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Los sindicatos estrenan estrategia

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Septiembre 2017 / 50

CC OO y UGT ultiman sus planes para defender a los trabajadores de los nuevos modelos de empresa. Objetivo: frenar la precariedad en la economía colaborativa.

Unai Sordo, tras su elección como secretario general en el XI Congreso de CC OO. FOTO: Comisiones Obreras

Precariedad es quizá la palabra que mejor define el mercado laboral en lo que va de siglo XXI. La crisis iniciada en 2008 y las reformas laborales llevadas a cabo por los gobiernos del PSOE y del PP, sumadas al creciente peso de Internet en la economía, han desembocado en una caída de los salarios y un aumento vertiginoso del empleo temporal, las subcontrataciones, las externalizaciones y los falsos autónomos, fenómenos desarrollados con frecuencia por empresas que operan bajo la etiqueta de economía colaborativa.

La Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre muestra que el paro ha bajado de los cuatro millones de personas por primera vez desde el estallido de la crisis. Sin embargo, de los 350.000 nuevos asalariados registrados entre abril y junio, dos de cada tres comenzaron a trabajar con un contrato temporal. España es el segundo país de la UE con mayor proporción de trabajadores temporales, el 26,81%, sólo superado por Polonia, y casi duplica la media europea del 14,2%.

Tradicionalmente arraigados en las plantillas de los grandes centros de trabajo, los sindicatos de clase no han estado muy rápidos a la hora de adaptarse a los nuevos modelos de empresa surgidos en los últimos años para defender los derechos de quienes trabajan en ellas, una situación que ha podido influir en la pérdida de afiliados, influencia y confianza ciudadana que han experimentado durante la crisis. Tras años de indecisión, CC OO y UGT parecen haberse puesto las pilas. 

En una de sus primeras iniciativas tras su elección en julio pasado, el nuevo secretario general de CC OO, Unai Sordo, ha anunciado la creación de un grupo de trabajo dentro del sindicato para ocuparse específicamente de esta cuestión.“Se trata de abordar no sólo la precariedad, sino las nuevas formas de trabajo, que exigen nuevas formas de organización de los trabajadores”, explica Sordo en conversación con Alternativas Económicas. “Hablamos de gente que no tiene una relación laboral estricta con las empresas, que no son asalariados y que ni siquiera acuden a un lugar de trabajo a prestar sus servicios. Estamos ante una realidad distinta que exige respuestas distintas y tenemos que reorganizar nuestros recursos para adaptarnos a las formas en que se organiza ahora el mundo”.

 

MIEDO A ORGANIZARSE

Sordo apunta que el nuevo ámbito de actuación son empresas encuadradas en la llamada “economía colaborativa”, en las que es difícil identificar quién se beneficia del trabajo de los demás. Se trata de plataformas que ejercen su actividad, entre otros, en sectores como el reparto de comida, la atención al cliente o los vehículos con conductor. 

“Queremos encontrar a quienes contratan para negociar con ellos unas condiciones dignas y poner fin a las situaciones de trabajo sumergido y de explotación que con frecuencia se esconden detrás de estas empresas”, afirma el líder sindical. Sordo reconoce que no va a ser fácil, pues entre los trabajadores de muchas de estas empresas hay miedo a organizarse, exigir derechos y sindicalizarse ante la amenaza de perder el trabajo.

UGT también ultima su propia estrategia para atraer a estos nuevos trabajadores, a los que prevé incorporar con un esquema distinto a la afiliación tradicional. En una entrevista con la Agencia Efe, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, afirmó que las condiciones que ofrecen plataformas digitales de servicios como Deliveroo o Uber suponen una forma moderna de “esclavitud” que degrada “hasta el infinito” las relaciones laborales.

“Somos plenamente conscientes de que hay que hacer una transición del sindicato. No es lo mismo el trabajador que está en una gran empresa, que elige comité de empresa, que trabajadores muy temporales (...) cobrando sueldos que luego van a derivar en pensiones de miseria”, dijo el líder ugetista, que ve como una posibilidad ofrecer afiliación sin cuota para que se unan al sindicato.

UGT lleva tiempo denunciando que bajo el paraguas de la economía colaborativa se ocultan verdaderas relaciones laborales por cuenta ajena. A juicio del sindicato, se trata de fórmulas que traen consigo la individualización de las relaciones laborales y el debilitamiento de la negociación colectiva.

Ante la incapacidad de la mayoría de quienes trabajan en estas empresas para hacer asambleas y defender sus derechos, Unai Sordo sugiere crear foros telemáticos para canalizar la comunicación y las reivindicaciones. Otra idea es que en los centros de trabajo clásico, donde los sindicatos tienen más presencia, los representantes de los trabajadores no se limiten a defender a la plantilla, sino también a los contratistas, los suministradores y los autónomos que trabajen con esas empresas. “Es preciso intentar que ninguna empresa, por pequeña que sea, se quede sin un sindicalista de referencia”.

En CC OO consideran necesario, primero, identificar el trabajo autónomo oculto, los llamados “falsos autónomos”, y si estos deberían o no incorporarse a la plantilla de las empresas que contratan sus servicios. Y en segundo lugar, organizar a los trabajadores de estas nuevas plataformas. Además de la acción sindical, el secretario general de Comisiones considera imprescindible presionar a las instancias políticas, tanto españolas como europeas, para que regulen estos nuevos sectores de actividad.

 

OTOÑO REIVINDICATIVO

Para el comienzo del nuevo curso, los sindicatos han convocado una serie de movilizaciones que culminarán con una manifestación en Madrid. El objetivo, defender el modelo social y el sistema de pensiones. Los sindicatos consideran que los trabajadores no están notando la recuperación económica en sus salarios ni en sus condiciones de trabajo y denuncian la negativa de la patronal a que el crecimiento se traduzca en la recuperación del poder adquisitivo perdido durante la crisis. 

Un reto es encontrar interlocutores con los que negociar

UGT estudia ofrecer afiliación sin necesidad de pagar cuota

CC OO baraja la idea de organizar asambleas telemáticas

A falta de una referencia nacional, la subida salarial media pactada en los convenios colectivos registrados hasta julio  en todo el territorio español se situó en el 1,33%, según cifras del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. La subida es inferior en casi dos décimas a la tasa inter-anual de inflación registrada en el mismo mes (1,5%). 

Cerrar la brecha salarial ensanchada por la crisis y las sucesivas reformas laborales debe ser uno de los objetivos del movimiento sindical a corto plazo, apunta Sordo. “No puede ser que los salarios en los sectores peor pagados sean los que menos crecen”.