Lucro // Moderna, el dinero público y los paraísos fiscales
La investigación de una ONG neerlandesa muestra cómo el laboratorio que fabrica una de las vacunas contra el coronavirus se ha enriquecido a expensas de los gobiernos y practicando una evasión fiscal masiva.
Los científicos que han descubierto las vacunas contra el coronavirus merecen nuestro reconocimiento. Los laboratorios que los fabrican y comercializan, un poco menos. Han visto tan solo una oportunidad: enriquecerse gracias a la pandemia a expensas de los gobiernos y de los contribuyentes. Y, en el caso de Moderna, como muestra una investigación de la ONG neerlandesa Somo, llevando sus beneficios a paraísos fiscales (1).
Bajo el ala de la abundancia
Moderna se fundó en 2010 para desarrollar la investigación sobre el procedimiento del ARN mensajero. En 10 años no había encontrado nada, no había vendido nada, no había ganado nada. De repente, el coronavirus se extendió por todo el mundo. La empresa se encontró entonces bajo el ala de la abundancia: el Gobierno de EE UU le otorgó 4.100 millones de dólares para investigación, ensayos clínicos y producción de vacunas, a lo que se sumaron los 900.000 euros...