Innovación // España sigue a la cola en I+D
La escasez de inversiones en investigación y desarrollo lleva a muchos científicos jóvenes a irse.
Cuando, hace unos ocho años, Pilar Ayuda terminó su doctorado de biología molecular para dedicarse a investigar sobre cáncer en medicina personalizada, en España no se conseguían trabajos estables. Pilar siempre había querido pasar unos dos años investigando fuera, para aprender sobre otras maneras de hacer las cosas, y lo consiguió en Oslo. Su idea era quedarse dos años en la capital noruega y volver a España, pero la situación laboral para los investigadores era tan mala que se fue quedando, hasta que se estableció definitivamente allí. Ahora no piensa en volver.
Precariedad
“Me fueron contratando y renovando y al final me han hecho fija, algo muy difícil en España. Aquí sí que lo he conseguido”, señala. “España me encanta, pero una de las cosas muy buenas que tiene Noruega es que el equilibrio entre la vida laboral y la personal se respeta mucho más que en otros países, donde te exigen muchas más horas. Aquí, al final, se produce lo mismo con menos horas. Luego, en cuanto a salarios y nivel de vida, aquí los investigadores estamos mejor. El sueldo de un posdoctorado da para pagar una hipoteca y amigos posdoctorandos en Madrid tienen que compartir piso de alquiler. Esa es la diferencia”.
No es solo una cuestión de precariedad, algo que afecta a la mayoría de las profesiones en España, sino también una cuestión de falta de inversión. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que España invirtió en 2019 el 1,24% del PIB en I+D, uno de los porcentajes más bajos de la Unión Europea (véase gráfico). Aunque la cifra va aumentando con los años, está lejos del 3% propuesto hace años por la UE.
“Ya desde principio de siglo Europa conminaba a los países europeos a ir al 3% del PIB”, explica David Quinto Alemany, doctor en ciencias biomédicas, trabajador de la Unidad de Investigación Neurovascular del departamento de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Federación de Jóvenes Investigadores-Precarios. “Como no se logró llegar a ese 3% en 2010, lo pospusieron para 2020. Ahora esa misma cifra es el objetivo para 2030. Estamos prácticamente como a comienzo de siglo. España sigue por debajo de valores de inversión. El retroceso que hubo con Mariano Rajoy fue muy gordo y eso va a costar mucho volver a recuperarlo. No es solo cuestión de poner dinero. Los jóvenes se han ido, y ya es talento perdido”.
Las personas que investigan en España no han visto más que bajar su calidad de vida en los últimos 10 años. El Informe de Salarios 2008-2018 de la Federación de Jóvenes Investigadores-Precarios, que sigue vigente en 2020, concluye, al comparar salarios y el índice de precios de consumo (IPC), que se ha producido un descenso del 20% del poder adquisitivo entre quienes trabajan en investigación posdoctoral en España.
Sector público, sector privado
Si se mira la fotografía de cifras absolutas en 2019, la inversión en I+D que cayó con la crisis de 2008 se ha recuperado y ha superado la inversión previa, pasando incluso los 15.000 millones de euros (el 4,2% más que en 2018). Es una cifra histórica, pero lejos de la esperada. El porcentaje del PIB sigue muy rezagado. España no era tan ambiciosa como Europa, pero sí se había propuesto llegar a 2020 con el 2% de inversión en I+D. El año pasado no se logró, además, gastar el 50% del presupuesto destinado a I+D. Las empresas no cumplían con los requisitos de las convocatorias o eran ayudas financieras y ni siquiera se presentaron.
"En la última década, de forma silenciosa, lo que se hizo fue dedicar menos recursos", explica Aleix Pons, presidente de la Fundación Cotec para la Innovación. "En 2019, los capítulos de gasto financiero llegaron a alcanzar el 60% de los presupuestos. En términos agregados, los datos arrojan resultados negativos para el caso de España, pero sobre todo es la inversión pública la que se ha comportado peor. El gasto empresarial al final del día es el 8,5% más que su máximo precrisis. También el empleo en el sector privado es superior al que existía antes de la crisis financiera".
Sin embargo, dentro del sector privado hay un efecto de concentración de I+D. "Cuando ponemos el foco en las distintas ramas de actividad, de 33 ramas,15 han superado sus niveles de hace una década, pero 18 están claramente por debajo", agrega Pons." Transporte, energía y farmacia invierten más, pero, por ejemplo, el sector textil, de cuero o calzado invierte mucho menos. Esa desigualdad también la vemos por territorios. Tan solo ocho comunidades autónomas han recuperado los niveles de inversión y empleo de hace una década. Por tamaño de empresa también se ve. Hemos perdido pymes que inviertan en I+D. Hay un 22% menos. Y el 4% más de inversión en empresas grandes", concluye.
La Fundación Cotec destaca los datos más recientes de empleo, que en el sector privado supera los niveles precrisis, con 14.279 personas más, mientras que en el sector público se han recortado 4.900 puestos efectivos desde 2010. También analizan los resultados en términos de género. Hay paridad en el sector público, con el 49% de mujeres frente al 51% hombres. En el sector privado, la paridad es inexistente. "La presencia de los hombres está claramente sobrerrepresentada (el 32% de mujeres, frente al 68% de hombres). Estos porcentajes no se han visto alterados de manera significativa a lo largo de la última década".
El futuro
La esperanza está en los fondos europeos. En noviembre pasado, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades anunció un Pacto por la Ciencia Española, y se han incrementado los fondos dedicados a I+D. Tanto el sector investigador en el ámbito público como en el privado miran al futuro con esperanza, pero con un signo de interrogación.
El sector público ha eliminado 4.900 puestos de trabajo en I+D en la última década
Los investigadores españoles tienen sus esperanzas puestas en los fondos europeos
"Los fondos europeos deben servir como punto de inflexión. Tenemos más recursos y lo suyo sería invertirlos en potencial de crecimiento", señala Pons. "La I+D entra en los fondos de recuperación europeos junto con la digitalización y la sostenibilidad ecológica. Tenemos que ser capaces de crecer en el margen extensivo, no solo intensivo".
La Federación de Jóvenes Investigadores-Precarios aplaude el interés del Gobierno, pero también lo ven con escepticismo, porque ya han oído promesas políticas anteriores que no se han plasmado en la práctica.
Mientras tanto, en Noruega hay tantos científicos españoles que hasta han formado la Asociación de Investigadores Españoles, que cuenta, desde que se creó hace tres años, con unos 60 socios, “y hay bastantes más que no están en la asociación”, dice Pilar Ayuda. No hay indicio de retorno.
Cifras
1,24%: es el porcentaje del PIB que España invierte en I+D.
En Suecia es casi el 3,5%.
-20%: Es el descenso del poder adquisitvo de los investigadores españoles desde la crisis de 2008.
50%: Del presupuesto programado en I+D no se gastó. Muchas empresas no cumplían los requisitos