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Demografía // China apuesta por la familia numerosa

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Julio 2021 / 93

Fotografía
T.J.

El Gobierno de Pekín lanza la política de tres hijos para frenar el envejecimiento de la población y mantener el dinamismo económico.

La población activa china se ha reducido en 3,4 millones de personas cada año en la última década. Es una tendencia que los líderes chinos observaban con preocupación pero se resistían a atajar. Confiaban en que los efectos del desarrollo económico frenarían ese declive y las familias jóvenes se animarían a tener más hijos. Sin embargo, los resultados del censo de 2020 han echado por tierra sus esperanzas y les ha confirmado que se enfrentan a una enorme crisis demográfica que amenaza el dinamismo de su economía y sus ambiciones de convertirse en una superpotencia mundial. Como primera medida paliativa, han decidido permitir tener tres hijos a las parejas casadas.

Los números del estudio concluido a finales de 2020 son contundentes. Según sus datos, ese año solo nacieron 12 millones de bebés, la cifra más baja desde 1961 y casi el 15% menos que en 2019, lo que consolida el declive de la tasa de natalidad por cuarto año consecutivo. En paralelo, los mayores de 60 años han pasado a representar el 19% de la población, frente al 13% en 2010, y los chinos en edad de trabajar suman el 63% de los 1.412 millones de habitantes del país, frente al 70% de la década anterior, lo que confirma que la población activa se ha reducido 3,4 millones de personas por año desde 2010. 

Salvar las pensiones

La reacción del Gobierno chino a esa radiografía demográfica no se ha hecho esperar. Para atajar lo antes posible una mayor presión a las finanzas públicas en forma de recursos para las pensiones y la salud, el presidente Xi Jinping no ha dudado en dar un golpe de timón en la política de planificación familiar y ordenar que las parejas casadas puedan tener tres hijos, frente al límite de dos establecido en el 2016. Aspira así a revertir la caída del índice de natalidad y garantizar el futuro económico del país.

15%: descendió el número de nacimientos entre 2019 y 2020

19% de la población china tiene más de 60 años, frente al 13% en 2010

3,4 millones de personas pierde cada año la poblacion activa

No obstante, esta apuesta por la familia numerosa puede no ser suficiente para invertir la tendencia. Hasta ahora, China había basado su éxito en una abundante mano de obra joven, dispuesta a trabajar duro y con unos salarios bajos, que impulsó el crecimiento económico durante cuatro décadas. Pero la política del hijo único, vigente entre 1980 y 2015, y la irrupción de una cultura consumista han transformado el país de forma irreversible y han generado una escasez laboral que ya es una realidad en China.

 

Escasa predisposición

Y es que la predisposición de las parejas jóvenes a tener ahora un segundo hijo es mínima. Crecieron sin hermanos y no ven la necesidad de tener más de un descendiente. A ello se suma que muchas jóvenes prefieren anteponer sus carreras profesionales a formar una familia. Estos motivos se añaden a su rechazo a la maternidad al ver como el coste de la vida crece más que sus salarios y apenas pueden llegar a final de mes. Y es que si a una familia criar a un hijo le costaba 50.000 euros en 2005, ahora esta cifra se eleva a 250.000 euros, según medios de comunicación chinos, una cantidad inalcanzable para muchas parejas jóvenes.

Es un panorama que dibuja un horizonte más que sombrío si no se adoptan reformas importantes. 

El presidente Xi se ha comprometido a impulsar medidas para atajar este reto, pero sin concretar fecha alguna. Además de permitir tener tres hijos, ha prometido ayudas sociales, abaratar la educación y retrasar la edad de jubilación, fijada ahora en 60 años para los hombres y 55 para las mujeres. De momento solo son promesas, pero del éxito o fracaso de estas medidas depende el dinamismo de la economía china y su ascenso como superpotencia mundial.