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El lento avance del coche eléctrico

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Mayo 2021 / 91

El Gobierno trata de acelerar la transición con más subvenciones al cambio de vehículo y nuevos puntos de recarga.

Al coche eléctrico le está costando reducir las distancias con el automóvil de motor de combustión. Con el objetivo de acelerar la transición hacia una movilidad por carretera cien por cien sostenible, el Gobierno ha anunciado su intención de invertir en los próximos tres años 13.200 millones de euros, casi el 20% de las ayudas directas que el país recibirá de los fondos europeos Next Generation EU.

Para empezar, el Ejecutivo va a destinar 400 millones de euros (ampliables a 800 millones) a la tercera etapa del Programa de Incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible (Moves). La idea es que en 2023 circulen por las carreteras españolas 250.000 vehículos eléctricos puros (actualmente son 140.000) y que haya 100.000 puntos de recarga en todo el territorio (ahora son solo 8.000). 

Hasta 7.000 euros de subvención pueden solicitar quienes compren un coche eléctrico y manden al desguace un vehículo con más de siete años de antigüedad. Del plan pueden beneficiarse tanto particulares como autónomos y empresas. Las ayudas pueden llegar hasta los 9.000 euros si el vehículo adquirido es una furgoneta. También pueden optar a una subvención de 1.300 euros quienes compren una motocicleta eléctrica y retiren de la circulación la antigua.

Con la posibilidad de ampliar los fondos de Moves III hasta los 800 millones, el Ejecutivo pretende evitar uno de los problemas del plan anterior: los fondos se agotaron en aquellas comunidades autónomas en las que la demanda superó a la oferta. Moves III también incluye ayudas para la instalación de puntos de recarga por parte de ayuntamientos con menos de 5.000 habitantes con el propósito de que el coche eléctrico llegue también a las zonas rurales.

Mal comienzo en 2021

A pesar de la crisis del coronavirus, la matriculación de vehículos eléctricos puros (turismos, comerciales, industriales y motos) cerró el año 2020 con 35.045 unidades, el 44,4% más que en 2019, según datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), que agrupa a empresas de distintos sectores implicadas en la electrificación del automóvil, y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM), que representa los intereses de los concesionarios. De esa cifra, aproximadamente la mitad fueron turismos, cuyas matriculaciones aumentaron el 78,5% con respecto a 2019. 

Pese al fuerte avance, la cuota de mercado del coche eléctrico apenas supera el 2% en España, una dato casi insignificante si se compara con los de países como Noruega, Holanda o Islandia (véase gráfico). AEDIVE y GANVAM subrayan que las cifras de 2020 deberán, como mínimo, duplicarse este año, hasta alcanzar las 70.000 unidades, si se quiere alcanzar la meta de tener 250.000 vehículos eléctricos circulando en 2023 y cinco millones en 2030.

Las empresas del sector piden rebajas fiscales para incentivar las matriculaciones

El año no ha comenzado precisamente bien para el coche eléctrico, en buena medida debido a las incertidumbres sobre la evolución de la pandemia y la campaña de vacunación. Durante el primer trimestre se matricularon 6.092 vehículos, un retroceso del 24,5% con respecto al mismo periodo de 2020. AEDIVES vaticina que el millón de matriculaciones no se superará hasta 2029, con 1,1 millones de unidades previstas. Según sus previsiones, la cifra subirá hasta los 1,28 millones en 2030 y hasta los 1,5 millones en 2040, año en que ya no se permitirá la matriculación de modelos de combustión interna. 

Tanto AEDIVE como GANVAM y la patronal de los fabricantes, ANFAC, hacen hincapié en que no solo se trata de incentivar el cambio de vehículos de combustión por coches eléctricos, sino también de aumentar la red de recarga. El objetivo del Gobierno es superar los 100.000 en 2025 y alcanzar los 350.000 a finales de la década.

Además de la escasez de puntos de recarga, el precio sigue siendo el principal elemento disuasorio a la hora de optar por un coche eléctrico, que aún es mucho más caro que el tradicional. Las empresas del sector sostienen que las subvenciones no compensan la diferencia y que acelerar la electrificación del parque automovilístico también requiere la puesta en marcha de medidas fiscales. En ese terreno, abogan por la exención de las ayudas del plan Moves en la tributación del IRPF y por la eliminación del IVA en la compra de vehículos.