Accede sin límites desde 55 €/año

Suscríbete  o  Inicia sesión

El virus debilita los salarios

Comparte
Pertenece a la revista
Abril 2021 / 90

La pandemia ha frenado en seco la subida de las retribuciones, que en 2020 registraron su mayor retroceso en medio siglo.

A mediados de 2017 el salario medio de los trabajadores españoles comenzaba a recuperarse del desastre financiero ocurrido 10 años antes, pero la súbita aparición del coronavirus ha dado un vuelco a la tendencia. Según el Monitor de oportunidades y satisfacción en el empleo de la empresa de trabajo temporal Adecco, la retribución media encadenó entre abril y diciembre tres trimestres consecutivos de descensos interanuales, hasta situarse en 1.641 euros brutos mensuales (excluyendo pagas extraordinarias y horas extras). Estamos ante un descenso del 3,1% al cierre del ejercicio 2020, el resultado más desfavorable en 50 años. 

En la caída del salario medio ha tenido una influencia determinante la aplicación de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), pues las personas acogidas a ellos solo cobran el 70% de su base reguladora. La disminución salarial es especialmente pronunciada en Islas Baleares (-13,2%) y Canarias (-12,8%), cuyas economías han sufrido la pandemia más que las del resto de comunidades por su gran dependencia del turismo y donde se registran las mayores incidencias de los ERTE. En ambos archipiélagos los salarios han caído a niveles de 2007. 

La remuneración media ha retrocedido en todos los territorios de España excepto en la Región de Murcia, donde se ha incrementado el 1%, hasta los 1.458 euros mensuales. La Comunidad de Madrid tiene el sueldo medio bruto más alto del país (1.964 euros), tras haber caído el 1,3 % en 2020. Por detrás se sitúan País Vasco, con 1.954 euros (-1,5%), Navarra, con 1.837 (-0,7%), y Asturias, con 1.672 (-2,2%). Cataluña es, tras Baleares y Canarias, la comunidad que ha experimentado un mayor retroceso, el 4,6%, hasta los 1.725 euros de salario medio. Estas son las únicas cinco comunidades que superan la media nacional (véase el gráfico).

Según Adecco, los asalariados españoles han perdido de media el 1,4 % de poder adquisitivo en los últimos dos años, lo que se traduce en 280 euros menos de media por persona trabajadora. Antes de que estallara la pandemia el poder de compra de los asalariados crecía a un ritmo anual del 0,9%. 

Más desigualdad

La pandemia no solo ha traído consigo un descenso de las retribuciones, sino un ensanchamiento de la brecha salarial entre hombres y mujeres. Según datos recopilados por el sindicato de la función pública CSIF, el aumento de la precariedad laboral ha incrementado en un punto porcentual la desigualdad de género en materia salarial hasta situarla en el 23%, lo que supone retroceder a niveles de 2013. “La crisis de la covid-19 no solo ha supuesto un problema social, sanitario y económico a gran escala.

También ha afectado de manera específica al equilibrio entre vida y trabajo entre hombres y mujeres, agravando  la de por sí elevada brecha salarial y, de manera singular, cebándose en ellas en el desempleo y el reparto de responsabilidades familiares”, sostiene un informe publicado por CSIF con motivo del 8 de Marzo.

El sindicato pone de relieve que la brecha en la contratación temporal se ha multiplicado por seis en perjuicio de las mujeres. En el último trimestre de 2020 se registraron 1.919.000 contratos temporales entre los hombres, frente a los 2.081.700 entre las mujeres (162.700 más). Un año antes, los hombres habían firmado 2.185.100 contratos temporales, comparados con los 2.212.800 de las mujeres (27.700 más). Al cierre del ejercicio pasado había prácticamente el triple de mujeres contratadas a tiempo parcial:  por 717.400 hombres con esa modalidad de contrato había 2.081.700 mujeres. 

En su Informe mundial sobre salarios 2020-2021, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte de que la masa salarial (suma de las remuneraciones que recibe  determinado colectivo de personas trabajadoras) se redujo el 14,9% entre las mujeres españolas durante la segunda mitad de 2020, frente al 11,3% entre los hombres, debido, principalmente, a la pérdida de empleos y al descenso en el número de horas trabajadas.