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Bruselas insiste: más austeridad

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Junio 2016 / 37

Disciplina: La Comisión impone al futuro Gobierno español recortes de 8.000 millones para rebajar el déficit.

Alberto Garzón y Pablo Iglesias, tras anunciar la alianza electoral entre Izquierda Unida y Podemos. FOTO: PODEMOS

La Comisión Europea tiene preparado un regalo de bienvenida al Gobierno que salga de las urnas el 26 de junio: un ajuste fiscal de 8.000 millones de euros de aquí a finales de 2017 para alcanzar un déficit del 3% el PIB. La manera de usar la tijera —o la habilidad para negociar con Bruselas un aplazamiento de ese objetivo— dará la medida de los nuevos gobernantes y condicionará la política económica al menos durante la primera mitad de la próxima legislatura.

El actual presidente, Mariano Rajoy, favorito en las encuestas, recibió a finales de marzo un balón de oxígeno de la Comisión Europea, que decidió aplazar hasta julio una posible sanción de 2.000 millones de euros a España por incumplir reiteradamente el objetivo de déficit. Bruselas ha concedido a España un año extra para rebajar el déficit al 3%, pero a un alto precio: el nuevo Ejecutivo deberá efectuar unos ajustes fiscales de 8.000 millones en un entorno económico menos favorable que el de los dos últimos años, marcado por una lentificación del ritmo de crecimiento y una deuda pública que ha alcanzado el 100% del PIB.

Aliviado por el aplazamiento de la multa a España, Rajoy busca un difícil equilibrio: conseguir los votos que le permitan seguir en La Moncloa y someterse a la disciplina de Bruselas. En una entrevista con el Financial Times, el candidato del PP anunció que bajará los impuestos si es reelegido, como ya hizo en vísperas de las elecciones de diciembre de 2015. Días después, El País desvelaba un mensaje en el que Rajoy se comprometía con el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, a efectuar nuevos recortes en la segunda mitad del año. El PP parece apostarlo todo a una carta: que la recuperación económica se consolide y propicie un aumento de la recaudación fiscal que permita a la vez bajar los impuestos y controlar el déficit. 

El PP promete bajar impuestos y recortar más

El resto de los partidos piden una tregua

El resto de los partidos coinciden en la necesidad de que la Comisión Europea dé un respiro a España en su política de austeridad y permita alargar los plazos para el cumplimiento de los objetivos de déficit. Pedro Sánchez asegura que un Gobierno encabezado por el PSOE subirá los impuestos a las grandes corporaciones y a los contribuyentes con rentas más altas, lo que permitirá aumentar la recaudación en dos puntos porcentuales del PIB. El objetivo de los socialistas sería alcanzar el 1% de déficit a finales de la legislatura “en función del ciclo económico”, según reza el programa electoral del partido.

Podemos e Izquierda Unida también defienden suavizar la senda de reducción del déficit para hacerla compatible con lo que consideran las prioridades de la economía española. Su objetivo es situar el desequilibrio presupuestario por debajo del 3% al final de la legislatura.  Ello permitiría, sostienen los responsables  económicos de la coalición, financiar políticas sociales e inversiones que ayuden a transformar la estructura productiva y crear empleo. 

Ciudadanos cree que España no puede llevar a cabo una consolidación fiscal tan dura como la marcada por Bruselas y a cambio ofrece reformas estructurales que fomenten el crecimiento a largo plazo. Entre ellas, la instauración del contrato único, la lucha contra la corrupción, la regeneración democrática y el cambio en el sistema educativo. 

Sea cual sea el resultado de las elecciones, Bruselas no parece muy dispuesta a dar una tregua más en lucha contra el déficit. Así lo dijo el comisario de Asuntos Economicos, PierreMoscovici: “Salga el Gobierno que salga, no hay margen para relajarse”.