46. — BUITRES // Día 28
Estos días hemos conocido a mucha gente honrada, que haciendo su trabajo, a veces poniendo en peligro su salud, a menudo con salarios bajos y pésimas condiciones, han servido para salvar vidas y permitirnos mantener una cierta normalidad. También nos hemos encontrado con mucha gente dispuesta a echar una mano para ayudar a sus vecinos. Pero a lo largo de estos días también ha sacado la cabeza la peor especie de individuos que pululan en las sociedades capitalistas: los especuladores, los ventajistas, los que van a ganar cuando la mayoría pierde. Ellos han protagonizado parte del drama de los suministros médicos, creando subastas, cobrando comisiones ignominiosas o vendiendo productos defectuosos.
Podíamos pensar que se trataba solo de algunas mafias de aprovechados que florecían al calor de la emergencia. Pero ahora que parece que vamos hacia el fin del confinamiento, esta especie está emergiendo en masa liderada por los grandes capitanes de siempre, que suelen confundir tener pérdidas con haber ganado menos. Todos piden a la Administración compensaciones y prebendas.
Tenemos que salir del confinamiento con buena salud, pero también sin parásitos que sigan enriqueciéndose a costa de todos. La crisis económica va a generar mucha pobreza y es necesario que los recursos fluyan hacia quien más lo necesite y no vayan a enriquecer a quien simplemente será algo menos rico que antes. No podemos aceptar que se vuelva a poner en práctica el truco de trileros de la crisis anterior, aquel que consistió en asegurar que salvando a los bancos nos salvaban a todos.