerías independientes compiten con desventaja. "El sector editorial y toda la cadena de valor nos encontramos ante el reto de competir con un gigante que está actuando en el mercado global, mientras nosotros actuamos en el mercado local o como mucho en el nacional", dice Mónica Plaza, de la Librería del Centro, en Madrid. "La estrategia de Amazon se basa en la captación del cliente a través del producto editorial, por eso siempre han mantenido una campaña constante de descuento del 5%", continúa Plaza. "Una librería pequeña tiene como máximo un 25% de margen, por lo que no siempre puede renunciar a ese 5%".

El sector lleva tiempo viviendo una vorágine de lanzamiento de novedades que, en última instancia, perjudica a los buenos libros, debido a que cada vez tienen un espacio de tiempo más corto para atraer al lector. Según datos del informe Observatorio de la librería elaborado por CEGAL, la tasa de devolución de las librerías se ha situado en el 27,8% en 2018. Muchos buenos libros pasan desapercibidos, sepultados por la avalancha de nuevos títulos en las librerías. 

Muchas batallas le quedan por librar al libro en papel, al libro impreso, al libro en soporte físico. Algunas quizá imposibles de ganar, entre ellas, volver a ser el libro sin más adjetivos.