Un infierno para los paraísos fiscales
Europa: España sería el país más beneficiado si en la UE se adoptara una base imponible común para el impuesto de sociedades, pero la unanimidad necesaria queda lejos todavía.
Holanda, país elegido por grandes empresas para pagar menos impuestos, no está dispuesta a compartir la tarta fiscal. FOTO: ROB DAMMERS
¿Cómo luchar contra las políticas fiscales dudosas de las empresas? Una de las respuestas que ha propuesto la Comisión Europea es el proyecto de establecer una base imponible consolidada común del impuesto de sociedades .
Este principio se declina en tres etapas. En primer lugar, hay que armonizar el modo de calcular el impuesto sobre sociedades en todos los países europeos. Todavía no se está en ello, pero los países están dispuestos. Después, se suman los beneficios y pérdidas de cada empresa en toda la zona. De este modo, si tal o cual empresa transfiere artificialmente sus beneficios de Francia a Irlanda o a Luxemburgo, por ejemplo, se suma todo a nivel europeo. Finalmente, se distribuye esta base fiscal entre los diferentes países en función de unos criterios que reflejen la actividad real de las empresas en cada uno de ellos. Los que se mencionan con más frecuencia son el número de empleados, la masa salarial, el volumen de negocios y el total de activos.
ESPAÑA, BENEFICIADA
La Comisión está detrás de este proyecto desde 2001, con especial impulso desde 2016. Pero nunca logró el apoyo político necesario para su puesta en marcha. Toda cuestión fiscal necesita la unanimidad de los países miembros. Cuando se lee el último estudio del Instituto Austriaco de Investigaciones Económicas (WIFO) se comprende rápidamente por qué. Aunque para muchos países europeos no cambiaría nada, semejante cuestionamiento de la práctica de las empresas de una optimización fiscal agresiva redistribuiría enormemente la base fiscal del impuesto sobre sociedades en algunos países de la Unión, lo que provocaría grandes perjudicados y grandes beneficiados.
Como es fácil de comprender, los paraísos fiscales se verían muy afectados, Holanda perdería alrededor del 35% de sus ingresos por el impuesto sobre sociedades, e Irlanda y Luxemburgo, el 25%. Por otro lado, España sería la gran beneficiada (un tercio de ingresos más) así como Francia (15%) y Bélgica (9%). Semejante desbarajuste presupuestario garantiza una fuerte oposición de los paraísos fiscales europeos y el recurso a un derecho de veto que impida llegar a un consenso. Europa va a necesitar otros medios…