Energía // Un 'boom' eficiente, pero con cautela
El auge de las empresas que venden placas solares no implica que colocarlas sea siempre rentable. Primero hay que hacer un estudio de cada lugar.
Hasta hace poco, IKEA solo vendía muebles. Ahora también vende placas solares. Como Leroy Merlin, como El Corte Inglés y como miles de empresas que antes no se dedicaban lo más mínimo a este tema.
De pronto, las empresas comienzan a ofrecer la instalación de placas solares sin inversión inicial, y los vendedores venden placas lo mismo que si vendieran teléfonos móviles. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué ha cambiado tanto el panorama de la noche a la mañana? ¿Es realmente la mejor solución ecológica y económica para las familias?¿Va a haber una rebaja del 70% en la factura de la luz, como prometen algunas publicidades? Y para el planeta, ¿es realmente lo mejor?
Uno de los puntos de inflexión para este boom es, sin duda, la eliminación del llamado impuesto al sol, que estuvo en vigor con el anterior Gobierno, del Partido Popular. Y la sensibilidad por el medio ambiente creada en la población general. Por otro lado, en algunas comunidades autónomas y algunos municipios se han impulsado ayudas y reducciones de impuestos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, además, acaba de anunciar un paquete de casi 7.000 millones de euros en ayudas para la rehabilitación de viviendas, que se enfoca en la mejora de la eficiencia energética. Y se acaba de aprobar el plan europeo de recuperación, que va a financiar a empresas que mejoren la transición energética y el medio ambiente.
Luis González Reyes, miembro de Ecologistas en Acción, experto en temas de energía y doctor en química, explica que coinciden distintos factores: "Todo lo que tiene que ver con la producción, se ha desplazado a China. Y se ha desplazado por una rebaja de la mano de obra y de las exigencias. Algunos elementos como la minería a cielo abierto se hacen allí y hacen que el mercado crezca. También ha habido mejoras tecnológicas que han hecho más eficientes las placas y que abaratan su coste”.
Sí, en su justa medida
Si bien las placas solares son un gran avance, y España estaba muy a la cola de Europa siendo uno de los países europeos donde el sol podría aprovecharse más, no vale todo.
Sin un mínimo estudio previo, puede que terminemos poniendo más placas de las que necesitamos
“Nosotros estamos, por supuesto, muy a favor de las placas solares”, dice José Luis García, responsable del programa de Cambio Climático de Greenpeace. "¿Si va a salir mejor para las familias? Depende de cada caso. Depende del perfil de consumo y del marco regulatorio. Ahora mismo una parte de lo que pagamos en la factura de la luz es fijo y no se va a ver reducido por mucho autoconsumo que se tenga. Solo se puede reducir sobre la parte variable. Pero, además, otro tema importante es ver tu perfil y tu forma de consumo. Sí, claro que compensa si se usa bien, si se aprovechan las horas de sol para poner lavadoras o este tipo de cosas, que a esta altura se pueden programar para horas determinadas. El termo eléctrico con acumulador de agua se puede regular cuando se enciende y se apaga. Si se tiene vehículo eléctrico, se puede aprovechar para cargar. Merece la pena planteárselo en una vivienda habitual, pero en una residencia secundaria va a haber mucha energía sobrante”.
Ante esto, las baterias hoy por hoy son demasiado costosas, pero hay otras soluciones, como el autoconsumo compartido, con otras personas del vecindario.
En colectivo
En este sentido, la Alianza por el Autoconsumo, de la que forman parte Greenpeace y otras 59 entidades, ha mostrado recientemente su desacuerdo con la propuesta del Gobierno sobre los repartos del consumo. Dicen que hace falta flexibilizar la compra colectiva, porque la propuesta del Gobierno no promueve el desarrollo de autoconsumo compartido ni las comunidades energéticas. “Solo se permite de una manera muy rígida", agrega José Luis García, de Greenpeace. "Tú te quedas con el 20% de la compra, yo con el 50%, pero a lo mejor yo finalmente consumo de otra manera. Nosotros hablamos de flexibilizar la compra colectiva. Lo que se está comprobando, desde la Alianza, es que es necesario el autoconsumo dinámico, que mida realmente lo que ha consumido cada uno de los compradores, para promover el uso de instalaciones”.
7.000 millones destinará el Gobierno para la rehabilitación de viviendas. En gran medida se financia la mejora energética
60 entidades piden que se flexibilice la compra colectiva
Susana Dico, experta en temas energéticos, emprendedora y fundadora de Controlatusfacturas.com, prefiere ser precavida. “Antes de colocar las placas solares, sería muy bueno hacer un estudio de la vivienda donde se van a colocar”, explica. “De manera que al hacer ese pequeño estudio se reduce al máximo la necesidad de consumo y de potencia. Si pones menos placas solares, pero al mismo tiempo tienes las estrictamente necesarias para tu nivel de consumo, gastarás menos cada mes, y habrás ahorrado en tu gasto inicial de compra e instalación de las placas solares. Serás lo más eficiente que se puede ser”.
Consumir menos
Luis González Reyes, de Ecologistas en Acción, agrega: "Acaba saliendo a cuenta, pero la rentabilidad energética no es muy alta. ¿Qué significa esto? Que si ponemos en la cuenta la fábrica de paneles, sacar los materiales y demás, puede no ser alto. Aunque en esto hay mucha discrepancia. Lo mejor, por supuesto, es consumir menos energía, en primer lugar. Luego, para que no nos engañen y por cómo funcionan, intentaría pensar en empresas que se mueven dentro de economía social y solidaria, que no tienen animo de lucro. Por lo menos algunas de ellas te hacen algún estudio de este tipo antes de venderte por vender”.
Materiales renovables
A todas las energías las llamamos renovables, pero ni la solar ni la eólica ni las térmicas son realmente renovables”, dice Luis González Reyes, de Ecologistas en Acción. “Los paneles solares utilizan materiales no renovables, aunque son claramente mejores que las energías fósiles. Utilizan unos 15 elementos distintos. El más importante es el silicio, pero otros tienen más problemas de abastecimiento, pues son relativamente escasos”.
La preocupación de González Reyes es la dependencia de unos recursos que se agotan y que tenemos que gestionar, desde el punto de vista del impacto ambiental. La propuesta es impulsar la investigación en formas de captar energía con materiales que también puedan ser reciclables y que no dañen el medio ambiente en su extracción.
“Las placas solares son lo menos malo”, agrega. “Tenemos que poner en marcha con urgencia otras soluciones, como materias más abundantes y reciclables, y la utilización directa del sol”.