Qué busca Syriza
Programa: El pacto con sus socios europeos, que evita la salida del euro, da margen a Tsipras para aplicar su plan.
Alexis Tsipras, jefe del Gobierno griego y líder de la formación Syriza, en Tesalónica, poco antes de ganar las elecciones. FOTO: VASILIS VERVERIDIS
Grecia sigue siendo un test fundamental para la zona euro, más allá del acuerdo por el que el nuevo Gobierno de Syriza acepta una prolongación temporal de la asistencia financiera por parte de sus socios europeos, evita la caída en el abismo —la salida del euro— y da cierto margen para formular sus propias propuestas. Es la primera vez que la eurozona se enfrenta al triunfo de una formación política abiertamente contraria a la austeridad.
De cara al exterior, el programa de Syriza planteaba negociar una quita parcial de la deuda pública y condicionar su devolución a una vuelta al crecimiento. De cara al interior, buscaba romper con las políticas de ajuste de los últimos cinco años.
El programa económico de la formación combina, sin cuestionar el principio de equilibrio presupuestario, reformas del Estado, impuestos más progresivos, medidas humanitarias urgentes (electricidad gratuita para los hogares pobres, distribución de cupones de alimentación, sanidad gratuita para los parados...). También quiere reactivar la economía, en especial estableciendo el salario mínimo en 751 euros frente a los 586 actuales y readmitiendo a los funcionarios.
¿Quién está en posesión de la deuda pública helena?
RENEGOCIAR LA DEUDA
Cada vez es mayor el número de economistas que reconocen que la deuda griega, que llega al 175% del PIB, no es sostenible y que es necesario renegociarla. Desde la quita, en 2012, de la mitad de la deuda publica griega en manos de inversores privados, el 80% de ésta se halla hoy en manos de acreedores públicos. Esta circunstancia, a priori, facilitaría la negociación. El resto de los gobiernos de la zona euro tienen la sensación de que ya han hecho demasiado por Grecia otorgándole 195.000 millones de euros en préstamos, a los que hay que añadir los 32.000 aportados por el FMI; especialmente el de Alemania, que ha prestado 56.000 millones a Grecia. Aunque bajo el pretexto de ayudar a Grecia, en realidad esos países han ayudado a sus propios bancos.
¿Cómo aligerar la carga a Grecia sin condonar la deuda? Las condiciones que se han dado a ese país son ya muy favorables: los préstamos concedidos por los europeos son a muy largo plazo (30 años de media) y a tipos muy bajos (indexados según los tipos del mercado, están actualmente en una media del 1%). Desde 2012 Grecia goza de una moratoria de diez años para el pago de los intereses de los préstamos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEES).
Cuándo hay que devolver...
Zsolt Darvas, de Bruegel, considera que teniendo en cuenta que los intereses que el BCE percibe por los títulos griegos se transfieren a Grecia, el coste del pago de intereses de ese país en 2014 ha sido equivalente al 2,6% del PIB. Es decir, mucho menos que Italia (4,7%) o Portugal (5%), y apenas más que Francia (2,2%), y el porcentaje debería bajar al 2% en 2015.
Pero sería posible ir aún más lejos, pues los europeos se comprometieron a dar una ayuda adicional a Grecia cuando ésta alcanzara un superávit primario(*), lo que ocurrió en 2014. Los plazos de los préstamos europeos pueden aumentarse más y los tipos de interés sobre los préstamos bilaterales, bajarse. El valor actual neto(*) de la deuda griega podrá reducirse del orden del 17% del PIB, según Darvas.
Se trata de una disminución limitada, cierto, pero el caso de Japón (250% del PIB de deuda) recuerda que una deuda considerable es soportable siempre y cuando los tipos de interés sean y sigan siendo muy bajos. Además, la sostenibilidad de la deuda depende también de los resultados económicos de Grecia. De ahí la petición de Syriza de condicionar la devolución de la deuda a la vuelta al crecimiento.
¿Para qué ha servido la ‘ayuda’ a Grecia?
Sin una anulación de la deuda, Grecia seguirá dependiendo de sus acreedores, los otros Estados europeos. A pesar de que Syriza se ha desembarazado nominalmente de la troika, estaba claro que no podría evitar llegar a un acuerdo con sus socios europeos en un plazo muy breve. De ello dependía el apoyo del BCE y la necesidad de refinanciar la deuda urgía a partir del 1 de marzo.
Ha sido necesario entenderse para evitar la salida de la zona euro. Tres cuartas partes de los griegos quieren permanecer en el euro. Los costes de una salida serían mayores. Los demás Estados miembro también perderían: todos sus préstamos se volatizarían, y se enfrentarían a un riesgo de contagio imprevisible.
El programa de Syriza tiene un buen número de reformas “estructurales” totalmente aceptables para sus socios: reforma del Estado, lucha contra la evasión y mermar el poder de los oligarcas en la vida política y económica.
Tsipras sí deberá rebajar sus pretensiones en el plano presupuestario. Pero si la recuperación se confirma y si logra reestructurar la deuda, seguiría teniendo apoyo social. Sobre todo si logra también repartir más equitativamente el peso del ajuste.
PARA SABER MÁS
Sobre la situación económica griega “Grèce : la saignée a presque tué
le malade”, Alternatives Économiques, enero de 2015, disponible en los archivos de la revista online.
Sobre el programa de Syriza: entrevista a George Stathakis, 22 de enero de 2015, disponible en Alterecoplus.fr
El seguimiento por la Comisión Europea: http://ec.europa.eu/
economy_finance/eu/countries/greece_en.htm
El seguimiento por el FMI : www.imf.org/external/country/GRC/index.htm
Eye on Greece: disponible en www.bruegel.org/eye-on-greece