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Igualdad // La gran asignatura pendiente

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Abril 2021 / 90

La paridad de género en las empresas avanza, pero muy lentamente. Alemania y el fondo noruego buscan un acelerón.

Los consejos de administración de las grandes empresas, el eje del auténtico poder económico, aún se parece demasiado a menudo a un club de hombres. A pesar de que la Comisión Europea se fijó en 2000 el objetivo de que hubiera al menos un 40% de mujeres en un horizonte de 20 años —es decir: ¡el año pasado!—, únicamente Francia, con el 45%, lo ha cumplido. 

España sigue a grandes rasgos la evolución media europea, de avance continuo pero muy lento, como pone en evidencia año tras año el informe de la escuela de negocios IESE y la consultora Atrevia, que analiza las empresas cotizadas: en 2020, las mujeres representaban el 25,78% de los integrantes de los consejos de las empresas del mercado continuo de la Bolsa de Madrid, porcentaje que se elevaba hasta el 31,7% si se considera solo el IBEX 35, que agrupa a las grandes corporaciones.

“Seguimos avanzando, pero toca acelerar”, concluye el último informe, del pasado enero, en línea con la corriente general que registra el European Institute for Gender Equality, patrocinado por la Comisión.

El efecto de las cuotas

Este lento avance ha sido hasta ahora el resultado de las “recomendaciones”, pero para acelerar quizá haga falta algo más. El citado instituto europeo apunta a las cuotas obligatorias: “El impacto es claro”, concluye su último informe, que destaca la mejor situación de los seis países de la Unión con cuotas: las mujeres alcanzan de media el 37%, mientras que el resto se queda en una media del 25%: 12 puntos menos. Cuatro de los seis países con más mujeres en los consejos tienen cuotas obligatorias: Francia, Bélgica, Italia y Alemania. Solo se cuelan Suecia y Holanda sin necesidad de ellas (véase gráfico). 

En España , el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero intentó en 2007 incluir la paridad de género también en las empresas en su Ley de Igualdad, pero la virulenta y unánime oposición del poder económico —y de los grupos mediáticos hegemónicos— lo acabó impidiendo, de forma que la paridad quedó limitada a las listas electorales. Las diferencias entre las respectivas evoluciones es elocuente: España lleva más de una década en el grupo de cabeza europeo en porcentaje de mujeres en los puestos de representación política, mientras que se sitúa aún ligeramente por debajo de la media en la empresa.

Ante la exasperante lentitud en los avances en Europa, dos de los más poderosos actores económicos del continente han decidido actuar para acelerar el proceso: el Gobierno de Alemania, la principal potencia de la Unión, extenderá las cuotas obligatorias también a los órganos ejecutivos de las grandes compañías, mientras que el fondo soberano de Noruega, el mayor del mundo, con 1,3 billones de dólares en activos bajo gestión, ha advertido que exigirá un mínimo del 30% de mujeres en los consejos de las 9.200 compañías donde tiene participaciones.

En la UE, solo Francia cumple con el objetivo fijado en 2000

Noruega fue el primer país del mundo en aprobar cuotas de género para los consejos, en 2003, y cinco años después ya se situó en el 40%, porcentaje en el que suele moverse desde entonces.

La norma del Gobierno alemán, aún pendiente de aprobación parlamentaria, ha sido impulsada por el Partido Socialdemócrata, que gobierna en coalición con la democracia cristiana de Angela Merkel, ante la constatación de que ni siquiera el aumento de mujeres en los consejos aceleraba su presencia en puestos ejecutivos. En Alemania, los consejos de supervisión marcan las grandes líneas, pero el auténtico poder ejecutivo se encuentra en los consejos de gestión, a los que ahora se extienden las cuotas obligatorias, si bien limitado a las grandes compañías. A pesar de que las mujeres, gracias a las cuotas obligatorias impuestas en 2016, superan ya el 36% en los consejos de supervisión, apenas representan el 12,8% de los consejos de gestión en las compañías del DAX, el principal índice de la gran empresa alemana.

Este agujero es todavía más profundo en España, como pone de manifiesto el informe del IESE: solo 2 de las 35 presidencias del IBEX recaen en mujeres —Ana Patricia Botín, que sucedió a su padre, en el Banco Santander, y Beatriz Corredor en Red Eléctrica— y solo 1 de 30 CEO (María Dolores Dancausa en Bankinter). Es decir: 3 de los 65 puestos ejecutivos más importantes... ¡apenas el 4,6%!

La patronal alemana se opone a la extensión de las cuotas a los cargos ejecutivos con el argumento de que las empresas lo intentan, pero no encuentran "perfiles cualificados". Precisamente, este argumento es uno de los que desmonta el fondo soberano noruego en el documento que acaba de aprobar para exigir diversidad en los consejos: lo que revela la falta de mujeres, sostiene, es la ineficiencia de los procesos de selección y, por tanto, de la compañía.

Exigencia para invertir

El argumentario del fondo subraya que la diversidad no es únicamente una cuestión de justicia, sino que añade perspectivas y puntos de vista a los debates, lo que “enriquece la discusión y mejora la calidad de la toma de decisiones”. “Como inversores a largo plazo, nos preocupa que los consejos sin diversidad de género no podrán mantener la confianza de sus clientes, inversores y de la sociedad”, sostienen sus criterios de inversión, razón por la cual exigen planes concretos hacia la igualdad en las empresas en las que participan.  De no lograrlos, advierten, votarán contra el equipo directivo.

Solo el 4,6% de los principales ejecutivos del Ibex 35 son mujeres

El gran fondo noruego advierte: sin mujeres, no invertirá

Un total de 14 de las 35 compañías del IBEX 35 no cumplían en 2020 con el 30% de mujeres en los consejos exigidos por el fondo soberano noruego, según el informe del IESE: Telefónica (29%), Acciona, Colonial, Meliá, Viscofán (27%), Banco Sabadell (26%), Enagás, Naturgy (25%), Amadeus, Bankia (23%), CIE (21%), ACS (18%), Ferrovial y Solaria (16%).

El resto del mercado continuo es aún peor: solo una de cada tres empresas cumple con el criterio exigido e incluso hay 10 compañías cotizadas en la Bolsa de Madrid que en 2020 no contaban aún ni siquiera con una sola mujer en el consejo: NH Hoteles, Nextil, Borges Agricultural & Industrial Nuts, Codere, Urbas, Deoleo, Nueva Pescanova, Amper, Audax Renovables y Berkeley Energía.

Muchas empresas españolas se han tomado pues poco en serio las "recomendaciones" del Gobierno, de la CNMV y de la Unión Europea. ¿Harán lo mismo ahora que el que exige  avanzar de verdad hacia la paridad en los consejos es nada menos que uno de los inversores más importantes del mundo?