Recuperación engañosa
Leyenda: España va de alumno ejemplar de una eurozona estancada. Pero la austeridad ha agravado paro, desigualdad, deuda, empleo precario y ‘ninis’.
Locales en alquiler, locales que se traspasan. Una imagen que resume la crisis en España. FOTOGRAFÍA: EVA SANLEANDRO
Para Angela Merkel y Mario Draghi, las reformas aplicadas por España son el ejemplo que se debe seguir para salir de la crisis. El presidente del Banco Central Europeo (BCE) pronosticó recientemente en Milán que “la inversión rebrotará con fuerza en España en los próximos dos años debido a la combinación de reformas favorables para las empresas y a los menores impuestos a las sociedades”. En la misma línea, la canciller alemana, durante su visita a España del pasado verano, atribuyó los buenos resultados económicos a las “duras y difíciles” reformas del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
La economía española presenta algunos indicadores positivos en materia de crecimiento —y en cierta medida de empleo—, que han desatado la euforia del Ejecutivo. Durante el segundo trimestre del año, España creció el 0,6%, lo cual contrasta con el parón de Francia y más aún con la caída de Alemania (-0,2%), o la recesión en la que se halla atrapada Italia. España se presenta como alumno ejemplar en una zona euro estancada y amenazada por una tercera recesión.
Esta incipiente recuperación se enfrenta, no obstante, a serios obstáculos. De entrada, el súbito estancamiento de los grandes países de la zona euro con los que España mantiene importantes intercambios. En segundo lugar, en los últimos meses las importaciones españolas han vuelto a crecer más que las exportaciones, de modo que la contribución de la demanda exterior sigue siendo negativa. Los españoles vuelven a gastar más de lo que producen, y se siguen endeudando.
España tiene, además, que colocar a los 3,4 millones de trabajadores que perdieron su empleo desde el inicio de la crisis, detener el incesante aumento de una deuda pública que ya roza el 100% y reducir la deuda externa, que ha vuelto a crecer en los tres primeros meses del año y alcanza 1,67 billones (163% del PIB, según el Banco de España). Todo ello se complica en un escenario de alto riesgo de deflación, con una caída de los precios al consumo del 0,5%, solo por detrás de Bulgaria. La deflación aplaza las decisiones de consumo y encarece la devolución de la deuda.
El Gobierno ha sido un discípulo aplicado de las recetas de austeridad diseñadas por Alemania y el BCE. Pero ahora resulta que Europa es la que no funciona y puede dar al traste con todos los esfuerzos y sacrificios de la sociedad española. El parón económico de Europa tiene mucho que ver con las políticas contractivas fiscales y monetarias, según explica Alfredo Pastor, catedrático de Economía del IESE Business School, quien sostiene: “Hoy Europa está más próxima de la recesión que hace seis meses”.
Los españoles vuelven a gastar más de lo que producen: se endeudan
Europa resulta que no funciona y puede dar al traste con tanto sacrificio
En opinión de este profesor, ex secretario de Estado de Economía del Gobierno de Felipe González, las dificultades residen en el modelo de crecimiento europeo. “Alemania”, señala, “es una economía exportadora y no puede funcionar como locomotora de los demás países de la zona euro”. Pastor considera que “la economía de la zona euro es demasiado grande en el contexto mundial para confiar en que puede crecer basada en las exportaciones”. Por esta razón cree que “Europa debe crecer basándose en la expansión de la demanda interna, pública y privada”. Pero los mandatarios europeos no están por esta labor. “El problema”, explica, “es que la UE se halla sometida a una contracción fiscal y monetaria que limita el crecimiento”.
El profesor de IESE critica la insistencia por la reducción del déficit público. “Una cosa”, precisa, “es evitar el crecimiento descontrolado del déficit público como ha ocurrido en los últimos años y otra, su reducción”. “Nadie”, acentúa, “ha explicado por qué hay que reducir el déficit público a toda costa”. En relación con la deuda privada, sostiene que “las familias no gastan porque están aún muy endeudadas, están devolviendo las deudas poco a poco, y no pueden consumir. Creo que sin una restructuración (una quita) de la deuda privada las perspectivas de recuperación son muy difíciles y me sorprende que Draghi evite hablar de esto”.
Por otro lado, existe la percepción de que con las rebajas de tipos de interés y el aumento de la liquidez por parte del BCE ha habido una política monetaria expansiva. En contra de la corriente dominante, el profesor Pastor afirma que “en la práctica ha habido una política monetaria restrictiva, porque los tipos de interés a los que los bancos han prestado a las empresas en los países del Sur, como España, han sido muy altos y ha habido dificultades para financiarse”. El coste de financiación de las pequeñas y medianas empresas en España es 2,5 puntos más caro que la media europea, según el BCE. El volumen de crédito a empresas y familias es hoy un 23% inferior al de 2008. Y la cuantía de la financiación a actividades productivas ha caído en un 30% en el mismo período, según el Banco de España.
