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Irán: el ‘efecto Trump’

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Julio 2018 / 60

Embargo: La ruptura del pacto nuclear con Irán por parte de Estados Unidos no tendrá fuertes repercusiones económicas, pero plantea un serio dilema a las empresas europeas.

¿Cuáles son las consecuencias económicas de la ruptura estadounidense del pacto nuclear firmado con Irán en julio de 2015? Más bien escasas en el aspecto internacional: afectarán sobre todo a los iraníes. Irán, tras pasar por una economía de guerra y luego por un embargo, acababa de empezar a recuperarse. Según los últimos análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI), tenía un ritmo del 4% de crecimiento, gracias al progresivo restablecimiento de su sector petrolero y un comienzo de reconstrucción del sector no petrolero. Las sanciones estadounidenses romperán esa recuperación de la actividad y harán más difícil la vida de la población, que ya sufre un índice de paro elevado, sobre todo entre los jóvenes. Los iraníes se verán incitados a reactivar los circuitos informales (alrededor del 37% de la economía) para seguir viviendo. Podríamos ver de nuevo echarse a la mar los barcos que hacen contrabando con Dubái. 

El mercado petrolero mundial no tiene por qué verse afectado por la retirada de las exportaciones iraníes. Estas apenas empezaban a recuperarse y los operadores de mercado habían previsto esta evolución, aumentando ya el precio del barril en algunos dólares. Además, presionado por Estados Unidos, Arabia Saudí seguramente aumentará sus ventas para calmar los precios. Y China e India, menos dependientes de la economía estadounidense, seguirán comprando la producción iraní de hidrocarburos (véase el mapa).

EMPRESAS EUROPEAS, MÁS VULNERABLES

Desde que se firmó el acuerdo nuclear en 2015, pocas empresas estadounidenses han vuelto a Irán, a diferencia de las europeas y de las asiáticas, que serán, pues, las más afectadas. A pesar de ello, no se verán privadas de ninguna mina de oro: el perjuicio consiste más bien en un lucro cesante. En Francia, Airbus ha suministrado tres aviones de los 100 encargados por Irán, pero como sus aparatos contienen componentes estadounidenses, la entrega de los que faltan está ahora en entredicho. PSA y Renault también se verán afectadas, así como Total, que tenía un proyecto gasístico. Por parte asiática, China es el primer socio comercial de Irán y seguirá siéndolo: telecomunicaciones, coches, energía, financiación en yuanes, el país seguirá estando presente. India también, en los puertos, y ofrece financiación en rupias. 

Las sanciones de EE UU romperán  la recuperación

Europa tiene poca capacidad de oponerse

¿Qué pasará con el acceso al dólar? Tras el pacto nuclear, se volvió a autorizar el uso de la divisa estadounidense para operaciones comerciales con Irán, pero no la posibilidad de acceder a las infraestructuras bancarias de Estados Unidos para realizar operaciones financieras. Los bancos internacionales tienen poca presencia en el país y las sanciones van a relanzar los circuitos offshore. Bancos turcos, cajas de ahorro alemanas, bancos pequeños suizos podrían volver a ser proveedores de dólares. 

La capacidad de Europa de oponerse a la decisión estadounidense parece escasa. El 17 de mayo, los jefes de Estado y de Gobierno europeos decidieron reanimar la “ley de bloqueo” de 1996 que proporciona un instrumento jurídico a las empresas del Viejo Continente para rechazar o aceptar lo que imponga una ley extranjera y les abre la posibilidad de un derecho a la indemnización. Pero todavía falta consolidarlo jurídicamente y hay pocas posibilidades de que las firmas se acojan a ella, arriesgándose a enfadar con ello a EE UU.