Valeo alarga la cuenta atrás
El traslado de Barcelona a Zaragoza es la guinda de un largo proceso de desindustrialización del grupo de componentes.
A Valeo, las cosas le van bien. Ha anunciado un incremento del 14% en su volumen de negocio en los primeros nueve meses del ejercicio. Pero no hay caras de fiesta en Martorelles (Barcelona), que sufre coletazos de un largo proceso de desindustrialización.
Trabajadores de Valeo en Martorelles (Barcelona), en plena protesta. FOTO: VALEO NO SE CIERRA
El grupo registró en los tres primeros trimestres 10.747 millones de euros en ingresos. En Europa, éstos fueron ocho puntos porcentuales por encima de los de la producción automovilística media. La dirección apunta ahora hacia los 20.000 millones en 2020.
Sin embargo, cuando se llama a la fábrica catalana de Valeo, que produce sistemas de climatización, el responsable de seguridad responde: “Uy!, aquí hace muchos días que no se trabaja, por la huelga”. Tres meses. Muy sindicalizada, la plantilla no quiere dar por perdida la batalla laboral que libra desde que en julio la dirección le comunicó que todos debían coger sus bártulos y marcharse a trabajar a 300 km, a Zaragoza. La decisión iba a afectar a 214 de 257 trabajadores. Con la reforma laboral, si uno se resiste al nuevo destino siempre le queda el portazo, indemnizado con 20 días por año trabajado.
Huelgas, movilizaciones, ruido en la Red, desfile de políticos en campaña han logrado dar un giro aparente. El traslado se ha congelado, y la actividad en Martorelles seguirá hasta septiembre.
El fabricante se apoyará en la firma MOA para recolocar al personal, y busca un inversor. “Nuestra intención siempre ha sido llegar a un pacto con los trabajadores y se ha podido avanzar”, apunta la empresa, obviando su entrada como elefante en cacharrería.
CAMBIA EL CÓMO
El cómo ha cambiado, pero no el qué. Valeo sigue considerando “indispensable” el traslado para “mejorar la competitividad”, que liga a “la viabilidad” de su actividad de climatización en España. “Zaragoza es la planta más competitiva para climatización, así que tendrá todas las condiciones para convertirse en centro de referencia de sistemas térmicos en España”, añade un portavoz. Los datos técnicos que maneja Valeo apuntan siete euros/hora más de coste en Barcelona que en Zaragoza.
La empresa acepta negociar, pero no asegura la actividad
CC OO, sindicato mayoritario en representación, rechaza la justificación de la decisión por “criterios de competitividad ni rentabilidad”, y sugiere que se está ante “una decisión política”. Su secretario en Valeo Climatización, Manuel Zamora, ha aludido a la supuesta “línea dura” contra el proceso secesionista catalán que mantiene José Luis Chica, responsable de Valeo en España. La empresa se aferra a razones económicas.
Algunos detalles chirrían. Hoy, en Barcelona hay 11 líneas de producción de la misma actividad, frente a las tres que tiene Zaragoza. El año pasado Valeo pactó un plan industrial para Martorelles que blindaba su futuro hasta 2019, con la producción que cayera, en esencia de Seat y Nissan. Estos fabricantes, por otra parte, se hallan en Barcelona, así que un traslado a Zaragoza encarece el transporte. Según lo pactado en 2014, cada despido se debería indemnizar con 45 días por año.
En Zaragoza (salario medio, 1.250 euros), donde Valeo tiene varias actividades, cuatro de cada diez trabajadores son temporales, no indefinidos, y existen tres líneas de montaje de aire acondicionado. En Barcelona (salario de 1.400 euros), hay 11. Para la plantilla, se trata de “un cierre encubierto”, señalan fuentes de la CGT. Será difícil que cambie de idea, con la historia que arrastra. En Barcelona, en el año 2000 trabajaban 1.100 empleados. Hoy quedan 257 tras distintos procesos de segregaciones, traslados y ventas de actividades, un ERE, prejubilaciones y bajas incentivadas. Tras el cambio de tono hacia la negociación, Valeo ha abierto el abanico de las bajas incentivadas pactadas en 2014 hasta enero próximo, propone prejubilaciones a partir de cincuenta y seis años y compensaciones por la diferencia salarial de quienes se trasladen a Zaragoza.