Permisos igualitarios: sí, pero…

Bajas de maternidad y paternidad: El proyecto de ley para bajas iguales e intransferibles tiene escollos que sortear.

Para la PPiiNA, los padres deben ocuparse solos del bebé durante un tiempo.  FOTO: Thinkstock

Apenas llegar al gobierno, el Ejecutivo de Pedro Sánchez anunciaba lo que muchas feministas querían escuchar: el Congreso aprobaba por unanimidad la Proposición de Ley emitida por Unidos Podemos para la puesta en marcha de los permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles, pagados sobre el 100% del sueldo.

La propuesta estaba hecha a imagen y semejanza de la reivindicación que desde 2005 venían haciendo 150 organizaciones y personas integradas en la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPiiNA).Esta plataforma tiene como único interés que se reforme el sistema de permisos de maternidad y paternidad para que estos sean iguales, intransferibles y pagados al 100%.
“Ha habido unanimidad pero no es tan fácil que finalmente salga”, explica Cristina Castellanos, de la PPiiNA. “Ahora empieza un periodo de enmiendas en que los diferentes partidos políticos presentan sus líneas políticas y veremos no solo cuánto tarda, sino en qué queda finalmente la ley”.

Ciudadanos, por ejemplo, planteaba una reforma para que parte de los permisos fueran transferibles. Opina que cada pareja debería decidir dentro de su casa cómo repartirse el cuidado.

Para las miembros de PPiiNA esto es muy peligroso, porque se seguiría perpetuando la discriminación de la mujer en el trabajo. “La experiencia internacional muestra que los permisos transferibles los usan las mujeres de forma general”.

¿AL MISMO TIEMPO?

En la propuesta del PSOE los permisos son iguales e intransferibles, pero durante las primeras seis semanas se llevan a cabo obligatoriamente de forma simultánea. El PSOE considera que esto implicaría que los padres estén con el bebé desde que nace y que aprendan a compartir la crianza. La PPiiNA está en desacuerdo, porque cree que el obligar a que los progenitores estén al mismo tiempo puede implicar igualmente que la madre haga más, mientras que si el padre pasa un tiempo solo con el bebé, tiene que asumir la responsabilidad. Por otro lado, opinan que cada familia debería decidir el uso que le quiere dar a la baja, puesto que otro de los problemas es la falta de apoyo en la educación de 0 a 3 años, y es la mujer quien más se sacrifica laboralmente para cubrir la falta de ayudas públicas.

“Otro de nuestros miedos”, insiste Castellanos, “es que la ley sea poco transparente, como ocurre en la actualidad.  Es muy importante que sea sencilla. Hoy el reglamento de la Seguridad Social indica que si la baja se usa a tiempo parcial, no se puede reducir la jornada por cuidado de menores.  En conversaciones que hemos tenido les hemos dicho que queremos que esté blindado en la ley, que sea transparente que las personas que tomen el permiso a tiempo parcial sigan teniendo su remuneración al 100%.  Si no se garantiza la remuneración total en la ley, el reglamento se podrá cambiar sin debate social y político y la remuneración podría ser menor con una ausencia más larga del mercado de trabajo.

Las madres seguirían siendo quienes piden las bajas, mientras que los padres no usarán los permisos si no son remunerados al 100%. Esto unido a las diferencias salariales y la precariedad económica a la que están sumidas muchas mujeres podría crear más desigualdad. Hay muchísima incertidumbre”, concluye Castellanos. “Hay ciertos cambios que parecen muy pequeñitos pero modifican sustancialmente los efectos de la ley”.

A inicios de septiembre comienza el periodo de enmiendas, que debería durar 15 días, pero que en la práctica se puede alargar un año y medio, con posible cambio de Gobierno. 

Durante su legislatura, el PP había vetado la propuesta de Podemos. Miembros de la PPiiNA habían mantenido reuniones con políticos y estaban de acuerdo con la idea, pero a la hora de la verdad, el PP adujo motivos presupuestarios para no permitir debatirla en pleno.