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Plan B para una nueva Europa

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Marzo 2016 / 34

Lanzamiento: La izquierda alternativa pone en marcha desde Madrid un plan para acabar con la austeridad y construir una nueva Unión en favor de los ciudadanos.

Yanis Varufakis se dirige a los asistentes a la conferencia Plan B Europa en Madrid. FOTO: IRENE LINGUA

Madrid se convirtió durante un soleado fin de semana de febrero en la capital de la nueva izquierda europea. Con el griego Yanis Varufakis como cabeza de cartel, centenares de políticos, economistas y activistas llegados de toda la Unión Europea se dieron cita en la capital española para apoyar el llamado Plan B contra la austeridad y por la democracia, una iniciativa paralela al movimiento DiEM25 lanzado en Berlín unas semanas antes por el propio Varufakis. El entusiasmo con el que fue recibido el ex ministro griego y la nutrida asistencia de público a los debates muestran que el movimiento arranca con fuerza, aunque traducir la ilusión en una agenda común y recabar el apoyo político amplio que buscan sus promotores no será fácil. 

Las naves del Matadero, que durante décadas sirvieron para sacrificar y despiezar corderos, cerdos y terneros a orillas del Manzanares, acogieron esta vez talleres, mesas redondas y presentaciones sobre la reforma institucional de la Unión Europea, el modelo energético, la crisis de los refugiados, el futuro del euro, la auditoría de la deuda, los derechos de las mujeres, el tratado de libre comercio con EE UU, el mercado laboral, etc. 

 

DIVERSIDAD

La lista de asistentes al evento fue un reflejo de la enorme diversidad del movimiento recién nacido. Por el Matadero pasaron Éric Toussaint, portavoz del Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo; Zoe Konstantopoulou, ex presidenta del Parlamento Griego; Susan George, del Trasnational Institute, y Francisco Louçã, ex coordinador de Bloco de Esquerda y miembro del Consejo de Estado de Portugal. Por parte española asistieron Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados; Mónica Oltra, dirigente de Compromís y vicepresidenta de la Generalitat Valenciana; Miguel Urbán, eurodiputado de Podemos; Florent Marcellesi, portavoz de Equo en el Parlamento Europeo, y muchos otros.  Entre las decenas de organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales  representados estuvieron la Plataforma de Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD), Ecologistas en Acción, Attac, SOS Racismo, la Plataforma Ciudadana de Ayuda a Refugiados y la Asamblea de Mujeres. 

 

AGENDAS NACIONALES

Varufakis abrió fuego con un llamamiento a formar una “coalición amplia” que vaya más allá de los partidos y movimientos sociales presentes en las jornadas. “La izquierda es esencial a la hora de hacer los cambios que necesita Europa, pero no suficiente”, dijo el ex ministro griego, célebre por haber plantado cara a la troika en las negociaciones del rescate griego. Varufakis considera esencial para el éxito de la iniciativa sumar a socialdemócratas, radicales, verdes, liberales e incluso a “conservadores progresistas”, así como convencer al ciudadano medio de que no hay más opción que dar un giro de 180 grados al proceso de construcción europea. “Necesitamos llegar a esas personas que están sentadas en el sofá viendo programas de televisión estúpidos”, dijo. 

Los participantes en el evento estuvieron de acuerdo en la necesidad de erradicar la austeridad que ha dominado la política económica europea desde el estallido de la crisis y de avanzar hacia una Europa que anteponga el interés de los ciudadanos al de los mercados.  Pero durante los debates quedó claro que no todos están de acuerdo con el duro lenguaje utilizado para desacreditar a las actuales instituciones europeas o con las llamadas a la desobediencia civil efectuadas por algunos de los líderes del incipiente movimiento, unas posiciones que pueden obstaculizar la captación de apoyos en sectores socialdemócratas  y progresistas moderados .

También quedó patente que las agendas nacionales siguen teniendo aún más peso que la cuestión europea en las respectivas estrategias de los partidos de izquierda. En Grecia,  por ejemplo, el acuerdo del Gobierno con la troika ha partido Syriza en dos, mientras que Portugal tiene desde hace meses un Ejecutivo de coalición entre socialistas, comunistas y el Bloque de Izquierdas. 

Durante las discusiones afloraron discrepancias en torno a cuestiones centrales de la construcción europea, como la moneda única. El profesor de Economía Costas Lapavitsas, que el verano pasado rompió con Syriza y con el primer ministro, Alexis Tsipras, para integrarse en Unidad Popular, hizo un llamamiento a romper con el euro para que cada Estado recupere la soberanía perdida a manos de unas  instituciones europeas dominadas por los poderes financieros. Lapavitsas hizo hincapié en que antes de poner en marcha el Plan B es imprescindible aprender las lecciones de lo sucedido en su antiguo partido. Syriza, dijo, “capituló” al adoptar el programa económico de la oposición y se equivocó al creer que era posible poner freno a la austeridad permaneciendo en las instituciones europeas. 

Nacho Álvarez, responsable económico de Podemos, manifestó que aunque la creación del euro pudo ser un error en su día, abandonar la moneda única ahora sería devastador para España. “El euro supone un corsé para poner en marcha políticas económicas más expansivas”, dijo Álvarez, “pero salirse de él no sería la solución”. Para el dirigente de Podemos, la situación española y portuguesa es radicalmente distinta de la griega. El Gobierno de Lisboa está teniendo más margen de actuación del que tuvo el de Atenas y, en su opinión, también lo tendría un Gobierno de coalición entre partidos de izquierda en España a la hora de aumentar el gasto en capítulos esenciales como la sanidad o la educación. 

Varufakis llama a una alianza con liberales y socialdemócratas 

Los integrantes del movimiento piden una UE más democrática 

El futuro del euro divide a los impulsores del proyecto

Al Matadero madrileño también se acercaron ciudadanos de a pie como Luis Arbide y Karmele Aza, una pareja que viajó desde Bilbao exclusivamente para asistir al evento. Mientras esperaba a escuchar a Varufakis, Arbide opinaba que el Plan B es una opción “perfectamente viable” para acabar con el “austericidio” y resolver, entre otras cuestiones, la crisis de los refugiados. “Europa tiene cada vez más impacto en nuestras vidas y ahora está gobernada por banqueros o ex banqueros”, declaró a Alternativas Económicas el técnico de radiodifusión jubilado. 

El lanzamiento del Plan B coincidió con la convocatoria para el 23 de junio del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE tras el acuerdo alcanzado con los demás socios. “La vieja Europa se muere”, dijo Varufakis, “y una nueva Europa está naciendo”. El tiempo dirá si iniciativas como el Plan B o DiEM25 ayudan a que el proyecto europeo, al menos, cambie de dirección. Por lo pronto, la próxima actividad del Plan B será el 28 de mayo, fecha en la que sus impulsores convocarán una movilización contra la austeridad en toda Europa.

 

Para saber más:

Plan B Europa: http://planbeuropa.es/
DiEM25: http://diem25.org/es/