El gran problema de España es el paro. En este campo, los avances aparentes presentan muchas contradicciones. Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, (EPA), el indicador más solvente, señalan que durante el segundo trimestre de este año, el número de ocupados aumentó en 402.400 personas respecto al trimestre anterior, y en 192.400 en relación con el año anterior. Pero si se tienen en cuenta aspectos de calendario, como la incidencia de la Semana Santa, el incremento habría sido solo de 168.000 empleos, respecto al primer trimestre. José Ignacio Pérez Infante, economista experto en economía laboral, recuerda que la subida del segundo trimestre se produce después de una reducción de 184.600 empleos registrada en el primer trimestre del año.
Por otra parte, Pérez Infante precisa que la naturaleza del empleo creado es de características muy precarias con un cierto aumento del empleo a tiempo parcial y del empleo temporal. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ofrece un indicador más fiable para medir la evolución efectiva de la población ocupada de forma más homogénea. Se refiere al número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, que registró un crecimiento del 0,8% durante los últimos doce meses, lo cual supone la creación de 127.000 empleos, una cifra muy inferior a las citadas.
La precariedad de los nuevos empleos y la caída de los salarios reales en más del 8% han conducido a que España sea el país con un mayor aumento de la desigualdad, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). En su informe sobre Perspectivas del Empleo, este organismo ha cambiado radicalmente de enfoque sobre la política salarial. Ahora considera “contraproducente” bajar más los salarios “porque incrementan el riesgo de pobreza a las familias” y “deprimen la demanda”. La pobreza es una realidad cada vez más palpable en una sociedad en la que hay 1,8 millones de hogares en los que todos sus miembros están parados y 769.000 familias sin ningún perceptor de ingresos.
En la disección del mercado de trabajo, el profesor de Economía Financiera de la Universidad Carlos III Juan Laborda destaca que “la propia EPA pone al descubierto que aunque se han creado empleos, al mismo tiempo se han destruido 3,8 millones de horas de trabajo” en los últimos doce meses. Laborda sostiene que “en la medida en que no se crea empleo, no se puede hablar de recuperación económica”. A su juicio, “lo único que tenemos son huidas hacia adelante”. “Primero”, explica, “fue con la burbuja inmobiliaria y ahora, con la burbuja de la deuda pública que se ha empleado para sanear a los bancos, y en adelante se hará con las autopistas”.
Los últimos datos de empleo se refieren a las afiliaciones a la Seguridad Social, que registraron una caída de 97.582 en agosto, un mes que tradicionalmente experimenta un descenso porque finalizan muchos trabajos para tareas veraniegas. Es significativo que un descenso de casi 100.000 afiliados haya tenido un impacto muy pequeño en el aumento del paro registrado, que ha sido solo de 8.070 personas. Pérez Infante, en un trabajo para Economistas Frente a la Crisis, indica que la explicación está en el retroceso de la población activa, debido no solo a envejecimiento de la población, sino también a la emigración, sobre todo de extranjeros y al desánimo de personas que dejan de buscar empleo y que se convierten en inactivas.
Los bajos salarios causan más riesgo de pobreza, dice la OCDE
Uno de los problemas reside en el retroceso de la población activa
Más del 20% de jóvenes de entre 15 a 29 años ni estudian ni trabajan
La población activa en España asciende a 22,9 millones de personas, tras disminuir en 232.000 en los últimos doce meses. La población activa es la suma de 17,3 millones de ocupados y 5,6 millones de parados. Una estructura explosiva. Dentro de este impresionante ejército de desempleados, hay que destacar los 950.000 jóvenes menores de 25 años sin empleo, que representan el 56% de este colectivo. La situación de los jóvenes españoles es especialmente dramática. Por una parte, más del 20% de los comprendidos entre 15 y 29 años ni estudian ni trabajan (NEET, neither in employment, nor in education or training), según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y el número de jóvenes con estudios superiores que están parados triplica la media de la OCDE.
El contraste de un buen año para el turismo
NUEVO RÉCORD
El turismo representa el 11% del PIB y ha registrado un nuevo récord en la ocupación hotelera esta campaña. También hay que subrayar el buen comportamiento de las exportaciones de automóviles, lo que refleja una alta competitividad frente a los grandes productores europeos, pues crecieron un 5,5% en el primer semestre.