Italia, peligro para la zona euro
Tensión: El pulso entre el Gobierno italiano y la Comisión Europea amenaza con desestabilizar la economía continental en un momento delicado.
El pasado 5 de junio, la Comisión Europea amenazó con abrir un procedimiento a Italia por exceso de déficit, un enfrentamiento que puede relanzar la crisis de la zona euro en un momento en el que la economía europea sufre una fuerte ralentización.
El crecimiento económico de Italia es dificultoso desde hace tres décadas y la crisis de 2008 no hizo más que agravar la situación. Según todas las previsiones, el PIB por habitante de 2019 será todavía un 7% inferior al de 2007… La deuda pública alcanza los 2,36 billones de euros, un 137% del PIB. Es decir, es la segunda más importante de la zona euro tras Grecia. Pero la deuda griega solo significa un 3,3% de la deuda pública de la zona, frente al 23% de la deuda italiana.
FRACASO DE LAS POLÍTICAS ORTODOXAS
La persistente debilidad del crecimiento italiano no es debida a un laxismo crónico. Todo lo contrario: desde hace 30 años, el país se ha liberado de importantes excedentes presupuestarios, excluidos los intereses de la deuda pública. Pero esas políticas restrictivas han frenado el crecimiento económico, impidiendo así el desendeudamiento. También han dificultado las reformas tendentes a lograr una mayor eficacia del Estado y de la acción pública, principal problema estructural del país.
El fracaso de esas políticas ortodoxas, acordes con las reglas europeas, fue en gran parte responsable de la victoria de los partidos denominados antisistema en las elecciones de marzo de 2018. El Movimiento 5 Estrellas y la Liga formaron una alianza problemática, que finalmente estalló en agosto: la medida fundamental defendida por los primeros consistía en introducir una generosa renta básica, mientras que la Liga optaba por la bajada de impuestos.
Esas prioridades antinómicas desembocaron el pasado otoño en un nuevo incremento del déficit y un primer pulso con Bruselas. El Gobierno italiano preveía aumentar su déficit público de un 1,8% en 2018 a un 2,4% del PIB en 2019. Era un nivel inferior al 3% de los criterios de Maastricht, pero impide la reducción de la deuda pública. Esa deuda , año tras año, se supone que Italia tiene que bajarla hasta llegar al 60% del PIB… Tras el alza de los tipos de interés que provocó en los mercados financieros, ese primer pulso se saldó, sin embargo, con un acuerdo.
NO VERSE HUMILLADO
Desde entonces, la actividad económica italiana se ha desacelerado fuertemente, por lo que la Comisión Europea prevé un déficit de 2,5 puntos del PIB y un aumento de un punto de la ratio deuda pública/PIB. Y de ahí, el relanzamiento del procedimiento por exceso de déficit. Con una situación económica que se degrada, el Gobierno no puede ceder ante Bruselas sin verse humillado. Y la Comisión de Juncker no quiere abandonar la escena en otoño con la posibilidad de que la acusen de haber depreciado los tratados y la disciplina presupuestaria. Por tanto, el pulso tiene muchas posibilidades de continuar y de tensarse.
La austeridad abrió la puerta a los antisistema
El país tiene el 23% de la deuda de la eurozona
Una salida ‘a la griega’ sería inviable
Durante el verano, antes de que el primer ministro Giuseppe Conte anunciase su dimisión, los mercados financieros no parecían asustarse demasiado, aunque Italia toma prestado a tipos más elevados que el resto de los países europeos. El porcentaje del PIB que representan los intereses pagados por el Estado italiano sobre su deuda continúa bajando porque las nuevas deudas sustituyen a las anteriores con tipos aún más elevados. Sin embargo, en caso de agravamiento no se podrá solucionar el tema italiano como se solucionó el caso griego en 2015. El país y su deuda tienen un gran peso económico. Y, políticamente, Italia no tiene nada que ver con Grecia.
LOS DATOS
Lectura: Si, en el caso de Italia, añadimos a ese superávit presupuestario primario del 1,2% del PIB los intereses de la deuda pública, el país tendrá en 2019 un déficit presupuestario del 2,5% del PIB.
Fuente: Comisión Europea