42 — INFANCIA // Día 24
Comienza el fin de la hibernación. Los niños, primero. Con los niños se ha jugado otra batalla política. Los que hace 15 días acusaban al Gobierno de irresponsable criminal por no decretar la clausura total de la población esta semana se habían convertido en paladines del recreo infantil. Y el Gobierno, con sus torpezas, les ha echado un capote.
Lo del paseo de la infancia ha sido resbaladizo desde el principio. Que la gente con perros pudiera salir a pasearlos y los críos no pudieran salir siempre me pareció un signo de los tiempos. Quizás había razones médicas, pero también puede ser la cultura cuartelera de algunas autoridades, que pensaron que la única forma de mantener el control era tener a toda la población encerrada.
El tema de la infancia debe abordarse con una mirada más amplia. Sabemos que hay una proporción elevada de pobreza infantil (es siempre un producto derivado de la pobreza de sus progenitores) y deberíamos preocuparnos por la alimentación que han recibido estas criaturas mientras no tienen acceso, al menos, a los menús escolares.
Sabemos también que la pérdida de días de escolarización afectará de forma muy desigual en función del equipamiento escolar, el nivel educativo y la implicación de los padres, el espacio, la conexión de Internet, etc. Ahora deberían ya tomarse medidas para empezar a corregir alguno de estas desventajas.
Niños y niñas tienen la vitalidad, la capacidad de aprendizaje, la alegría y toda una vida por delante. La sociedad no puede permitir que ninguno de ellos vea truncada desde tierna edad su desarrollo por un maldito virus y , sobre todo, por unas malas políticas. Comienza el deshielo, es hora de actuar.